¡SAHARAUI, SAHARAUIA, EIDA FEIDAK LILHURRIA! (tu mano junto a la mia hasta la libertad) ¡Rompamos el bloqueo informativo. Derribemos el Muro de Silencio! ¡LABADIL, LABADIL, AN TAGHRIR ALMASSIR! (No hay otra opcion que la autodeterminación)

EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

La Mujer Saharaui

Esta página pretende ser un homenaje a la mujer saharaui. Ellas son los pilares sobre los que se asientan los campamentos de refugiados. Ellas mantienen en pie las jaimas, articulan la vida social, crían a los niños, humanizan en definitiva un erial hasta el punto que han hecho posible una supervivencia digna durante los más de 35 años que dura el exilio.

Durante la colonización española y la posterior ocupación de Marruecos en 1975, la mujer saharaui vio mermada su participación social. Consciente de que su propia emancipación sólo podía lograrse con la “Liberación Nacional”, se comprometió inicialmente con la lucha anticolonial, y posteriormente tomando parte en numerosas insurrecciones y levantamientos populares contra la ocupación marroquí.

Es necesario señalar que las mujeres han llevado durante todos estos años el peso de las labores y la administración de los campamentos. Su implicación en todos los aspectos de la vida cotidiana es significativa. Las mujeres toman a su cargo la organización de la vida social y económica de los campamentos, recuperando así el papel preponderante que ostentaban en la sociedad nómada.

La dirección de los campamentos queda en la mayoría de los casos en manos de las mujeres, ya que los Comités y Subcomités están dirigidos prácticamente por mujeres en todas las dairas. Este papel importante de la mujer, tiene sus raíces en la antigua distribución de actividades de la sociedad nómada tradicional, en la que el hombre se encargaba de la guerra y la mujer queda a cargo del "frig" o grupo de jaimas.

La emancipación de la mujer saharaui resulta excepcional en contraste con la de otros países musulmanes. Sin duda el papel y el status de las mujeres es el que ha sufrido una mayor transformación respecto al que tenía en la sociedad tradicional. El movimiento nacionalista, surgido en los últimos años del colonialismo, le impulsó a intervenir en movimientos protesta y de oposición, siendo movilizada posteriormente para la guerra como consecuencia del escaso número de población. La mujer saharaui recibe incluso instrucción militar, aunque actualmente no está encuadrada en el ejército.

Su intervención política se canaliza a través de los Congresos Populares, otorgandole la cartera de Cultura y Deportes a Mariam Salek y la de Educación a Mariam Hmada, lo cual supone un hecho importantísimo en el avance hacia la equidad entre hombres y mujeres.

Estos cambios le han otorgado una posición y un status social más elevado que repercute en una mayor equidad de género y de oportunidades, a través de su promoción social e ideológica realizada por medio de las Células de Base, de las campañas de orientación y alfabetización, de la educación formal, y de la organización femenina Unión Nacional de Mujeres, fundada en 1974,  impulsora del desarrollo de la mujer y de la sensibilización a nivel internacional de su situación y lucha.

A la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, pertenecen todas por el hecho de ser mujer. A través de comités, trabajan para satisfacer las necesidades de su pueblo, además de sensibilizar a las mujeres acerca de su papel en la sociedad y en la independencia nacional, concienciándolas sobre sus derechos sociales y políticos a fin de garantizar una participación eficaz en el presente y en el futuro. Así mismo, defienden los derechos de las mujeres saharauis en las zonas ocupadas, víctimas de la discriminación y agresión marroquí.

En el nuevo Estado que reivindican, quieren mantener los logros conseguidos en cuanto a participación en la organización de la sociedad y aumentar el peso político que ya tienen en el Parlamento Saharaui. Por ello reivindican su condición de ciudadanas y no la de miembro de una familia, lo que determinará su acceso a las nuevas estructuras de poder, plasmando en las leyes y en La Constitución las prácticas que hasta el momento son costumbres.

LA CONSTRUCCIÒN DE LA BELLEZA FEMENINA:
TRATAMIENTOS, PERFUMES, VESTIMENTA TRADICIONAL, JOYAS
En la actualidad la mujer saharaui utiliza varios productos para embellecerse; el maquillaje, la henna, los perfumes, pero la mayor parte de la atención femenina está dedicada al cuidado de su piel, las cremas y mascarillas para el cuidado de la piel, para las arrugas, pero sobre todo para blanquear, son el verdadero fulcro de la cosmética natural de la mujer saharaui.

La mayoría de los productos para el maquillaje se encuentran en las tiendas y son de importación, casi siempre se trata de productos que llegan de Mauritania, pero también de las casas internacionales de cosmética más conocidas; el único riesgo que se corre es que sean productos vencidos. Asimismo se registra una notable utilizacion de productos herbolarios, adquiridos en tiendas específicas o preparados por ellas mismas. El maquillaje sobrio hoy es aceptado socialmente y la mujer puede utilizarlo en la cotidianidad, mientras en el pasado la belleza efímera del maquillaje era relegada al área doméstica, a uso exclusivo del marido quien era el único quien podía admirar aquel mimo que la mujer no se podía permitir de llevar públicamente, y que se posibilitaba sólo en la esfera privada.

Esto es: es decir que el maquillaje se llevaba sólo en la casa para su esposo, ningún otro hombre la puede ver; si sale, se lo tiene que quitar. Además la joven en el pasado se empezaba a maquillar muy temprano para su marido, en efecto desde que se casaba. Actualmente las jóvenes se empiezan a maquillar desde la adolescencia, cuando también se ponen por primera vez la melhfa y la única interdicción es inherente a la acción de maquillarse, frente a una mujer más grande que ella y menos que nunca frente a un hombre; como si al no ver la acción ésta no se realizara. También el tinte de henna se puede considerar un tipo maquillaje y por definición es un símbolo de belleza en la cultura saharaui. En la actualidad se utiliza durante las festividades, sobre todo en la boda, y se aplica en las manos y en los pies.


Las joyas
Tanto en el pasado del bedía como en la actualidad de los campamentos la mujer saharaui lleva adornos de vario tipo, calidad y material. La diferencia sustancial entre los que se utilizaban y los que se llevan ahora reside en los metales que se tienen actualmente a disposición en los campamentos, pero también de los que se logran importar sobre todo desde Mauritania, pero también de otros contextos.

Ahora lo que se ponen las mujeres son cualquier tipo de joyas mojadas en oro y en plata que no tienen mucho valor, pero igual pueden utilizar tanto las piedras del pasado, también rosarios de piedras preciosas y todo lo que está de moda según la calidad y el precio.

En torno al oro existe un tabú muy arraigado: no lo pueden llevar todas las mujeres que pertenecen a las tribus descendientes de Sidahamed Erguibat; llevarlo puesto podría tener consecuencias nefastas para toda la familia.

El vestuario: el daraa, la melhfa, el izar y el nagch
Si se tuviera que elegir un elemento representativo de la identidad femenina saharaui no cabe duda de que se optaría para el vestuario tradicional: la melhfa. Las mujeres saharaui se reconocen en ella y la textualizan como un rasgo relevante de distinción entre ellas y las otras mujeres del mundo árabe.

Desde cuando nacían, las niñas de las familias beduinas se vestían con el traje tradicional, el darraa, compuesto por una tela de color negro cocida en las extremidades inferiores con un bordado en el cuello, o mejor en el hueco de abertura para la cabeza. Actualmente la darraa la llevan sólo algunos hombres ancianos, o los jóvenes con ocasión de alguna celebración tradicional. Desde la pubertad-adolescencia la joven empezaba y empieza actualmente a ponerse la melhfa, ocultando su cuerpo y su cabello bajo una larga y ancha tela que establece un nuevo perímetro de sus formas,  escondiendo las suyas como el Islam quiere y requiere; éste será el traje que llevará puesto a partir de ahora para toda su vida de adulta. La melhfa actualmente está disponible en numerosos tejidos, de diferente calidad, pero su medida es estándar: 10 metros de largo y aproximadamente 2 metros de ancho, varía de algún centímetro dependiendo de la altura de una mujer.

Tanto antiguamente como en la actualidad la unidad de medida de la melhfa son los codos. Se toma la medida desde el codo hasta el pulso para dos veces y a los hombres quienes miden correctamente el tejido se les dice que tienen “el codo de la razón”. Los tejidos de las melhfas llegan a los campamentos desde muchos contextos, cercanos y no, por esta razón antes era el hombre quien compraba las melhfas para su esposa al contrario hoy en día se pueden encontrar aquí en los campamentos en las tiendas de los mercados de cada wilaya. Como lo evidencia una mujer saharaui:

De costumbre se compraba la tela en Mauritania porque aquí no producíamos nada. Ahora los comerciantes compran los tejidos en Mauritania y lo venden aquí; así que nosotros compramos aquí la tela para hacer las melhfa. Estas telas vienen de Mauritania, Níger, Senegal, India, Emiratos Árabes Unidos, Marrueco, Francia, Mali y más (...)
Además del mercado que rindió más disponibles las melhfas de todo tipo, en la sociedad saharaui actual hubo otras clases de cambios con respecto del vestuario tradicional y es que las jóvenes, tal como lo destacan algunas mujeres entrevistadas, ya no se ponen falda bajo la melhfa sino el pantalón.

Otro cambio importante en el vestuario es que las jóvenes bajo la melhfa traen el pantalón, aunque los ancianos no quieren y prefieren que las jóvenes se pongan una falda larga arriba de los pantalones, para que no se vean como un hombre. La mujer ha empezado a utilizar los pantalones para quedarse más cómoda y porque se está imponiendo la juventud que usa esta prenda.

La mujer saharaui es una contundente realidad en un mundo donde la sinrazón de los intereses politicos y economicos endurece los sentimientos humanitarios.

Ellas son hermosas, dignas, fuertes y decididas. Han incrementado sus embarazos para que, en el momento en que finalmente Naciones Unidas decidan el postergado referéndum, su pueblo sea numeroso y fuerte. Defienden sus costumbres, en un exilio forzado que amenaza con borrar su memoria. Estudian, están presentes en los foros internacionales a través de la Unión de Mujeres Saharauis. Tienen capacidad de sufrimiento, son tenaces y abnegadas. Han logrado cambiar la mentalidad de sus compañeros.

Dice una de ellas: "Al hombre la mujer no lo puede ver como un obstáculo, sino como un compañero de vida. Son dos mundos opuestos, pero a la vez hay cosas que los unen. Ninguno puede vivir sin el otro...".

En la peor y más inhóspita zona del desierto, están realizando el milagro de vivir, de crear una comunidad preservando sus costumbres. Son las custodias de la memoria ancestral, han alcanzado un alto grado de protagonismo, al que, por cierto, no piensan renunciar.

Ellas son los soldados que vigilan con valor, dignidad y paciencia la cultura y el futuro de su pueblo, apoyando a sus hombres que reclaman los postergados tratados de paz, mientras Marruecos sigue levantando muros infamantes , muros tan indignos como lo fué el de Berlín, como lo es el de Estados Unidos en la frontera mexicana. Muros que amordazan la libertad del hombre condenándolo a la más vergonzosa esclavitud: la de los límites que pone la fuerza armada.

La UNM hace un llamamiento a todas las mujeres del mundo para que les den su apoyo en la lucha por el derecho a la independencia y a la autodeterminación de su pueblo, a través del esperado referéndum de Naciones Unidas. Mientras tanto, hacen oír su voz a través de los foros internacionales y siguen trabajando cotidianamente, soportando el calor intenso de los días y acunando sus sueños bajo el bellísimo cielo estrellado del desierto.

Esta es la realidad de mujeres de un mismo pueblo que viven divididas por el muro que las separa desde hace 35 años.

Las exiliadas saharauis que viven en los Campamentos de Refugiad@s de Tindouf (Argelia), tienen una representación del 88% en la enseñanza y en la salud, y un 9% en el gobierno, evidencia de que son el pilar fundamental de la sociedad.


Las que quedaron en los Territorios Ocupados del Sahara Occidental forman parte de todos los ámbitos de lucha y activismo contra la ocupación marroquí. Se manifiestan en las intifadas, investigan sobre el  expolio de sus recursos naturales, pintan banderas, escriben panfletos y  pertenecen a las asociaciones que defienden los derechos humanos de l@s saharauis en el Sahara Occidental. Ellas: expresas, exdesaparecidas, activistas, son aún hoy torturadas, acosadas, perseguidas, vigiladas y violadas solo por defender su legítimo derecho a pronunciarse libremente por la Independencia del Sahara Occidental.


Luchadoras en primera línea de la revolución y resistencia saharaui.
Por el empoderamiento y visibilidad de las mujeres saharauis.
Por un Sahara Occidental libre ya!

Poema: A la mujer saharaui
Tuve sed, y tus dedos 
escanciaron el rocío. 

Tuve hambre, 
de pan, de paz, 
y tus cantos me colmaron. 

Con la capa de estrellas, 
arropaste la noche gélida, 
acercaste la luna y la brisa marina.

Espíritu, 
alegría, esperanza, 
cómo compensarte, dime, 
cómo superar la magia. 

(Zahra Hasnaui)




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