Hoy se juzgará a los veintitrés presos saharauis, personas que tomaron parte en el campamento de Gdeim Izik. Recordemos que este campamento fue una protesta organizada para conseguir mejoras sociales. En medio de la nada, 20.000 saharauis levantaron sus tiendas y se pusieron a vivir hasta que fueron desalojados a la fuerza. La crudeza de este juicio queda de manifiesto al enfrentar civiles a un tribunal militar, lo cual a mi juicio es totalmente injusto. Tengo claro que si la ONU asumiera la vigilancia de los derechos humanos, se terminaría de raíz con este tipo de cosas, pero Francia no quiere y sigue vetando por distintos intereses que esta organización despliegue los cascos azules en este territorio. Por su parte, el estado español que, por haber sido excolonia, debería de velar, por lo menos, por los derechos humanos, lo único que hace son meras declaraciones que no sirven para nada.
A modo de reflexión quiero decir que si bien a mi juicio no es descabellado relacionar la ruina económica en la que nos encontramos con las grandes infraestructuras, tampoco creo que lo sea relacionar la expulsión del estado español de los legítimos representantes del pueblo saharaui en los primeros años de los ochenta, con toda la decadencia moral que desde entonces arrastramos. El ejemplo más palmario de esto es el reciente reconocimiento público en una conocida cadena de televisión de un contertulio que explicó como una amiga suya que trabaja en el tribunal de cuentas le había contado que los expedientes que no interesan se paralizan.
Patxi Aznar Bellido
Fuente: elperiodicoextremadura.com
Imprimir artículo
Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
0 comentarios :
¿Que opinas de este articulo? Tus comentarios siempre serán bien recibidos, ¡¡ Gracias !!