Rabat (Marruecos).- Bajo el titulo de “Lo que la primavera árabe ha
cambiado”, Viento Sur publica la traducción de un artículo aparecido en
el diario alternativo francés Mediapart (...)
En su correspondencia, el autor Pierre Puchot nos trae
el testimonio de la joven Amina Balghoulbi, 21 años, estudiante de
tercer año de periodismo, hija de un militante del partido de izquierdas
UNFP en los años 1970 y una de estos jóvenes que formaron el Movimiento
20 Febrero, ansiosos de crear un nuevo Marruecos.
Amina recuerda que el gobierno marroquí intento impedir
la primera manifestación alegando que su fecha, el 27 de febrero,
correspondía al aniversario de la RASD. “El estado comenzó entonces a
atacarnos, diciendo que eso correspondía a la fecha de la creación del
Frente Polisario, en el Sahara Occidental. Para evitar ataques
estúpidos, adelantamos la cita al 20 de febrero”, dijo Amina.
Puchot señala que aunque “el atentado de Marrakech no
hizo callar a los jóvenes del Movimiento 20 Febrero ávidos de libertad
de palabra y de justicia social”, las adhesiones populares al movimiento
serian difíciles ya que “el ejecutivo está enteramente bloqueado por un
monarca joven y popular, sobre todo entre el 43% de marroquíes
analfabetos, lo que les hace menos permeables a los discursos políticos
que defienden el cambio social”, afirma Puchot.
“Un campo político agotado, que ha anestesiado poco a poco a todos los partidos políticos, sin embargo muy numerosos (más de 30), pero desprovistos de legitimidad (la participación en las últimas elecciones fue inferior al 30%)” agrego, subrayando que “El clientelismo se encuentra también en la cumbre del estado marroquí, no sólo a nivel municipal, La ley de finanzas puesta en pie a fines de 2010 constituye uno de los escándalos que han indignado a una parte de la clase media marroquí porque exonera de impuestos al holding real”.
“Un campo político agotado, que ha anestesiado poco a poco a todos los partidos políticos, sin embargo muy numerosos (más de 30), pero desprovistos de legitimidad (la participación en las últimas elecciones fue inferior al 30%)” agrego, subrayando que “El clientelismo se encuentra también en la cumbre del estado marroquí, no sólo a nivel municipal, La ley de finanzas puesta en pie a fines de 2010 constituye uno de los escándalos que han indignado a una parte de la clase media marroquí porque exonera de impuestos al holding real”.
Omar Balafrej, director general de Technopark, semillero
de asociaciones y de jóvenes empresas marroquíes, un nacionalista
marroquí moderno, salido de los medios económicos, en fase con un
movimiento de emancipación árabe que coloca la reconstrucción del estado
nación y la implantación de una verdadera cultura democrática en el
corazón de su discurso, declaró al periodista francés que “(…) vista la
amplitud de las desigualdades sociales, Marruecos tiene una necesidad
terrible de un pacto social de confianza muy a corto plazo. No ha habido
jamás tantas grandes fortunas en Marruecos, vía la especulación
inmobiliaria. Al mismo tiempo, la ayuda a los estudiantes no ha
aumentado desde los años 1980 y ¡ni siquiera permite a los jóvenes coger
el autobús a diario! La corrupción ha invadido todos los sectores del
país. Y como sistema sirve ante todo a los intereses de los ricos, en
detrimento de los demás. El mejor ejemplo, es el consejo municipal de
Casablanca, que se parece a lo que Zola describe en "La Curée":
especulación inmobiliaria sin contemplaciones, desalojar a la gente para
luego apoderarse de sus bienes, y hacer millones a sus espaldas. Estos
dos últimos años, el fenómeno del nepotismo y las desigualdades han
alcanzado un nivel jamás visto".
Fuente: SPS
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