¡SAHARAUI, SAHARAUIA, EIDA FEIDAK LILHURRIA! (tu mano junto a la mia hasta la libertad) ¡Rompamos el bloqueo informativo. Derribemos el Muro de Silencio! ¡LABADIL, LABADIL, AN TAGHRIR ALMASSIR! (No hay otra opcion que la autodeterminación)

EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

Marcha Verde / Acuerdos Tripartitos


La ocupación del Sáhara Occidental

Marruecos está ocupando de forma ilegal y brutal su país vecino, el Sáhara Occidental. Mientras, los saharauis, el pueblo del Sáhara Occidental, están luchando legítimamente por la libertad, y ningún Estado en el mundo ha reconocido las reclamaciones de Marruecos sobre el territorio. El Sáhara Occidental es considerado por la ONU como el último conflicto colonial que queda en África.
La ocupación marroquí viola el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y más de 100 resoluciones de la ONU que solicitan la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental.

Pero España, en aquel momento bajo la dictadura de Franco, tras fuertes presiones por parte de Marruecos y Mauritania, negó a los saharauis su derecho en el otoño de 1975, y permitió que Marruecos y Mauritania invadiesen el Sáhara Occidental el 31 de octubre de ese año. Marruecos atacó desde el norte, y Mauritania desde el sur. A los saharauis, que ya estaban organizados en un movimiento de liberación contra los españoles, nunca se les preguntó qué pensaban sobre este acuerdo español con los 2 Estados vecinos.

La ocupación se llevó a cabo de una manera muy violenta. Cuando las fuerzas aéreas marroquíes bombardearon asentamientos locales del Sáhara Occidental con bombas de napalm, la mayoría de nativos saharauis fueron obligados a abandonar sus hogares, y huyeron al desierto argelino.


Más tarde, en 1979, Mauritania retiró su pretensión sobre el Sáhara Occidental, y se fue para siempre. Marruecos, sin embargo, permaneció.

El pueblo saharaui declaró su propia República en el exilio, que desde entonces ha sido reconocida por más de 80 Estados. Sin embargo, el mundo todavía se niega a respetar el derecho internacional y acabar con la ocupación.

El movimiento de liberación saharaui, conocido como el Frente Polisario, luchó contra el ejército marroquí durante 16 años, y recuperó aproximadamente una quinta parte del país. En respuesta, Marruecos construyó un muro de 1.600 km de largo, fuertemente fortificado y minado, que divide a los refugiados saharauis de los saharauis que todavía viven en los Territorios Ocupados. En 1991 las Naciones Unidas negociaron un alto el fuego y acordaron organizar un referéndum en el que el pueblo saharaui podría votar sobre el futuro del Sáhara Occidental. Sin embargo, los saharauis siguen esperando a que la votación tenga lugar.

Marruecos ahora se niega a un referéndum. Los representantes de los saharauis han aceptado incluso que todos los marroquíes que se han trasladado de forma ilegal al territorio puedan votar en el referéndum. Marruecos también lo ha rechazado. En su lugar, Marruecos ha propuesto que el Sáhara Occidental se integre en el Reino de Marruecos.

Decenas de miles de saharauis siguen viviendo bajo la ocupación marroquí del Sáhara Occidental. A pesar de que los saharauis han descartado el terrorismo como táctica política, sus vidas y sus actividades están severamente restringidas por unas durísimas nedidas de seguridad.

La bandera saharaui está prohibida en el Sáhara Occidental, y hablar a favor de un Estado independiente es ilegal. Simplemente reivindicar los derechos humanos es suficiente para que una organización sea clausurada y sus líderes encarcelados. Sin embargo, los saharauis se atreven a hablar.

Más de 500 saharauis siguen "desaparecidos" en manos marroquíes, posiblemente sobreviviendo como presos políticos. De otros muchos no se ha oído hablar durante más de 30 años. Sus familiares han sido encarcelados y torturados por intentar saber la verdad sobre su paradero.

Mientras los derechos humanos de los saharauis son violados en su propio país por una potencia colonial extranjera, la comunidad internacional mira para otro lado.

Muchos gobiernos tienen un doble discurso sobre la cuestión del Sáhara Occidental. Por un lado, afirman apoyar los esfuerzos de las Naciones Unidas para encontrar una solución al conflicto. Pero por otra parte, establecen tratos comerciales con Marruecos - dentro del territorio ocupado.


Introducción:

La «pacífica marcha verde»... hacia un exilio forzado
El 6 de noviembre de 1975, catorce días antes de que Franco falleciera, el rey Hassan II de Marruecos inició la llamada «Marcha Verde» sobre el entonces Sáhara español. Un acontecimiento histórico que aceleró la descolonización de este territorio de 266.000 kilómetros cuadrados, provocando la huída masiva de la población civil saharaui hacia la desértica región argelina de Tinduf, que aún ocupan hoy, 42 años más tarde, a la espera de que se solucione el conflicto.

La estrategia de Marruecos fue sencilla: enviar a 350.000 ciudadanos y 25.000 soldados para invadir la por entonces provincia española, con el objetivo de que apoyasen y legitimasen la anexión del Sahara Occidental, que España estaba a punto de descolonizar.
«En once días de movilización general, han sido 225.000 los voluntarios de 22 provincias marroquíes los que han hecho escala en Marrakesh», donde han asistido al desfile de los «580 camiones que emprendían entre el delirio popular la ruta del sur», contaba el enviado especial de ABC a Marruecos.


Hassan II aprovechó la crisis política de España en los últimos días del régimen franquista y anuncio que «gravaría con medidas económicas al pueblo, para sufragar los gastos urgentes de la expedición», podía leerse en el diario el 5 de noviembre de 1975.

Marruecos llamó a esta acción la Marcha Verde, «porque en las costumbres islámicas el color verde simboliza la paz y la buena voluntad», algo que no se correspondía con los ataques posteriores por parte de la aviación marroquí, que lanzó «napalm y fósforo blanco» sobre la población saharaui.

Precedentes:
En 1970, la Organización de las Naciones Unidas aprueba la Resolución 2711 aprobando la celebración en el Sahara español de un referéndum de autodeterminación. Tras negarse a celebrarlo, España accede en 1974 a la celebración, movido por la presión en el territorio —en 1973 se fundó el Frente Polisario, que luchaba por la independencia de la colonia— y la animadversión internacional.

El Gobierno español anuncia que el referéndum tendrá lugar en 1975.​
La dictadura franquista pone en marcha la preparación del referéndum, pero los ataques diplomáticos marroquíes y la guerrilla con el Polisario complica el proceso, unido a la dificultad manifiesta de realizar el censo con el gran número de población nómada en el territorio. Marruecos se oponía de frente a la consulta, y pidió al Tribunal Internacional de Justicia que se pronunciara sobre si el Sahara era res nullius.

La ONU pidió a España que paralizase el proceso hasta que la Corte se pronunciase, y Hasán II incluyó en enero de 1975 también en el litigio a Ceuta y Melilla.​

Hasán II, según diversos autores, veía su trono amenazado por una prolongada crisis interna, que incluso llevó al ejército a protagonizar dos golpes de Estado en 1971 y 1972.​ De este modo, la marcha verde, que fue anunciada en el 28 de abril de 1975 dado que el monarca marroquí se sentía apoyado por Estados Unidos,​ serviría para desviar la atención interna. A esta situación se unió que España estaba dispuesta, desde los primeros momentos del conflicto, a abandonar el territorio y sus obligaciones de potencia administradora.​

Ante la escalada de tensión en la región, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por consenso el 22 de octubre la Resolución 377, en la que «hace un llamamiento a las partes involucradas e interesadas para que den muestras de caución y moderación y permitan que la misión del Secretario General se emprenda en condiciones satisfactorias».​ El 2 de noviembre aprobó también la Resolución 379, en la que «habiendo tomado nota con preocupación de que sigue siendo grave la situación en la región», exhorta a las partes a «evitar cualquier acción unilateral o de otra índole que pueda intensificar más la tirantez en la región» y pide al Secretario General de las Naciones Unidas que prosiga con su cometido.​

“La Asamblea General [...] deplora profundamente el agravamiento de la situación resultante de la continua ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos y la extensión de esa ocupación al territorio recientemente abandonado por Mauritania”.

Desarrollo:
Llamamiento y condena de la ONU
En este contexto, Hasán II instó al pueblo marroquí a realizar una marcha «pacífica» de participantes mayores de 18 años y desarmados, para ocupar los territorios del Sahara español y forzar al Gobierno español a que retirase sus tropas de la región.​ A las columnas de civiles que marchaban hacia el sur vía Tarfaya se unieron también 25 000 soldados de las Fuerzas Armadas Reales, que se dirigían a la provincia española por el este.​

España, Marruecos y Mauritania no hicieron caso al SG Kurt Waldheim en 1975
Waldhein insistió en la necesidad de respetar la voluntad de los saharauis.
Un 29 de octubre, pero del año 1975 llegaba a Madrid el Secretario General de la ONU para discutir con las autoridades españolas sobre el Sáhara Occidental. En una conferencia de prensa, a la pregunta de cómo ve el futuro del pueblo saharaui, Waldheim dijo: “Espero que la población del Sáhara pueda vivir un futuro feliz. Veremos lo que las negociaciones en marcha nos deparan, pero, en cualquier caso, debemos tener siempre en cuenta los sentimientos de los saharauis, que parecen bastante claros”.
“Está contando (en las negociaciones) el derecho a la autodeterminación de la población saharaui?”, preguntó uno de los periodistas asistentes. “Está siempre presente en las negociaciones en marcha”, respondió el ex responsable de la ONU.
Pero su respuesta no convenció. Así que le vino otra pregunta más directa: “Señor Secretario General, ¿habrá o no habrá referéndum en el Sáhara?”. “Ese es uno de los temas de las conversaciones que voy manteniendo. Quiero insistir en que aún no se ha alcanzado un acuerdo y quiero insistir en que éste es un problema muy grave y delicado”.

ABC Miercoles 29 de Octubre de 1975 Pag,1..- SAHARA SIN COMUNICADO OFICIAL FINAL, KURT WALDHEIM SE ENTREVISTO AYER COK ARIAS NAVARRO Y CORTINA MAURI Calificó el problema del Sahara como nuestro problema.
Madrid. (De nuestra Redacción. A las 9.30 de la mañana de ayer inició Kurt Waldheim su agenda de trabajo en Madrid con una visita al ministro español de Asuntos Exteriores. Pedro Cortina, en el palacio de Santa Cruz. El Secretario General de las Naciones Unidas llegó acompañado por sus colaboradores Mules Minchin. británico, miembro del Comité de Descolonización: Ferdinand Mayhofer, austríaco, ayudante especial de Waldheim; André Lewin. francés, portavoz del secretario general; Page, estadounidense, ayudante personal, y Pichou, francés. Durante sesenta minutos conversaron los señores Cortina y Waldheim en el despacho del primero.

En efecto, Kurt Waldheim veía las perspectivas muy oscuras. Estaba al tanto de que algo se estaba tramando entre Madrid, Rabat y Nuakchot. De hecho, a su ida, en el aeropuerto coincidió con los Ministros de Asunto Exteriores de Marruecos y Mauritania con los que intercambió saludos.
Los dos ministros declararon que el problema del Sáhara parece estar próximo a solucionarse.

La situación en el Sáhara 3 días antes de la denominada Marcha Verde
El rey Hassan II de Marruecos dio la orden de partida para la denominada Marcha Verde el día 6 de noviembre de 1975. En un principio la marcha estaba prevista para el 28 de octubre, se aplazó hasta el 2 de noviembre y luego se dijo que tendría lugar entre el 4 y el 6 de noviembre.

Unos días antes, la agencia norteamericana United Press International (UPI) informó, citando fuentes gubernamentales y militares marroquíes, que tropas del ejército marroquí entraron en territorio del Sáhara español y ocupaban toda la frontera entre el Sáhara y Argelia. La penetración se inició al poco tiempo de hablar en el Consejo de Seguridad el representante español, según informó Pyresa.
La televisión americana dio la noticia de que fuerzas marroquíes habían traspasado la citada frontera. Fuentes saharauis informaron que en las últimas horas se produjo un choque entre entre tropas marroquíes y guerrilleros del Frente Polisario en la zona de El Farsía, entre Mahbes y Ecgedería, a unos 60 km en el interior de la frontera.

- En El Aaiun prosigue toque de queda general. El Principe Juan Carlos llega a la capital saharaui el día 3 de noviembre y en el Casino Militar se dirige a los asistentes en estas palabras: “He venido para saludaros y vivir unas horas con vosotros; conozco vuestro espíritu, vuestra disciplina y vuestra eficacia. Siento no poder estar más tiempo aquí con estas magníficas unidades, pero quería daros personalmente la seguridad de que se hará cuanto sea necesario para que nuestro ejército conserve intacto su prestigio y el honor. España cumplirá sus compromisos y tratará de mantener la paz, don precioso que tenemos que conservar. No se debe poner en peligro vida humana alguna cuando se ofrecen soluciones justas y desinteresadas y se busca con afán la cooperación y entendimiento entre los pueblos. Deseamos proteger también los legítimos derechos de la población civil saharaui, ya que nuestra misión en el mundo y nuestra historia nos lo exigen. A todos un abrazo y un saludo con el mayor afecto, ya que quiero ser el primer soldado de España”.

A su vuelta a Madrid presidió una reunión de la Junta de Defensa Nacional a la que asistió el gobernador general del Sáhara, Gómez de Salazar y el jefe del Mando Unificado de Canarias, el teniente general Ramón Cuadra Medina.


- En Nueva York, la ONU culmina sus gestiones, consultas y deliberaciones en la aprobación por consenso de una nueva resolución, la cual, como la anterior, exhorta a las partes “involucradas e interesadas” a evitar cualquiera acción “susceptible de incrementar la escalada de la tensión en la región”. El documentos elaborado tras siete horas de consultas, a puerta cerrada, solicita nuevamente del SG, Kurt Waldheim, que “continúe e intensifique sus consultas con las partes interesadas y afectadas, y mantenga informado al Consejo de Seguridad para que este pueda adoptar cualesquiera medidas apropiadas que sean necesarias”. En declaraciones privadas, algunos miembros del Consejo, presidido por el embajador soviético, Malik, dijeron que lo que este órgano contempla es una solución a base de establecimiento de la presencia de las Naciones Unidas en el Sáhara, a fin de coadyuvar en la administración del territorio hasta que se futuro sea decidido. Esa presencia, señalan, tomaría la forma de una administración civil más bien que militar.

El llamamiento contenido en la resolución aprobada por el Consejo para que se evite cualquier acto capaz de agravar la situación en torno a la cuestión del Sáhara, se interpreta como tácita advertencia a Marruecos para que desista de sus planes para la “pacífica” invasión del territorio saharaui. Pero en el curso de la sesión del Consejo las advertencias en tal sentido dirigidas al monarca alauita por el delegado español, Fernando Arias Salgado y el embajador de Argelia, Abdelatif Rahal, fueron claras y precisas.

- El diario Financial Times concluye en editorial que “todos los esfuerzos diplomáticos deben estar dirigidos a persuadir al Rey Hassan para que acepte una solución de Naciones Unidas”.

- Por su parte, el diario The Guardian, bajo el título de “La creciente amenaza de la “marcha verde”, dice que la marcha decidida por el Rey Hassan sobre el Sáhara “empieza ahora a tomar diariamente un matiz más amenazador”. El periódico se hace después una serie de preguntas: “¿Qué hará Hassan II con los participantes en la marcha una vez que llegue a la tierra prometida?”, “¿Convocará un referéndum y lo ganará?”, ¿No habrá riesgo de resistencia si reparte el territorio con Mauritania?. Y por último, ¿por qué pide Marruecos la autodeterminación para los palestinos y no para la los saharauis?”. Califica, después, la acción de Hassan II de “hábil y cínica” y hace referencia a las citas del Corán en sus discursos y en la utilización del adjetivo verde para la marcha porque éste es el color santo del Islam. The Guardian añade que, en primer lugar, la celebración de un referéndum es el mejor camino para salir de la crisis, y en segundo, la ONU es el organismo mejor situado para intervenir diplomáticamente en la cuestión.

El 5 de noviembre, Hasán II anunció que al día siguiente los civiles cruzarían la frontera. Las fuerzas españolas, siguiendo órdenes del Gobierno, se replegaron a unos kilómetros de la frontera, minaron la zona y se colocaron inmediatamente detrás. A las 10:33 horas del día 6, los primeros voluntarios de la marcha cortaron la alambrada y rebasaron la línea de demarcación, adentrándose en territorio español cercano al puesto abandonado de Tah. Por la tarde, unos 50.000 civiles se encontraban acampados en territorio español.


​De manera inmediata el Consejo de Seguridad se volvió a pronunciar aprobando otra resolución, la 380, en la que «deplora la realización de la marcha» e «insta a Marruecos a que retire inmediatamente del territorio del Sáhara Occidental a todos los participantes en la marcha», así como volver a hacer un llamamiento al diálogo.​ Sin embargo, y en el marco de la Guerra Fría, Estados Unidos y Francia dieron su beneplácito a la anexión marroquí del territorio,​ ya que Argelia y el Frente Polisario eran cercanos a la Unión Soviética.​

6 de noviembre de 1975
Un acto hostil contra España que fue declarado ilegal por el Consejo de Seguridad. Un acto que constituye uno de los pilares del régimen que ahora se tambalea. Una oportunidad para recordar la resolución del Consejo de Seguridad que declaró ilegal esa siniestra marcha que fue el inicio no sólo de una larga guerra, sino de torturas, desapariciones, asesinatos masivos por obra de la monarquía marroquí ocupante del Sahara Occidental.

Este es el texto de la Resolución 380 que considera la siniestra "marcha verde" como contraria al Derecho Internacional
Resolución 380 (1975) de 6 de noviembre de 1975
El Consejo de Seguridad,
Tomando nota con grave preocupación de que la situación relativa al Sáhara Occidental se ha deterio­rado seriamente,
Tomando nota con pesar de que, pese a sus resolu­ciones 377 (1975) de 22 de octubre y 379 (1975) de 2 de noviembre de 1975, así como del llamamiento que el Presidente del Consejo de Seguridad, en virtud de la autorización de éste, hizo al Rey de Marruecos, con una solicitud urgente de poner fin inmediatamen­te a la marcha declarada al Sáhara Occidental, esa marcha ha tenido lugar,

Actuando sobre la base de las mencionadas reso­luciones,
1. Deplora la realización de la marcha;
2. Insta a Marruecos a que retire inmediatamente del territorio del Sáhara Occidental a todos los parti­cipantes en la marcha;
3. Insta a Marruecos y a todas las demás partes involucradas e interesadas a que, sin perjuicio de cualesquier medidas que pueda adoptar la Asamblea General en virtud de las disposiciones de su resolu­ci6n 3292 (XXIX) de 13 de diciembre de 1974 y de cualesquier negociaciones que las partes involucradas e interesadas puedan entablar de conformidad con el Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas, cooperen plenamente con el Secretario General en el cumplimiento del mandato que le ha confiado el Con­sejo de Seguridad en sus resoluciones 377 (1975) y 379 (1975).
Aprobada por consenso en la 1854a. sesión.

El día 9, tras la visita del ministro de la Presidencia español Carro a Agadir para negociar con el monarca alauí, el rey da la orden de repliegue y los civiles abandonan la provincia española.

Acuerdo Tripartito y salida española del territorio.
Una semana después, con Juan Carlos de Borbón como jefe de Estado en funciones —Franco ya agonizaba en Madrid—, España, Marruecos y Mauritania firmaron el Acuerdo Tripartito de Madrid, en el que España reiteró su intención de descolonizar el Sahara «poniendo término a las responsabilidades y poderes que tiene sobre dicho territorio como potencia administradora» e instituyó una administración temporal «en la que participarán Marruecos y Mauritania, en colaboración con la Yemaá», la asamblea de notables tribal, estableciendo que esta sería la expresión de la opinión del pueblo saharaui. Por último, se estableció que España pondría fin a su presencia en el territorio antes del 28 de febrero de 1976.10​

El 10 de diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó —España, Marruecos y Mauritania votaron a favor— la Resolución 3458 B, en la que se reafirmaba «el derecho inalienable de todas las poblaciones saharianas originarias del territorio a la libre determinación» y se pedía a las partes «una consulta libre organizada con el concurso de un representante de las Naciones Unidas designado por el secretario general».​

El 26 de febrero de 1976, el representante permanente de España ante las Naciones Unidas comunicaba que el Gobierno español daba por terminada definitivamente su presencia en el territorio, ya que cesaba «su participación en la Administración temporal que se estableció para el mismo», pero matizando que «la descolonización culminará cuando la opinión de la población saharaui se haya expresado válidamente».

Un día después, Marruecos transmitió al Secretario General de las Naciones Unidas que «la Yemaá del Sahara, reunida en sesión especial el 26 de febrero de 1976 en El Aaiún, ha aprobado por unanimidad la reincorporación del territorio del Sahara a Marruecos y Mauritania, de conformidad con las realidades históricas y con vínculos que han unido siempre a la población sahariana con esos dos países». Dicha decisión sería contraria al dictamen del 16 de octubre de 1975 del Tribunal Internacional de Justicia:
El material y la información que se le han presentado [al Tribunal Internacional de Justicia] no demuestran la existencia de ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sahara occidental y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano. Por lo tanto, la Corte no ha encontrado vínculos jurídicos de naturaleza tal que puedan influir en la aplicación de la resolución 1514 (XV) [sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales] en lo que respecta a la descolonización del Sahara occidental y, en particular, en la aplicación del principio de la libre determinación mediante la libre y auténtica expresión de la voluntad de los pueblos del territorio.
Con la retirada de las fuerzas españolas, y basándose en la decisión de la Yemaá, Marruecos ocupó la zona septentrional y oriental del territorio y Mauritania, la meridional. El Frente Polisario anunció que continuaría con la guerra de guerrillas y proclamó el 27 de febrero la República Árabe Saharaui Democrática.

Acuerdos Tripartitos de Madrid:
Acuerdos tripartitos de Madrid o Acuerdo de Madrid es el nombre simplificado de la Declaración de principios entre España, Marruecos y Mauritania sobre el Sahara Occidental, ​firmada el 14 de noviembre de 1975 en Madrid por el rey Juan Carlos I rey de España con Marruecos y Mauritania sobre el hasta entonces denominado Sahara Español. Se componen de una declaración política y varios anexos secretos.

La declaración política estipula​ que España transferirá la administración del Sahara Occidental. Esa transferencia se hace a una administración temporal tripartita compuesta por España, Marruecos y Mauritania.


La validez jurídica de este acuerdo ha sido cuestionada por el Secretario General Adjunto de Asuntos Jurídicos y Asesor Jurídico de las Naciones Unidas, Hans Corell, en un importante dictamen de 29 de enero de 2002 sobre la legalidad de los acuerdos petrolíferos firmados por Marruecos.​ En la actualidad, el ente encargado de mediar en el diferendo es la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental (MINURSO).

Lo cierto es que, después de este acuerdo, la ONU no ha considerado ni a Marruecos (ni, en su momento, a Mauritania)​ como potencias administradoras del territorio del Sahara Occidental, que sigue figurando en la lista de la ONU como único territorio español pendiente de descolonización.

Junto al acuerdo político existían unos anexos secretos, de los que sólo una parte ha sido filtrada. Los anexos secretos económicos estipulaban la cesión a Marruecos del 65% de la empresa Fos Bucraa, que explotaba los ricos yacimientos de fosfatos del Sahara Occidental, a cambio de que España obtuviese derechos de pesca para 800 barcos durante 20 años. Los acuerdos secretos en materia de pesca fueron incumplidos por Marruecos.

Políticamente, los acuerdos de Madrid fueron un paso importante de la dinastía alauí en la consecución de su proyecto de Gran Marruecos. La importancia del apoyo prestado por Estados Unidos ha sido considerado por algunos analistas como definitivo.


-----------------------------------

Lectura recomendada:

























Resumidos, los Acuerdos de Madrid (1), venían a decir que no existe nada que se pueda denominar “pueblo saharaui”. O, más concretamente, que los saharauis sólo existían en tanto que son marroquíes o mauritanos. Ese era el espíritu y la voluntad de los tres países firmantes de tan ignominiosos acuerdos.
Marruecos y Mauritania se habían aplicado tanto en esa tarea, hasta el punto de invadir militarmente el territorio. España, por su parte, se había empleado a fondo para que desaparezca cualquier cosa que se llame “saharaui”. Tanto es así que el Estado español aún promulgaba normas tan infames como ésta:
“Orden de 1 de marzo de 1977 por la que se dictan normas para el retiro del personal saharaui de la Policía Territorial de Sahara.


Primero.- Los suboficiales y personas de tropa saharaui pertenecientes a la policía territorial de Sahara en 31 de enero de 1976, tendrán derecho a percibir la pensión de retiro que con arreglo a los años de servicios les corresponda.


Segundo.- Lo establecido en el numero anterior será de aplicación a los suboficiales y personal de tropa saharaui que hayan pasado a prestar sus servicios a las fuerzas armadas reales marroquíes o a las fuerzas armadas mauritanas”(2).

Tal y como se puede leer, esta norma es una genuina y concreta expresión del espíritu y la voluntad de lo establecido en los Acuerdos de Madrid. Es decir, los saharauis no existen. O sea, los habitantes de la que era provincia número 53, son o marroquíes o mauritanos.

Sin embargo, en una Sentencia célebre (3), el Tribunal Supremo del Reino de España, ha venido a afirmar que, lejos de desaparecer, los saharauis, existen. Y no sólo existen como elementos sueltos o repartidos por el mundo como refugiados o como fueran, sino que existen como una Entidad Política que engloba a todos los saharauis.

Más de 40 años después, el Tribunal Supremo del Reino de España, constata que siguen existiendo saharauis que no son ni marroquíes, ni mauritanos ni, tampoco, argelinos. El Tribunal, afirma, además, que tales saharauis no están asistidos ni protegidos por ninguna Agencia de Naciones Unidas.

En su afán por dar validez a los Acuerdos de Madrid, el Ministerio del Interior de España alega: “al tratarse de un nacimiento acaecido en territorio saharaui tiene la posibilidad de la nacionalidad marroquí, por lo que hay que colegir que si Marruecos reconoce como nacional suyo al interesado no se aplicaría la Convención de Apatridia”.

En su respuesta, el Tribunal, emplea una terminología, ciertamente gruesa y dice: “no resulta de recibo el negar la condición de apátrida ---como hace el Ministerio de Interior--- con fundamento en que resulta posible optar por la nacionalidad marroquí, pues se trata de la nacionalidad del país que ocupó el territorio antes ocupado por los saharauis, que de una forma tácita, pero evidente, rechazaron tal opción”. En lenguaje vulgar, el Tribunal viene a decirle al Ministerio, algo así como: “no admito que Usted diga eso”.

En otra Sentencia, el Tribunal Supremo dice, refiriéndose al Ministerio del Interior: “e incluso sostiene la tesis de que este caso es un posible fraude de ley por parte de un grupo de personas para afirmar la existencia de un Estado, que de momento, no tiene reconocimiento internacional”.
El Tribunal conoce de sobra los Acuerdos de Madrid y bien podía valerse de ellos, para dar la razón al Ministerio del Interior de España. Pero no lo ha hecho. ¿Entonces, cómo puede, un Tribunal español, inaplicar una norma (vía Tratado trilateral) española?

El Alto Tribunal afirma que una persona nacida en Hauza (Smara), en el año 1968 (como es la recurrente) no es marroquí. Entonces, qué hacemos con los Acuerdos de Madrid? ¿No decían, los Acuerdos de Madrid, que Hauza y toda Smara pertenecían a Marruecos?.

A ojos del Tribunal, la nulidad de los Acuerdos de Madrid es tan evidente que ni siquiera, se atreve a mencionarlos. Lógico, de haberlo hecho, habría barrido con todo el prestigio de tan insigne institución judicial. Es preciso recordar, en este punto, que el Tribunal Supremo ha emitido varias sentencias sobre la condición de apátrida de los saharauis, pero en ninguna de sus sentencias menciona los Acuerdos de Madrid.

Pero hay más. El Tribunal, no sólo constata la nulidad plena de los Acuerdos de Madrid. El Tribunal constata que siguen existiendo saharauis que ni son marroquíes, ni mauritanos ni tampoco, argelinos. Por alguna fuerza mística, parece decir el Tribunal, los saharauis existen como tales. Es evidente y lógico que la Fuerza Mística que el Alto Tribunal no quiere mencionar no es otra que la RASD. Esa es, lo niegue quien lo niegue, la única fuerza que ha garantizado la supervivencia del pueblo saharaui, después de los ignominiosos Acuerdos de Madrid.

Y aunque resulte paradójico es, precisamente, la existencia de la RASD, lo que garantiza, por ejemplo, que Usted, estimado lector, pueda solicitar y obtener el reconocimiento de la condición de apátrida si acredita que es saharaui.

Y ya que, en estos días, el Europarlamento, donde se sientan muchos parlamentarios españoles, se discute el acuerdo de pesca entre la Unión Europa y Marruecos, podríamos preguntarnos lo siguiente:
¿Si el Tribunal Supremo niega que los oriundos del Sahara Occidental sean marroquíes, qué será del cardumen de sardinas que habita en las aguas del Sahara Occidental? ¿Tienen, Sus Señorías, argumentos para rebatir los argumentos del Alto Tribunal español? ¿O es que, en el Parlamento de la docta Europa, sólo se guían por el principio de la infalibilidad de sus decisiones?




Consecuencias:

Actualmente la situación sigue sin resolverse. La Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental (MINURSO) sigue activa, pero Marruecos la rechaza, argumentando que no le corresponde supervisar la situación de los derechos humanos en el Sahara.​ Para el derecho internacional, España sigue siendo la potencia administradora del Sahara Occidental —el Acuerdo Tripartito de Madrid no es válido, pues según la ONU «no transfirió la soberanía sobre el Territorio ni confirió a ninguno de los signatarios la condición de Potencia administradora, condición que España, por sí sola, no podía haber transferido unilateralmente»—​ y Marruecos lo ocupa.​





0 comentarios :

0 comentarios :

Los contenidos de este blog son propiedad de su autora y de los medios de donde han sido duplicados, citando la fuente o autor de los mismos.
Para suprimir cualquier contenido con derechos de copyright que no permita ser duplicado, contacta conmigo en teofermi1@gmail.com
teofermi1@hotmail.com