El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se reúne en el Palacio de Viana con el ministro delegado de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Reino de Marruecos |
Quizás ayer no era el momento o quizás este tema se encuentre en la agenda de la reunión que la semana que viene mantendrá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con su homólogo marroquí, Abdelilah Benkirane, pero lo cierto es que ya va siendo hora de que el Ejecutivo español, gobierne quien gobierne, se ocupe de una asignatura que está pendiente desde mediados de los años 70, cuando la presencia española en territorio saharaui llegó a su fin y España, antigua potencia colonizadora, firmó con Marruecos y Mauritania los 'discutibles'(desde el punto de vista del derecho internacional) Acuerdos de Madrid, por los que se establecía una administración tripartita temporal en el denominado Sahara español.
La temporalidad de esa administración, que no suponía una cesión de soberanía sobre el territorio saharaui, se ha perpetuado en el tiempo, hasta el punto de que el Sahara Occidental es, desde los Acuerdos de Madrid (1975) y desde la salida de las tropas españolas que allí se encontraban, un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Y más de 30 años después, esta vergonzosa situación no ha sido solucionada por ninguno de los Ejecutivos que han pasado por el Gobierno de España. Pero quizás ayer, en el primer contacto que García-Margallo mantuvo con Amrani, todavía no era el momento de abordar este delicado asunto (habrá que dar un margen de confianza al Ejecutivo de Mariano Rajoy), aunque no deja de sorprender que, en la información facilitada por Exteriores, se indique que en esta primera entrevista entre ambos ministros se revisaron "los principales temas de la agenda bilateral e internacional" de ambos países.
Según el comunicado difundido por el Departamento que dirige García-Margallo, en la reunión se trataron con "especial detenimiento las cuestiones regionales", aunque no se detallan los aspectos concretos ni las conclusiones a las que llegaron al término de la misma. Así, el titular de Exteriores y Cooperación se interesó por la nueva etapa política iniciada en Marruecos tras las elecciones generales del pasado 25 de noviembre -según la información facilitada por Exteriores- y puso de manifiesto que el Gobierno español sigue con interés el proceso de reforma constitucional iniciado por el rey Mohamed VI. También expresó García-Margallo "su deseo de profundizar aún más en una relación bilateral que es ya muy estrecha".
También discutieron ambos ministros sobre la situación de las empresas españolas en el país alauita y las posibilidades de ampliar el ámbito de cooperación económica, especialmente en los sectores energético y de comunicaciones, ámbitos en los que ya existen diversos proyectos en marcha. (España es el segundo socio comercial e inversor en Marruecos, con amplia presencia en los sectores industrial, agrícola, inmobiliario, turístico y bancario).
Respecto a las cuestiones regionales, el ministro José Manuel García-Margallo agradeció la labor desempeñada por el Reino de Marruecos en las iniciativas lanzadas en el ámbito mediterráneo, en especial en la Unión por el Mediterráneo (UpM), de la que el ministro delegado Amrani ha sido secretario general hasta su reciente nombramiento. Asimismo, el ministro delegado quiso aprovechar esta ocasión para despedirse oficialmente de su anterior cargo, despedida que aprovechó el ministro García-Margallo para felicitarle por el desempeño sobresaliente de sus responsabilidades al frente de la UpM.
También subraya Exteriores en su comunicado que ambos ministros coincidieron en la necesidad de continuar fortaleciendo el marco de relaciones UE-Marruecos con la próxima aprobación de un nuevo Plan de Acción. El ministro español afirmó que "todas las partes debían esforzarse en buscar soluciones imaginativas a los problemas actuales ya que las relaciones de la UE con Marruecos van en beneficio de ambos países". Finalmente, abordaron temas de la actualidad internacional, tratando con especial detenimiento los procesos de transición política en otros países de la región.
Ahora habrá que esperar a la reunión que el próximo miércoles mantendrá Rajoy con su homólogo marroquí (y probablemente también con Mohamed VI) para saber si el asunto del Sahara se encuentra entre los temas prioritarios del nuevo Ejecutivo español. Como dato anecdótico cabe destacar que, con su visita al país magrebí, el presidente del Gobierno mantiene la tradición que se inició con Felipe González de que la primera visita oficial del jefe del Ejecutivo español se produzca al Reino de Marruecos.
Fuente: ateneadigital.es
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