(poemas del libro La primavera saharaui. El grito de Gdeim Izik)
En octubre de 2010 se agotó la paciencia de los hijos del Sáhara, y brotó un campamento de 7000 jaimas a 14 kilómetros de El Aaiún. Cada jaima es un bastión infranqueable y una bandera que seguirá flotando en el cielo de la patria hasta la victoria final. Bendita seas tú, jaima. Eres el alma de nuestra tierra y nuestro tesoro más valioso.
Abdurrahaman Boudda
Ayer, hoy y mañana Gdeim Izik
será la vergüenza, de los que no hablaron, ni miraron, ni condenaron.
Ali Salem Iselmu
¿Qué hacer después de poner la otra mejilla?
¿Qué hacer cuando se agota la paciencia?
¿Qué hacer cuando se acaba el día?
¿Qué razones maniatan la ira?
¿Qué pasión anima a retar la tormenta,
a rezar en la vaguada seca de la espera?
Hijo, sólo nos queda la muerte.
Yo ya he puesto mi otra mejilla.
Ebnu
Seco Gdeim Izik, húmeda Dajla, mi pueblo de sabios curtidos,
en la paz del combate hablan.
Salka Embarek
Nayem, extraño es este nuevo habitáculo al que te ves reducido,
tú que sobreviviste la inmensidad de la desesperanza.
Extraño es no estar entre los vivos.
Zahra Hasnaui
Nuestra esperanza despierta con el sol de la mañana,
y el frig de la Hamada se instala en nuestro país.
Bachir Ahmed Aomar
En treinta días de mi vida quise volver a sentir cómo se vive en libertad,
recogí erkaiz, las estacas, y las extensas esteras de esparto de mi jaima,
que había heredado de mi estirpe beduina, y me fui lejos a respirar vientos de libertad.
Bahia Mahmud Awah
Jaimas, jaimas, se alzaron en Gdeim Izik.
Jaimas, jaimas, desafiaron al colono y retumbó la epopeya allá donde fuere.
Se dijo, de una vez por todas: El Sáhara no se vende.
Chejdan Mahmud
Y se hizo la oscuridad, el silencio, no hay pruebas.
Y el mundo se volvió ciego, sordo, inmundo, inmundicia.
Dios se estremeció y volvió a reinar la injusticia.
Larosi Haidar
Esa paz no tenía pelo, ni ojos, ni cuello.
Ni mano generosa, ni promesa con extremidad alguna.
La paz de la que nos hablaron aletarga en un pulcro folio de basura onusina.
Por la arrogancia de ese Consejo Permanente de Hienas.
Limam Boisha
Estos tiempos de robo, de desmán y de despojo,
Gdeim Izik o Sidi Bouseid, o el pan de la discordia
Esta imagen de muertos, de balazos y estas antiguas herramientas.
Mohamidi Fakal-la
Noviembre apuró los caminos del éxodo y tú has elegido pasar hambre a no ser hambrienta.
A tener sed de garganta pero no de palabra.
A vivir en la miseria, a no ser miserable.
A dar tu juventud, toda tu edad, para vivirla con dignidad.
Saleh Abdalahi
Izik, se rompió el miedo,
Gdeim Izik, desafío multiforme
de mi pueblo en resistencia.
Izik, genio cívico y ejemplar,
Gdeim Izik, participación popular.
Salka Embarek
Los crímenes no se pueden ocultar en cualquier parte del mundo, y tampoco la culpa de quien los ha cometido. Pero cuanto más tiempo se cierren los ojos a la impunidad, habrá más violaciones a los derechos humanos, más atrocidades, lo que empujará a lo inimaginable. Como Jatarramla, Gdeim Izik pasará a la historia como un hito en la lucha saharaui por su patria y como símbolo de rechazo a la ocupación.
Ahmed Muley Ali
Organización de las Naciones Unidas, Gobierno de España, comunidad internacional y a quien corresponda, hoy pido la palabra para contar una historia de un lugar que huele a indiferencia, a represión y a olvido. Un rincón del planeta sitiado, mutilado y poblado de gentes nobles que con valentía enarbolan la bandera de la dignidad pues es lo único que no les han podido arrebatar.
Sukeina Aali Taleb
Fuente: Generación de la Amistad Saharaui
En octubre de 2010 se agotó la paciencia de los hijos del Sáhara, y brotó un campamento de 7000 jaimas a 14 kilómetros de El Aaiún. Cada jaima es un bastión infranqueable y una bandera que seguirá flotando en el cielo de la patria hasta la victoria final. Bendita seas tú, jaima. Eres el alma de nuestra tierra y nuestro tesoro más valioso.
Abdurrahaman Boudda
Ayer, hoy y mañana Gdeim Izik
será la vergüenza, de los que no hablaron, ni miraron, ni condenaron.
Ali Salem Iselmu
¿Qué hacer después de poner la otra mejilla?
¿Qué hacer cuando se agota la paciencia?
¿Qué hacer cuando se acaba el día?
¿Qué razones maniatan la ira?
¿Qué pasión anima a retar la tormenta,
a rezar en la vaguada seca de la espera?
Hijo, sólo nos queda la muerte.
Yo ya he puesto mi otra mejilla.
Ebnu
Seco Gdeim Izik, húmeda Dajla, mi pueblo de sabios curtidos,
en la paz del combate hablan.
Salka Embarek
Nayem, extraño es este nuevo habitáculo al que te ves reducido,
tú que sobreviviste la inmensidad de la desesperanza.
Extraño es no estar entre los vivos.
Zahra Hasnaui
Nuestra esperanza despierta con el sol de la mañana,
y el frig de la Hamada se instala en nuestro país.
Bachir Ahmed Aomar
En treinta días de mi vida quise volver a sentir cómo se vive en libertad,
recogí erkaiz, las estacas, y las extensas esteras de esparto de mi jaima,
que había heredado de mi estirpe beduina, y me fui lejos a respirar vientos de libertad.
Bahia Mahmud Awah
Jaimas, jaimas, se alzaron en Gdeim Izik.
Jaimas, jaimas, desafiaron al colono y retumbó la epopeya allá donde fuere.
Se dijo, de una vez por todas: El Sáhara no se vende.
Chejdan Mahmud
Y se hizo la oscuridad, el silencio, no hay pruebas.
Y el mundo se volvió ciego, sordo, inmundo, inmundicia.
Dios se estremeció y volvió a reinar la injusticia.
Larosi Haidar
Esa paz no tenía pelo, ni ojos, ni cuello.
Ni mano generosa, ni promesa con extremidad alguna.
La paz de la que nos hablaron aletarga en un pulcro folio de basura onusina.
Por la arrogancia de ese Consejo Permanente de Hienas.
Limam Boisha
Estos tiempos de robo, de desmán y de despojo,
Gdeim Izik o Sidi Bouseid, o el pan de la discordia
Esta imagen de muertos, de balazos y estas antiguas herramientas.
Mohamidi Fakal-la
Noviembre apuró los caminos del éxodo y tú has elegido pasar hambre a no ser hambrienta.
A tener sed de garganta pero no de palabra.
A vivir en la miseria, a no ser miserable.
A dar tu juventud, toda tu edad, para vivirla con dignidad.
Saleh Abdalahi
Izik, se rompió el miedo,
Gdeim Izik, desafío multiforme
de mi pueblo en resistencia.
Izik, genio cívico y ejemplar,
Gdeim Izik, participación popular.
Salka Embarek
Los crímenes no se pueden ocultar en cualquier parte del mundo, y tampoco la culpa de quien los ha cometido. Pero cuanto más tiempo se cierren los ojos a la impunidad, habrá más violaciones a los derechos humanos, más atrocidades, lo que empujará a lo inimaginable. Como Jatarramla, Gdeim Izik pasará a la historia como un hito en la lucha saharaui por su patria y como símbolo de rechazo a la ocupación.
Ahmed Muley Ali
Organización de las Naciones Unidas, Gobierno de España, comunidad internacional y a quien corresponda, hoy pido la palabra para contar una historia de un lugar que huele a indiferencia, a represión y a olvido. Un rincón del planeta sitiado, mutilado y poblado de gentes nobles que con valentía enarbolan la bandera de la dignidad pues es lo único que no les han podido arrebatar.
Sukeina Aali Taleb
Fuente: Generación de la Amistad Saharaui
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