¡SAHARAUI, SAHARAUIA, EIDA FEIDAK LILHURRIA! (tu mano junto a la mia hasta la libertad) ¡Rompamos el bloqueo informativo. Derribemos el Muro de Silencio! ¡LABADIL, LABADIL, AN TAGHRIR ALMASSIR! (No hay otra opcion que la autodeterminación)

EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

El sultán marroquí "se preocupa" por los Derechos Humanos

ma.jpgResulta paradójico que en Marruecos, que tiene establecido un régimen político de gobierno de una oligarquía próxima al trono, que tiene restringidas todo tipo de libertades públicas, al punto que sus nacionales son súbditos, por no tener la consideración occidental de ciudadanos –tal como se conoce en las naciones del mundo libre- con sus derechos y libertades públicas, viene a afligirse por un supuesto incidente fronterizo en Melilla, acusando a la policía española de maltrato a algunos de sus súbditos. Tal hecho parece que trae su causa en las tradicionales aglomeraciones que se forman en dicho paso fronterizo, para lo que la policía española ha de regular el tránsito de personas, especialmente las que acceden al territorio español, algo no diferente de lo que hacen las fuerzas de seguridad en todos los puestos fronterizos. Si bien, en este caso, la oficialidad marroquí ha clamado contra supuestos malos tratos a sus nacionales.

Hace poco una de las televisiones hicieron un reportaje sobre el tránsito de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, y realmente se ponía de manifiesto la saturación del tránsito de los mismos, particularmente por parte de una legión de marroquíes que transitaban para ganarse el sustento diario haciendo compras en las ciudades de soberanía española para su reventa en Marruecos, y sin embargo, durante el desarrollo del vídeo se pudo comprobar cómo la policía española procuraba el mantenimiento del orden en la cola del paso fronterizo para un organizado tránsito por los tornos establecidos en la línea fronteriza. En tanto que la policía marroquí sí aparecía en el vídeo empujando y tratando con poca consideración a algunas personas que llegaban al lado marroquí, muchas de ellas mujeres de edad cargadas al límite de sus escasas fuerzas.
Por consiguiente, conociendo el estilo de nuestras fuerzas de seguridad –propias de un país democrático en el que se respetan los derechos y libertades públicas de los ciudadanos-, y siendo conscientes de la forma de intervención de la fuerza pública en países autoritarios como Marruecos –para cuya muestra citamos el reportaje televisivo recientemente emitido-, nos extraña mucho la veracidad de la acusación, amen de resultar incluso cínica, sobre todo cuando la diplomacia marroquí no sólo ha expresado su protesta sino que también amenaza con denunciar el hecho ante Organismos Internacionales, en una extraña maniobra exorbitante de un suceso probablemente inexistente. La lógica que dictan las relaciones de buena vecindad y los usos diplomáticos es que no se hagan declaraciones histéricas y extravagantes, antes de que se realice una investigación sobre los hechos. Pero eso sería en situaciones de normalidad, que cuando se trata de las relaciones con nuestro vecino del sur, nunca se puede decir que el trato sea normal –más allá de la mera apariencia-, pues parece ser una “toma de temperatura” sobre el gobierno español en un momento de clara crisis interna (crisis económica, crisis política y territorial, con las pretensiones separatistas catalana y vasca, etc.), que el sultán marroquí siempre sabe aprovechar, como lo hizo su padre en la agonía de Franco con la cuestión del Sahara. Motivo por el cual, cualquier gesto de debilidad del gobierno español va a ser utilizado arteramente por el marroquí, para enrarecer el ambiente y tensionar de nuevo sus pretensiones sobre Ceuta y Melilla. En esto, no conviene menospreciar la diplomacia marroquí, que ha demostrado ser audaz, además de tener una amplia formación francesa y contar con el apoyo galo y estadounidense habitualmente.
De otra parte, cabría pensar en que Marruecos tenga pendiente alguna próxima negociación con la UE y quiere aprovechar el menor incidente para presionar a España con el fin de obtener nuevas ventajas comerciales, como las que habitualmente viene sacando de un trato privilegiado de sus productos agrícolas con la UE.
De cualquiera de las maneras, España no puede limitarse a encajar pasivamente los “toques marroquíes”, que acaban frecuentemente con una claudicación en el terreno de colisión comercial de los intereses hispano-marroquíes a favor de estos últimos. Y conocida la frecuente argucia del Sultán del estrecho, habría que adelantarse a la jugada para quitarle la iniciativa, y quizá eso pase por un cambio de actitud en la acción política y diplomática española en relación con el conflicto del Sahara, que no sólo lo dejamos perder, sino que tampoco cumplimos con nuestras obligaciones de potencia colonial en el proceso de descolonización, abandonando al pueblo saharaui –entonces español- a manos de las ambiciones expansionistas del sultán marroquí, habiendo quedado pendiente el referéndum que aprobó la ONU, en un desleal olvido, buscando la complicidad marroquí a favor de una compensación tácita por las plazas de Ceuta y Melilla que nunca ha ocurrido, y acostumbrando al monarca marroquí a que tome iniciativas del estilo como la comentada o la patética toma del islote de perejil, en una continua puesta en escena de sus reivindicaciones y de su desleal posición de vecindad frente a España.

Fuente: VMPress. Análisis.

Imprimir artículo

Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.



" />





0 comentarios :

Los contenidos de este blog son propiedad de su autora y de los medios de donde han sido duplicados, citando la fuente o autor de los mismos.
Para suprimir cualquier contenido con derechos de copyright que no permita ser duplicado, contacta conmigo en teofermi1@gmail.com
teofermi1@hotmail.com