Tras las visitas que ha realizado este mes a Rabat y a Argel el
secretario de Estado de Asuntos Exteriores, el horizonte de intercambio
de embajadores entre España y Marruecos, y la entrevista entre el
presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el Rey Mohamed VI en un aparte
de la nueva Asamblea General de la ONU, se suma una reunión de alto
nivel hispano-argelina para noviembre. Cabe preguntarse qué quedará
después de tanto encuentro. Porque el telón de fondo es sombrío.
Con
Marruecos es previsible que todo quede igual, es decir, elogiando ambas
partes las relaciones y quedando a la espera de la próxima crisis, y
eso para los que las calificamos de tales, que para el Gobierno, ni eso.
Con Argelia no se sabe, entre otras cosas porque entre los rifirrafes
por el precio del gas, y los aún más graves debidos tanto al pago a los
terroristas por el rescate de los cooperantes secuestrados como a la
evolución de nuestra posición sobre el Sáhara, ya veremos.
Además
están pendientes cuestiones como el impacto de la presencia en Madrid
del nuevo embajador marroquí, el tránsfuga saharaui Ahmed Uld Souilem, o
el envío –si es que finalmente se produce– de una "flotilla" que quiere
emular a la de Gaza llamándose ésta "de la independencia", con destino a
El Aaiún . Al Gobierno le preocupa y mucho este panorama. La presencia
de un saharaui al frente de la embajada marroquí no es una buena
noticia, por las posibles tensiones en torno al Sáhara y sobre todo
porque dicho dossier puede pasar a monopolizar unas relaciones que deben
dar mucho más de sí. De la "flotilla" ni hablamos, entre otras cosas
porque si no se logra convencer a los organizadores para que no la
envíen, y esta finalmente parte hacia la capital del Sáhara, muchos
temerán cómo se va a terminar la historia.
El telón de fondo de
las relaciones con los dos Estados más influyentes del Magreb va a estar
también ocupado por la evolución del secuestro de los cinco ciudadanos
franceses, de uno de Togo y de otro de Madagascar, empleados todos ellos
de empresas mineras galas que extraen uranio en el norte de Níger.
Francia aún tiene fresco el asesinato del rehén Michel Germaneau en
julio; los españoles aún tenemos abierto el debate sobre el problema de
pagar rescates a los terroristas; Mauritania, que soltaba a un preso
para que nuestros cooperantes volvieran a casa –y que está soltando a
presos yihadistas supuestamente reconvertidos a la cordura–, acaba de
bombardear una columna de terroristas de AQMI en el norte de Níger. Si
hay algo que está claro es que no hay nada claro en lo que a la lucha
antiterrorista respecta, y es más que probable que el pulso de los
terroristas con todos nosotros va a volver a ser tema central para
regocijo de ellos y para escarnio nuestro.
Imprimir artículo
Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
0 comentarios :
¿Que opinas de este articulo? Tus comentarios siempre serán bien recibidos, ¡¡ Gracias !!