Los palestinos hablan de la Nakba o «Catástrofe» cuando es creado el Estado de Israel, que desencadena una guerra con los estados árabes vecinos, cuyas principales víctimas fueron los palestinos, quiénes en gran parte se vieron obligados a huir y vivir como refugiados y/o ciudadanos de segunda en otros países. El pueblo saharaui tuvo su “Nakba» cuando se firmaron los llamados Acuerdos de Madrid, en los que lisa y llanamente, a pesar de las resoluciones de las Naciones Unidas, la entonces potencia administradora, España, decidió intempestivamente abandonar su posesión y sus habitantes a su suerte. El destino de los saharauis ha sido ser ciudadanos de segunda en los territorios ocupados, en medio de una marea de colonos traídos por el Estado ocupante, en abierta violación al Derecho Internacional Humanitario. Por lo menos, en el caso palestino ha existido algún pronunciamiento internacional contra la política israelí de colonización de los «territorios ocupados», en cambio el pueblo saharaui ha tenido que soportar esta violación colectiva a sus derechos ante la pasividad e indiferencia de la comunidad internacional.
El destino de los saharauis que no emprendieron el arriesgado camino al exilio en su momento, quedaron a merced del Estado ocupante, historia muy poco conocida por la comunidad internacional. Marruecos al ocupar tierra saharaui comenzó con una política de colonización, construyendo toda una infraestructura para los recién llegados. A tal punto que esta política derivó en la construcción de escuelas y hospitales para los colonos, quedando relegados la población saharaui como ciudadanos de segunda clase, privados de derechos políticos, especialmente de expresión. Cualquier atisbo de apoyo a la legítima causa por la independencia del Sáhara Occidental, es objeto de una severa represión.
La muestra de las características de la ocupación, quedaron reflejadas con la llegada de las fuerzas militares de Rabat en aquel lejano y fatídico año 1975.
Un ejemplo reciente y poco conocido en el mundo es la represión contra el campamento de protesta de Gdeim Izik en las cercanías del El Aaiún, que terminó en una severa represión y persecución de la población saharaui, «casa por casa», o sea, una verdadera cacería de brujas. Este es un ejemplo a escala de una política que se ha sostenido en el tiempo. Cabe recordar que las razones que llevaron a dicha protesta no era por la causa independentista, sino por mejoras de calidad de vida de la población saharaui, afectada por el desempleo y la pobreza.
Esta política, de verdadero apartheid, donde la población originaria del territorio es abiertamente discriminada; los saharauis carecen de libertad no solo de expresión, sino también para asociarse, así como de movimiento. Un ejemplo de ello es la dificultad que impone el ocupante para contactarse con familiares y amigos que quedaron separados en el dramático período 1975-1976, cuando millares de saharauis emprendieron el camino al exilio a Argelia. Solo pueden reunirse de manera restringida, gracias a la ONU a través de un programa especial de reencuentro familiar. En el marco de este drama, debe recordarse a los presos políticos, a los combatientes desaparecidos y a las víctimas de tantos años de represión, sobre los cuales distintas ONG,s de reconocida trayectoria han hablado de ello, incluso hubo pronunciamientos por parte del Parlamento Europeo, y la propia ONU, pero nada ha pasado. Es más, por razones políticas, la misión de la ONU en el territorio, la MINURSO, carece de facultades en materia de Derechos Humanos, lo que transforma en su presencia en simbólica, solamente para garantizar un cese del fuego, a la espera del cumplimiento de un Plan de Paz, que Marruecos se niega sistemáticamente a cumplir con la complicidad de las grandes potencias, entre ellas Francia, que miran para otro lado, a pesar del discurso de sus líderes sobre el respeto a los derechos humanos, lo que ocurre con el pueblo saharaui. Un verdadero caso de Apartheid en pleno siglo XXI.
Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro
(Abogado, Magíster en Defensa y Docente de la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sahara Occidental de la Universidad Nacional de La Plata, República Argentina)
Fuentes: Revista Shukran Nº 38 (http://issuu.com/shukran/docs/shukran_38) / Voz del Sahara Occidental en Argentina
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