Bruselas clarifica, por vez primera, su posición política ante el conflicto saharaui. La Alta Representante y vicepresidenta de la Comisión Europea, Catherine Ashton, remitió un documento al Parlamento, en la que se admite que Marruecos es la «potencia que administra de facto el Sáhara».
Las relaciones entre la Unión Europea y Marruecos acaban de dar un cambio repentino, después de nueve meses de tiras y aflojas tras el desmantelamiento del campo de la libertad en El Aaiún, en octubre del pasado año, donde hubo decenas de víctimas y centenares de heridos.
Los métodos represivos de la policía marroquí en la ex colonia española, abrieron en Europa una ola de solidaridad institucional que llegó al Parlamento Europeo. El Partido Verde alemán se negó en rotundo a ratificar el Tratado de Libre Asociación, hasta que no se clarificara la soberanía del Sáhara.
El Partido Popular español vio una ocasión de oro para que se primaran las producciones canarias en medio de una polémica comercial que se abrió en 1996, y que supone una pérdida de cuota de mercado para las Islas.
El PSOE, por su parte, lanzó un encendido apoyo en favor de Marruecos, «un vecino delicado con el que nos entendemos en materias como terrorismo, inmigración y lucha contra el crimen organizado», llegó a matizar con énfasis el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar.
En febrero de este año, el Parlamento Europeo lanzó un órdago a la diplomacia europea al exigir al Gobierno de Bruselas, un pronunciamiento oficial sobre el Sáhara. De lo contrario, no votaría el acuerdo de asociación.
Asthon. La semana pasada, la Comisión Europea dio un paso al frente después de tres meses de reflexión para no herir sensibilidades. Según fuentes conocedoras del expediente, los acontecimientos de cambio político en el Norte de África y la dimisión reciente del presidente del Partido Autenticidad y Modernidad, Fouad El Himma (el hombre más influyente de Marruecos después del rey), ha «aligerado» el compromiso de la UE en favor del régimen de Mohamed VI.
En una carta firmada por Catherine Ashton, la Alta Representante de la UE, se admite, por vez primera, que la actividad económica que Marruecos ejerce sobre el Sáhara es legal. «El Sáhara Occidental es un territorio no autónomo (non-self-governing territory, en inglés) y Marruecos es la potencia administrativa de facto». Por lo tanto, prosigue Ashton en el párrafo cuarto, «las exportaciones de productos del Sáhara Occidental, son de facto reguladas por las leyes internacionales (...), y si la administración de facto de Marruecos en el Sáhara es admitida bajo la obligación legal a completar los principales compromisos de la ley internacional [Naciones Unidas], entendemos que es de aplicación la incorporación de productos de agricultura y pesca al Acuerdo de Asociación».
Bruselas adelanta en su misiva a la Eurocámara, que Marruecos «cooperará» en garantizar los beneficios de esas actividades sobre el territorio que fue colonia española hasta 1975».
Ashton subraya que, este año, Marruecos presentará al primer subcomité bilateral, un informe sobre el sector agrícola denominado Plan Verde, que incluirá las actividades sobre el Sáhara Occidental.
Bruselas reitera la «importancia» de llegar a un acuerdo comercial marroquí, considerado como «de especial oportunidad» para las exportaciones europeas.
El Acuerdo de Libre Asociación con Marruecos lleva bloqueado desde diciembre, cuando el Parlamento vetó a la Comisión en la revisión del Tratado. En la actualidad, sigue vigente el acuerdo anterior. El nuevo documento prevé un aumento de las exportaciones agrícolas que disminuiría la cuota de mercado de los españoles, en especial, de las producciones canarias y andaluzas.
Fuente: Canarias7.es
Los métodos represivos de la policía marroquí en la ex colonia española, abrieron en Europa una ola de solidaridad institucional que llegó al Parlamento Europeo. El Partido Verde alemán se negó en rotundo a ratificar el Tratado de Libre Asociación, hasta que no se clarificara la soberanía del Sáhara.
El Partido Popular español vio una ocasión de oro para que se primaran las producciones canarias en medio de una polémica comercial que se abrió en 1996, y que supone una pérdida de cuota de mercado para las Islas.
El PSOE, por su parte, lanzó un encendido apoyo en favor de Marruecos, «un vecino delicado con el que nos entendemos en materias como terrorismo, inmigración y lucha contra el crimen organizado», llegó a matizar con énfasis el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar.
En febrero de este año, el Parlamento Europeo lanzó un órdago a la diplomacia europea al exigir al Gobierno de Bruselas, un pronunciamiento oficial sobre el Sáhara. De lo contrario, no votaría el acuerdo de asociación.
Asthon. La semana pasada, la Comisión Europea dio un paso al frente después de tres meses de reflexión para no herir sensibilidades. Según fuentes conocedoras del expediente, los acontecimientos de cambio político en el Norte de África y la dimisión reciente del presidente del Partido Autenticidad y Modernidad, Fouad El Himma (el hombre más influyente de Marruecos después del rey), ha «aligerado» el compromiso de la UE en favor del régimen de Mohamed VI.
En una carta firmada por Catherine Ashton, la Alta Representante de la UE, se admite, por vez primera, que la actividad económica que Marruecos ejerce sobre el Sáhara es legal. «El Sáhara Occidental es un territorio no autónomo (non-self-governing territory, en inglés) y Marruecos es la potencia administrativa de facto». Por lo tanto, prosigue Ashton en el párrafo cuarto, «las exportaciones de productos del Sáhara Occidental, son de facto reguladas por las leyes internacionales (...), y si la administración de facto de Marruecos en el Sáhara es admitida bajo la obligación legal a completar los principales compromisos de la ley internacional [Naciones Unidas], entendemos que es de aplicación la incorporación de productos de agricultura y pesca al Acuerdo de Asociación».
Bruselas adelanta en su misiva a la Eurocámara, que Marruecos «cooperará» en garantizar los beneficios de esas actividades sobre el territorio que fue colonia española hasta 1975».
Ashton subraya que, este año, Marruecos presentará al primer subcomité bilateral, un informe sobre el sector agrícola denominado Plan Verde, que incluirá las actividades sobre el Sáhara Occidental.
Bruselas reitera la «importancia» de llegar a un acuerdo comercial marroquí, considerado como «de especial oportunidad» para las exportaciones europeas.
El Acuerdo de Libre Asociación con Marruecos lleva bloqueado desde diciembre, cuando el Parlamento vetó a la Comisión en la revisión del Tratado. En la actualidad, sigue vigente el acuerdo anterior. El nuevo documento prevé un aumento de las exportaciones agrícolas que disminuiría la cuota de mercado de los españoles, en especial, de las producciones canarias y andaluzas.
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