El Aaiun, Sahara Occidental, Territorios Ocupados

Patricia Hidalgo, después de viajar y cooperar durante varios años con los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, ha decidido cambiar de escenario y ver en persona la otra realidad de este pueblo, el que permanece oprimido bajo la ocupación ilegal de Marruecos, el Sahara Occidental:

Una semana solamente hace que estoy aquí… mi cabeza todavía allí… A finales de agosto llegaron las vacaciones y…. finalmente me fui a los Territorios Ocupados, a conocer el auténtico y verdadero Sahara Occidental. Las personas que me conocen saben que soy una enamorada del desierto y qué sin saber muy bien el motivo me adopté en la causa saharaui. Después de siete años (cómo pasa el tiempo) y todo el tiempo compartido y vivido en los Campamentos (unos cuantos meses y muchos viajes a lo largo del año) llegó el momento de cambiar de destino. Este verano no he visitado los Campamentos y no por hacer caso a las recomendaciones del gobierno de no viajar, porque todos sabéis lo que opino. Creo que los campamentos son seguros, es cierto que hay lugares en el mundo muy peligrosos pero no es el caso de los Campamentos. Hace tan solo cuatro meses que estuve allí y ya he manifestado más de una vez la seguridad que he tenido. En fin, que tenía un lugar pendiente por conocer, unas vacaciones que realizar y un destino que escoger. No podía ser otro que El Aaiun. Sueño cumplido porque ahora sí que conozco los dos lados del muro. Un reencuentro con personas que tenía muchísimas ganas de ver y un primer contacto con aquel territorio. Con ganas de ver mucho más, pero sobretodo de hacer más fotografías. En mi viaje ha reinado la prudencia. No por mí, sino por el respeto y cariño que tengo hacía la familia saharaui que abrió de nuevo las puertas de su casa. Para esa familia que me ha vuelto a acoger. Para mi familia. Porque nosotros vamos, estamos allí y volvemos. Lógico. Pero ellos se quedan. No se trata de que nosotros hagamos de héroes, los héroes para las películas. Nosotros debemos de acompañarlos, de darles nuestro apoyo pase lo que pase pero no podemos ponerlos en peligro. Y en El Aaiun es muy fácil ponerlos en peligro. Nosotros no somos bienvenidos, a pesar de que el jefe de policía diga lo contrario. Hipócritas palabras. Esto es simplemente mi opinión, respetable una opinión contraria. El objetivo de mi viaje fue irme de vacaciones, hay quien viaja a Canarias y allí se queda, yo decidí coger un segundo avión y volar al Aaiun. En principio eran solamente seis días, pero una vez allí no se podía quedar en sólo seis días y lo alargué al máximo, trece días. Lo que mis vacaciones me permitían. Volveré seguro, me quedan muchas cosas por conocer y por ver y muchas fotos por realizar. No hubo segundo de mi viaje que no estuvieran en mi mente los Campamentos y toda su gente. Con la esperanza de que algún día nos encontremos todos allí, en el Sahara Occidental sin banderas rojas y sin policía. Yo pienso: si yo me asfixie de tanta bandera y tanta policía. ¿Os hacéis una idea de cómo se sienten ellos? Sin poder expresar que son saharauis. Aquí una pequeñísima aportación de las pocas fotografías que hice en El Aaiun. Inchallah la próxima vez traiga más material, porque ganas de hacer más fotografías si que tuve. Y como decía la canción que nos acompañó en el aterrizaje: Don’t worry, be happy ¡¡¡No descansaremos hasta ver un Sahara Libre. Sahara Horra!!!
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