Para todo seguidor y conocedor del panorama saharaui no le resultan nada sorprendentes los últimos y bochornosos acontecimientos de la expulsión de dos periodistas de La Radio Nacional, así como todo lo referente a la dimisión del ministro de cooperación (Actualmente está otra vez al frente del mismo Ministerio). Nada permanace eternamente oculto y poco a poco se nos está viendo la cara ( yo diría la cola del lobo) que muchos han intentado e intentan vanamente maquillar.
Estamos viviendo las consecuencias de la acumulación de tantos errores durante años de andadura y lo peor es que como mucho los enmendamos con otros errores sin sentarnos a reflexionar y hacer una autocritica seria que nos lleve a ver ¿Qué hemos hecho? ¿Qué hacemos? y ¿Hacia dónde vamos?. El derecho a expresarse libremente es precisamente por el que luchamos para nuestro pueblo y paradójicamente cuando alguno de nuestros ciudadanos lo ejerce lo expulsamos, lo aislamos y lo maltratamos psicológicamente, me pregunto ¿Realmente somos serios en lo que hacemos y decimos?.
Estamos viviendo las consecuencias de la acumulación de tantos errores durante años de andadura y lo peor es que como mucho los enmendamos con otros errores sin sentarnos a reflexionar y hacer una autocritica seria que nos lleve a ver ¿Qué hemos hecho? ¿Qué hacemos? y ¿Hacia dónde vamos?. El derecho a expresarse libremente es precisamente por el que luchamos para nuestro pueblo y paradójicamente cuando alguno de nuestros ciudadanos lo ejerce lo expulsamos, lo aislamos y lo maltratamos psicológicamente, me pregunto ¿Realmente somos serios en lo que hacemos y decimos?.
En un sistema donde reina el oscurantismo y la falta de transparencia, donde los propios ciudadanos desconocemos cómo funciona un sistema que se dice nuestro, donde ignoramos las competencias de cada elemento y de cada institución, donde desconocemos el límite entre el estado y el movimiento y si la política y leyes de uno son las mismas para el otro, o si asistimos a un dos en uno. Muchas interrogantes que desconoce el ciudadano de a pie y esa ignorancia precisamente resulta cómoda para unos dirigentes que prefieren seguir nadando a solas sin cuestionamientos.
Mientras el mundo se descentraliza y se abre cada vez mas, nosotros, contra viento y marea vamos al revés, vamos hacia la centralización total y la personificación de la causa de un pueblo en una persona o un grupo de personas, sale otra interrogante, ¿Es realmente esto compatible con los valores de libertad y justicia por los que luchamos?, ¿Es esto el mejor ejemplo con lo que podemos honrar a los mártires de este pueblo y a presos políticos y luchadores en las zona ocupada?. Está claro que no.
Mientras el mundo se descentraliza y se abre cada vez mas, nosotros, contra viento y marea vamos al revés, vamos hacia la centralización total y la personificación de la causa de un pueblo en una persona o un grupo de personas, sale otra interrogante, ¿Es realmente esto compatible con los valores de libertad y justicia por los que luchamos?, ¿Es esto el mejor ejemplo con lo que podemos honrar a los mártires de este pueblo y a presos políticos y luchadores en las zona ocupada?. Está claro que no.
La expulsión de dos periodistas de la Radio Nacional es claro síntoma de que nuestra realidad dista mucho de lo que decimos o escribimos en papel, luchamos por el derecho de nuestro pueblo a expresarse libremente y callamos bocas en el patio trasero, eso no es nada serio ni nos honra. Ver la paja en el ojo del vecino y no la viga en el ojo propio sería nuestra mejor descripción. Ante hechos como estos es cuando florece lo mejor y mas noble de este pueblo, dígase sus intelectuales y pensadores, en fin gente libre para expresar su apoyo a estos compatriotas, porque callar ante esto hoy es estar dispuesto a sufrirlo mañana en carne propia, si hoy fueron ellos, mañana seremos nosotros u otros. Dialogar desde el respeto y convencer a la gente son armas de los que carecen nuestros dirigentes y recurrir a ese tipo de decisiones en un mundo tan abierto es señal de que actuamos como casi en todo precipitadamente y sin analizar previamente las posibles consecuencias. Hay que señalar que mucha gente simpatiza con nuestra causa precisamente porque se nos tiene denegado ese derecho de expresarnos libremente sobre nuestro futuro, y hechos así solo pueden alimentar la propaganda enemiga de que allí en nuestros campamentos tambien se violan los derechos humanos. Solo puede aspirar a liberar su patria un pueblo libre, las personas deben ser libres primero y luego desde esa libartad personal decidir aspirar a liberar su patria. Libertad primero antes que la liberación esa es la premisa.
Por otro lado la reciente dimisión del ministro de cooperación, sean cuales sean los motivos, me parece acertada y un instrumento moderno de no estar conforme con lo que se hace. El señor Hash Ahmed que está acostumbrado a trabajar lejos del jaleo de Rabuni, ha actuado de forma sensata ya que las otras formas medievales que conocen nuestros dirigentes son la disconformidad (lefgaye3) y con esa abandonan y van de vacaciones con su familia ( casi siempre en otro país) o con su ganado ( que todos tienen y mucho), hasta que se les dé lo que piden sea la tontería que sea, y en caso de no ser así, optan por el retorno al enemigo como forma de vengarse del (centro de todas las decisiones) Mohamed Abdelaziz, y aqui me detengo y sin querer sale otra pregunta. Si nuestros dirigentes disconformes condicionan que se les haga algo a cambio de no volver al enemigo, ¿Realmente están allí dirigiendonos en esta lucha por convicción? ¿ O lo ven como forma de ganarse la vida facil a costa de la miseria ajena?, dado que si no la garantizo aqui, al otro lado me la garantizan si voy con el enemigo han de pensar. Es vergonzoso y doloroso tratar asi a un pueblo que ha dado la vida de sus mejores hijos y sigue librando batallas contra la dura naturaleza y contra el enemigo. La prohibición de la dimisión por parte del Polisario está hecha para entre otras cosas eternecer a los sexuagenarios dirigentes y además para seguir cargando con la culpa entre todos, así les pesa menos. Una medida por tanto dirigida a beneficio de los dirigentes cabecillas y no al del pueblo ni sus aspiraciones en un estado libre y democrático.
Seguimos asistiendo y con impotencia a una obra de mal gusto, donde el gran perdedor es sin duda el pueblo saharaui y sus aspiraciones a la libertad y la independencia, mientras dirigentes priorizan su ego personal y fantasean con una gloria hecha del siroco y del espejismo de la Hamada argelina. Las meteduras de pata de estos dirigentes le bastan al enemigo para seguir mirando desde la distancia y la comodidad como nos desmoronamos nosotros mismos. Solo una presión inteligente de los jóvenes y la capa pensante de este pueblo podría cambiar este panorama gris, lo que está claro es que no se puede estar mirando para otro lado y pensar que vamos bien, luego podría ser demasiado tarde la reacción. Intentar justficar lo mal hecho y alinearse con ladrones y mentirosos y además hacerlo por un plato de lentejas es además de indigno y vergonzoso, miserable. Hecho que solo postergaría el sueño de todos los saharauis de un pueblo libre en un estado libre.
Gadfi Mohamed (ouldahlu[at]yahoo.es)
Fuente: Sahara opinion
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