Este martes ha llegado a Madrid el primer avión con cooperantes de los campamentos saharauis de Tinduf. En él iban varios españoles, pero la decisión afecta también a voluntarios de otras nacionalidades, como Italia, Canadá o Alemania. La vuelta se hace por decisión del Frente Polisario, que es también quien se encarga de organizar y gestionar el viaje. "Los que son prescindibles es aconsejable que de momento no sigan allí, los que son necesarios, como es el caso de los médicos, se pueden quedar" asegura a la Cadena Ser Bucharaya Beyun, representante del Frente Polisario en España.
Una de las voluntarias que llegó ayer a Madrid, Serlinda Vigara, explica que "ayer a mediodía avisaron de protocolo, nos reunimos todos los cooperantes en Rabuni, la central de los campamentos de refugiados, porque podíamos estar en peligro". Por la tarde, cogieron el único avión del día que sale desde Tindúf a Argel, y desde la capital argelina los españoles volaron a Madrid. "Por nuestra seguridad no nos han querido dar muchas explicaciones, simplemente que para no ponernos en peligro a nosotros ni a la gente con la que estábamos allí en el Sáhara, pues que nos fuéramos y cuando se tranquilizaran más las cosas, nos darán más explicaciones", dice Vigara.
Este paso se ha tomado debido a "los acontecimientos que están ocurriendo en Mali", como afirma Beyun, que también considera que la crisis de la planta de gas de In Amenas, Argelia, ya ha llegado a su fin. "Queremos evitar riesgos, no hay porque poner en riesgo a los que no son necesarios. Nos cuesta mucho cuidar a toda esa gente, y por eso, los que no son necesarios es mejor que abandonen la zona por ahora, hasta que cambien las circunstancias", advierte este portavoz del Frente Polisario.
El miedo a que los grupos terroristas de Mali se trasladen o actúen en la zona ya ha llevado, el pasado verano, al Gobierno español a repatriar a los cooperantes en Tinduf. Muchos volvieron más tarde, pero con la advertencia del Ministerio de Exteriores con respecto a la amenaza a la seguridad en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia.
Fuente: cadenaser.com
Los primeros diez españoles que se encontraban en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia han llegado esta mañana a Madrid, tras ser repatriados por el temor a que la acción de los islamistas del conflicto de Mali se extienda a la zona. La decisión, tomada por el Gobierno de Argelia y el propio Frente Polisario, ha obligado también a cooperantes de otras nacionalidades (Alemania, Italia o Canadá) a volver a sus países de origen.
“La orden ha sido sacarnos a todos y dejar en el territorio únicamente a dos cooperantes médicos. Todos los demás, que realizábamos proyectos relacionados con la educación, con el agua o la cultura, hemos tenido que irnos”, ha asegurado a La Marea la cooperante Serlinda Vigara, una de las voluntarias que ha llegado este martes al aeropuerto de Barajas.
Vigara ha explicado que las razones esgrimidas por las autoridades de Argelia han sido, por un lado, “el riesgo de que el integrismo islámico pudiera llegar a los campamentos y pudieran tomarnos como rehenes” y, por otro, no comprometer a los saharauis, que pudieran ser apuntados por albergar a cooperantes occidentales.
El aviso llegó a los voluntarios españoles e italianos, la mayoría, pero también a alemanes y canadienses, sobre las dos de la tarde del día de ayer. Vigara, junto a su grupo de españoles, llevaba apenas diez días en el Sáhara, donde se encontraban organizando cursos de español, inglés, francés y música, además de una escuela de cine.
“El Gobierno español se ha lavado las manos”
La repatriación ha corrido a cargo, según afirman los cooperantes, del Gobierno de Argelia y del Frente Polisario, cuyos militares y representantes les ha escoltado desde los campamentos hasta el aeropuerto de Tindouf.
“Los familiares de algunos voluntarios han llamado al Gobierno de España, pero éste se ha lavado las manos, así que ha sido el Frente Polisario el que se ha encargado de prepararnos el avión de vuelta”, ha asegurado Vigara.
Esta cooperante lamenta la vuelta prematura, pero apunta que no se han sentido mal por abandonar los campamentos de este modo. “El problema es que no nos han dado opción a quedarnos. El hecho de que fuera el Frente Polisario el que nos daba la garantía de que era peligroso nos ha hecho irnos sin la sensación de que les estábamos abandonando”, afirma.
Fuente: lamarea.com
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