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Durante una hora y media que duró la reunión del dia 23 (en El Aaiun) fueron abordados varios puntos, según las informaciones dadas por los participantes presentes en dicho encuentro.
Ross recordó que su gira ”pretende encontrar una solución sostenible, justa y aceptable para ambas partes y promover un nuevo ciclo de negociaciones”.
Su papel de mediador no consiste en proponer soluciones sino intentar imponerlas
Esto invalida las informaciones publicadas en la prensa marroquí estos últimos días, en las cuales se aseguraba que el enviado especial pretendía proponer la fórmula de una confederación entre Marruecos y Sáhara Occidental.
Los representantes saharauis de las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos demostraron, valiéndose de ejemplos, que el enviado no podía confiar en la palabra del régimen marroquí. Subrayaron que el fin de los saharauis era la independencia, y que si son un puñado que hay que creer en el éxito de la ONU por métodos pacíficos. Es importante que el enviado especial sepa que la mayoría de los jóvenes están convencidos que la independencia se ganará sólo retomando la lucha armada.
Las organizaciones informaron a Ross del llamamiento a una manifestación lanzado para el mismo día a las 17h 30 en el Bulevar de Essmara en El Aaiun.
Prueba suplementaria por si es necesario, es que incluso antes de su formación, la manifestación sufrió un ataque relámpago por la policía marroquí.
Es la segunda vez que Ross se reúne con las organizaciones de la sociedad civil saharaui y también segunda vez que una manifestación pacífica saharaui es atacada el mismo día. Esto asemeja a un mensaje de las autoridades marroquíes en la ONU que podría ser ”usted hace lo que usted quiere, y nosotros también“, incluido violar los derechos fundamentales de las poblaciones.
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Las fuerzas de ocupación marroquíes, además de la violencia física sobre las mujeres saharauis, les impusieron la humillación de desnudarlas por la fuerza en la calle. Sultana Khaya, jefe del observatorio de los recursos naturales y de la defensa de los Derechos Humanos en Boujdor, ha sido pegada en plena calle y después introducida dentro de un coche de policía donde continuaron agrediéndola e insultándola. Los policías le quitaron sus pantalones a la fuerza y despues la abandonaron en las afueras de la ciudad. Es la primera vez que este tratamiento degradante y humillante es aplicado sobre una mujer.
Otras tres activistas, Mina Aba’ ali, Laila Lili y Salha Boutngiza, también han sido atacadas por los policías que les quitaron sus pantalones por la fuerza en público.
Según nuestros corresponsales, el presidente del Consejo Nacional de los Derechos Humanos, sección El Aaiún- Smara, preocupado por la situación de las víctimas, se personó en el hospital Hassan Ben Elmehdi donde supuso que los numerosos heridos habían pedido asistencia. Allí, los policías le prohibieron la entrada.
Leila Lili, Hassana Duihi y Bechri Bentaleb acudieron buscando ayuda para ser curados de sus heridas y el hospital se negó a atenderles. Los sanitarios no diagnosticaron la gravedad de las heridas y los enviaron a su casa.
Según otros saharauis heridos interrogados por nuestros corresponsales, no irán al hospital para ser curados por miedo al acoso o las detenciones. El hospital está cercado por las fuerzas policiales marroquíes.
Una estimación provisional tiene en cuenta además 50 saharauis heridos a las 21h 30. (Hora local)
EM, El Aaiun, Sahara Occidental ocupado 23/03/2013
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Fuente: resistenciasaharaui
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