La independencia es posible

Aunque hay muchos pesimistas (deben haber), aunque hay muchos renegados (con sobrados motivos) pese a los frustrados y los desesperados. Yo, creo -y que pese a los daños acontecidos y los innumerables golpes que ha sufrido y sufre nuestra Revolución- debido esencialmente a los errores de los que supuestamente deberían ser sus guardianes- la independencia total de nuestro Estado es posible, si se cumplen (y solamente si se cumplen) ciertas condiciones.

Mucho hemos hablado, mucha tinta se ha derramado, innumerables argumentos -muchos con razón y fundamento- sobre la ineficacia intelectual y moral de los "lideres" del Polisario. Se ha evocado el desvió y el abandono a los principios, la probada tendencia lucrativa de los responsables y sus negligencias, sus incapacidades, sus fechorías, sus conspiraciones, sus mentiras, sus engaños, sus falsedades.

Indudablemente todo esto y mucho, muchísimo más, ha conducido a una inmensa mayoría de Saharauis a desistir de la idea que nos ha conmovido a todos a principios de los años 70, a saber, la Independencia Total.

("Estos responsables solo buscan la perpetuidad del conflicto": sin duda esta es una de las tantas conclusiones a las que hemos llegado muchos a finales de los 80 y hoy 25 años después solo se corrobora). Pero 'como una forma de autocracia', nosotros que hemos recibido muchos calificativos y a veces hasta acusaciones infundadas, nombrare las más suaves -porque las otras no merecen ni la menor atención- se nos suele llamar "críticos" (argumento utilizado por la periodista Ana Camacho), "inconformistas" (término utilizado por Abdelgader T. Omar), "Contrarrevolucionarios" (calificativo utilizado por M. Lamin Uld Buhali)... nunca hemos preguntado: ¿Es posible o no la idea por la que hemos sacrificado toda nuestra vida?. Francamente muchos nunca hemos evocado esta cuestión... Algunos (no pocos) dándose por vencidos han escogido el otro bando (pueden tener sus razones, pero personalmente a esta opción la llamaría Suicidio), otros tirándose la toalla han escogido la opción del silencio, otros han tratado de crear otro marco paralelo y otros muchos hemos tratado y tratamos de que el tren regrese a sus raíles: los que hemos apostado por esta opción, no pensamos desistir, hasta que no se produzca ese anhelado cambio que desean todos los pro independentistas.

Viéndolo desde el punto de vista coyuntural solo existen dos opciones en la llamada cuestión del Sahara Occidental: Marruecos y el Polisario, la primera opción (Maroc), es rechazada en todas sus versiones porque significa la sumisión clara y evidente y la segunda (Polisario) no puede ser aceptada en su versión actual, porque implica la prolongación del conflicto y los sufrimientos del Pueblo hasta la eternidad, son dos elecciones que como se suele decir -la más dulce de ellas es amarga- . Es como, elegir entre morir ahorcado o morir en silla eléctrica.

Pero ¿cabe alguna salida?, ¿es posible esa Independencia?, ese anhelo por la cual los mejores hijos de Saquia el -hamra- y Río de Oro han ofrecido lo más valioso que poseen; sus vidas, ese ideal por el cual los hombres, mujeres y niños saharauis se han consagrado y al que se han ofrecido y se ofrecen ciegamente.

La Independencia no se puede conseguir con negociaciones auspiciadas o no por NN.UU. ,no se puede conseguir dividiendo al Pueblo en Pros y Contras, ni promulgando el negocio, ni aferrándose fuertemente al poder, ni mintiendo , ni enriqueciéndose a cuestas del sufrimiento popular.

Desde el 6 de Junio de 1991, fecha tristemente célebre, hay un antes y un después en la memoria colectiva del Pueblo Saharaui: comenzaron las deserciones masivas, se multiplicaron las opciones, aparecieron las decepciones, las confusiones, los arrepentimientos, las re negaciones, se evidencia la frustración, la desilusión, las penas, las lamentaciones y sobre todo se descubrió el verdadero rostro de los responsables del Polisario, cayo el velo, amanecieron con su verdadero rostro, desapareció la máscara revolucionaria, ya no hay fotocopia, ahora se ven en su versión natural y original, se despejaron las dudas, se eliminaron las sospechas, sus fines lucrativos, económicos (algunos incluso presumieron de ellos en los denominados "congresos populares") quedaron patentes sus fechorías politiqueras amanecieron al descubierto, quebrantaron la fidelidad y la lealtad, encerraron los principios. ¿Que Saharaui hoy día confía sinceramente en ellos? ¿Quien puede asegurar que ellos buscan la Independencia?

Aquello que no tenía cabida en nuestras mentes, empezó a recobrar fuerza, aquellas palabras pronunciadas por un fiel del colonialismo español; Haj Jatri Jumany, esa descripción, que no querían aceptar nuestros oídos en 1975, invadió y se apodero de nuestros ojos en 1991.

Para los que desconozcan este episodio de la historia, les recuerdo que en Septiembre de 1975, las autoridades españolas enviaron a dos emisarios (Haj Hatri y Sela Ould Abeida) para negociar con los responsables del Polisario un acuerdo propuesto por Madrid.

Este es un resumen de una parte del informe redactado por los difuntos emisarios, según diversas versiones". Les hemos contado que toda nuestra vida la hemos consagrado a España, nunca recordamos un compromiso incumplido y no creemos que este será la excepción, podéis salvar vuestras vidas y las de vuestra gente y en un plazo de tres décadas, las autoridades de Madrid, después de la formación y preparación de cuadros podéis elegir entre una autonomía o una independencia. Nos han respondido con palabras dulces para el oído, pero amargas para el corazón, tales como: ¡Ya hemos lanzado nuestra primera ráfaga!, ¡La guerra de liberación la garantizan las masas!

Cuentan que en privado cuando alquilen pregunto al Haj Jatri, este fue su comentario: "Yo creo que estos chicos no llevaran el barco a ningún puerto". Si esto es cierto (razonamiento al que en ese entonces no daba crédito), Yo, Salembarca Khalil (el critico, el inconformista, el contrarrevolucionario), pido perdón a tu alma "que en paz descanse", y le digo que la historia; la implacable, a imperdonable, la imperecedera, esa justiciera historia le ha dado toda la razón.

Se suponía que deberían llevar el barco a buen puerto, pues a pesar de la buena tripulación, los excelentes marineros, el favorable viento, pero la poca visión del capitán y la negligente actitud de sus ayudantes ha dejado el barco atracado en la Hamada de Tindouf.

Hoy creemos que para salvar el barco y recuperar nuestra independencia, ese fin al que todos nos hemos consagrado, deben cumplirse ciertas condiciones:

Que estos "responsables", entreguen la antorcha a otros más dinámicos y que tracen como meta con un plan preciso (en el tiempo) y transparente (en sus objetivos), para el logro de la Independencia.

- La nueva Dirección debe proclamar la guerra para recuperar la tierra anexada (todo tipo de lucha contra Marruecos).- La declaración de una amnistía general a todos los Saharauis.- Poner fin a todo tipo de negociaciones con Marruecos, solo estamos dispuestos a sentarnos para negociar relaciones como dos estados soberanos y ver las modalidades para las compensaciones de 35 años de ocupación ilegal.

Si se cumplen estas condiciones podemos decir con toda sinceridad, claridad, transparencia y orgullo a todos, absolutamente a todos los Saharauis, donde quiera que se encuentren: Podéis elegir entre ser esclavos o ser libres y no creo que ningún verdadero Saharaui dudara un solo instante, porque entonces ya no existe elección, ya no existen opciones, ni confusiones. Entonces las aguas vuelven a sus cauces, se puede divisar el horizonte, y podremos decir sin temor a engañarnos a nosotros mismos:

YA TENEMOS UNA META, BUSCAMOS NUESTRA INDEPENDENCIA.

Si se cumplen estas condiciones entonces la INDEPENDENCIA ES POSIBLE, pero si no se cumplen, por lo menos en lo que al autor de estas líneas concierne, permaneceré con las dudas, la confusión, la decepción, el arrepentimiento.....

"Detrás de cada fortuna hay un crimen." César Borgia

Salembarca Khalil

salembarcakhalili@yahoo.es  (09/08/10) 

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