No es usual pero ha sucedido: el telediario del mediodía de TVE1, ha abierto el informativo con la noticia de los enfrentamientos de El Aaiún. Esta noticia ha ido, incluso, antes que la noticia sobre la visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona. El dato indefectiblemente cierto en estos enfrentamientos, que ha hecho que la noticia tenga preferencia sobre la visita del Papa, es el cerrojazo informativo que Marruecos ha impuesto en el Sahara Occidental
El Campamento de la Dignidad que los saharauis habían levantado a las afueras de la, ahora, Ciudad Prohibida de El Aaiún, ha sido arrasado por las fuerzas marroquíes que han empleado tal cantidad de violencia, que ni los objetivos de las cámaras de TV lo habrían soportado. De ahí el veto a su acceso.Desde hace un mes, los saharauis de las Zonas Ocupadas y, especialmente de El Aaiún, en número estimado en 25.000, habían conseguido levantar una ciudad de tela dotada de servicios de seguridad, higiene, negociación, prensa, transporte y sanidad.
Los
periodistas que han podido acceder, y a los que Fasi-Fihri ha recordado
lo indecoroso de su conducta, al vestirse como mujeres saharauis para
conseguir acceder al lugar sin ser descubiertos por la policía marroquí,
tales periodistas, han confirmado y corroborado el alto grado de
organización, libertad y seguridad que se respiraba dentro del
Campamento, además, por supuesto, de las enormes carencias derivadas del
bloqueo impuesto por Majeinzu.
En un principio, Majeinzu,
había querido beneficiarse de dicho Campamento intentando presentarlo
como símbolo de la imagen de apertura, democracia y respeto a los
derechos humanos imperantes en Marruecos. Pero el tiempo se le venía
encima. No era de recibo que Mohamed VI hiciera su discurso del día 6 de
noviembre, teniendo sobre la mesa el expediente del Campamento de la
Dignidad con todas sus reivindicaciones, las explícitas, y, también, las
tácitas.
Tampoco era de recibo que el Campamento se
mantuviera impertérrito en la víspera de las negociaciones con el Frente
POLISARIO. No era, de hecho, una buena carta de presentación de
Marruecos, acudir a Nueva York, con una humareda y una polvareda en
Gdeym Izik.
El caso, es que Majeinzu, ha hecho cuanto ha
podido para disolver el Campamento. El ministro del interior marroquí,
prácticamente, ha pasado a residir en la Ciudad Prohibida.
Después
de utilizar todos los medios de disuasión a su alcance (léase, jefes
tribales, CORCAS, supuestos repartos de parcelas, etc., etc., etc.),
pasaron a utilizar la amenaza directa. Ya el domingo día 7, se respiraba
un tenso ambiente, y los despachos de noticias del POLSIARIO echaban
humos, alertando de la inminencia de una masacre si Marruecos optaba por
usar la fuerza bruta para disolver un Campamento con 25.000 civiles
desarmados dentro.
De madrugada y ‘con viento de levante’,
que dirían otros cronistas, las fuerzas marroquíes empleaban toda la
fuerza de la que eran capaces, para arrasar las frágiles jaimas
saharauis levantadas sobre la planicie de Gdeym Izik.
Los
enfrentamientos han sido cruentos a juzgar por los vídeos de YouTube
disponibles en la red. Ya en la Ciudad Prohibida de El Aaiún, las
informaciones disponibles hablaban de una auténtica guerra de barricadas
entre las fuerzas de Majeinzu y la población saharaui, tanto la
procedente de Gdeym Izik como la que se encontraba en la propia ciudad.
La
pregunta es, ¿por qué Marruecos procede a arrasar el Campamento en la
víspera del día 8, día de las negociaciones, y no la víspera del día 6,
día del discurso de Mohamed VI? La respuesta hay que buscarla en el año
1991.
En efecto, en agosto de 1991, cuando ambas partes se
disponían a firmar los acuerdos del alto el fuego, Marruecos, sacó sus
tropas del muro para bombardear Tifariti, en territorio liberado. Pero
apenas unos días, después, terminó estampando su firma en tales
acuerdos.Y ahora, justo unas horas antes del inicio de las negociaciones
Marruecos vuelve a sacar los tanques y arrasa el Campamento de Gdeym
Izik y la Ciudad Prohibida de El Aaiún. ¿Quiere Marruecos negociar o no
lo quiere hacer? ¿Intenta Marruecos, de esta manera servirle en bandeja
al POLISARIO una excusa para que éste rompa las negociaciones antes de
iniciarlas?
Ciertamente las similitudes con el pasado
describen un patrón de conducta propio de quien padece un grado de
nerviosismo que ya no se puede ocultar.
Curiosamente, la
ocasión idónea para desmantelar el campamento habría sido la víspera del
discurso de Mohamed VI del viernes. Pero no ha sido así. ¿Qué es lo que
empuja a Marruecos a consentir el Campamento antes, durante y después
del incendiario discurso de Mohamed VI, y en cambio no soportarlo más,
antes, durante y después de las negociaciones de New York?
Repetimos,
las coincidencias con las maniobras de 1991 son altamente llamativas y
todas apuntan hacia el grado de nerviosismo de Marruecos ante el proceso
de negociaciones.
Finalmente, la falta de una política
informativa eficaz ante la propia opinión pública saharaui a menudo,
coloca al POLISARIO ante las críticas domésticas que reclaman el cese de
las negociaciones y el retorno inmediato a las armas. Se alega que
Marruecos sólo se avendría a negociar de buena fe si es bajo el tronar
de las armas.
Ciertamente creo que la presión a la que se
ve sometido Marruecos, con una ciudad ardiendo y la expulsión continua
de periodistas, diputados, etc., es mucho mayor que la eventual presión
que se podría ejercer con el uso de las armas.
Haddamin Moulud Said.
Imprimir artículo
Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
0 comentarios :
¿Que opinas de este articulo? Tus comentarios siempre serán bien recibidos, ¡¡ Gracias !!