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El Sáhara Occidental es un territorio situado en el extremo occidental del desierto del Sahara y es uno de los 16 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
El grupo independentista Frente Polisario (acrónimo de Frente Popular de Liberación de Sahara Occidental y Río de Oro) proclamó su independencia en 1976 y creó la RASD (República Arabe Saharahuí Democrática), reconocida hasta el momento por 80 países, que administra la región no controlada por Marruecos.
Entrevistado por Télam en su visita a Argentina, Beisat señaló que el enviado especial de Naciones Unidas para la región, Christopher Ross, "intenta abrir caminos en un puente de hierro hecho por la intransigencia de Marruecos, que desde 2004 dio vuelta absoluta a sus compromisos escritos".
La ONU auspicia conversaciones entre las partes despues de que las reuniones oficiales directas entre ambas, realizadas entre 2007 y 2008, no dieran fruto alguno.
La Misión de la ONU para el referendo en el Sahara Occidental (MINURSO) es una misión de pacificación establecida en 1991 para organizar un referendo entre el pueblo saharauí que determine el futuro estatus del territorio, que elegirá entre la integración en Marruecos o la independencia.
Consultado sobre este referendo, Beisat aseguró que existe un padrón electoral elaborado por Naciones Unidas, con la colaboración de ambas partes, y que el problema para realizar la consulta "es la falta de voluntad política de la monarquía marroquí".
Rabat propone una amplia autonomía del Sáhara Occidental, con un gobierno y un parlamento local, bajo su soberanía, aunque para Beisat es una estrategia del Reino de Marruecos que busca "saltar la verdadera disputa que es un problema de descolonización y autodeterminación".
"Marruecos puede hacer esta oferta a los rifeños (habitantes de Rif, en el norte del país) a los de Fez, a los de Tánger, pero no a un país que ocupó militarmente, violando la legalidad internacional y bajo la condena del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a pesar de un fallo de la Corte Internacional de Justicia", argumentó.
En otro orden, el representante saharahuí se mostró esperanzado con el fenómeno de las revoluciones árabes, a la que calificó como "una segunda ola del proceso de descolonización y autodeterminación de nuestros pueblos, que luchan por cambios democráticos" y luchan por sus derechos.
Beisat recordó luego que el Frente Polisario pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que la MINURSO supervise la situación de los Derechos Humanos al interior de la ex colonia española, pero que la persistente negativa del gobierno francés obturó por ahora esta posibilidad.
Sin embargo, cuando se lo consultó sobre esas mismas denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte del Polisario, Beisat utilizó otra vara de medición y las negó de modo rotundo, así como la existencia de presos políticos en los territorios.
"No existe ni uno solo preso político y ni una sola denuncia" sobre violaciones a los derechos humanos, afirmó el representante.
Beisat no hizo referencia al caso de Mustafa Salma, un saharahuí secuestrado en septiembre de 2010 por manifestarse públicamente en contra del Frente Polisario y en favor de la propuesta de autonomía propuesta por el Reino de Marruecos.
También, pese a reclamar democracia, minimizó los sistemas de representación al interior de la organización ya que, aseguró, no se puede hablar de "normalidad política" en un país que tiene dos tercios de su territorio ocupado por las fuerzas reales marroquíes, con una muralla de 2700 kilómetros de largo".
"El Polisario -aseguró- es un frente compuesto por todos los saharauis que creen en su derecho a la autodeterminación, que realiza congresos cada 4 años y elige sus cargos políticos, su secretario general y su dirección nacional y vota sus resoluciones".
El XIII Congreso del Frente Polisario celebrado en diciembre reeligió a Mohamed Abdelaziz como presidente, cargo que ocupa desde 1976 por sucesivas reelecciones. Esta suerte de mandato vitalicio y el hecho de no permitir la existencia de partidos políticos opositores, son aspectos que Beisat minimiza bajo el paraguas de la "ocupación".
Beisat permanecerá esta semana en Argentina, donde tiene previstas varias reuniones con distintos dirigentes políticos.
Fuente: telam.com
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