El delegado de la Republica Árabe Saharaui Democrática (RASD) en España, Bucharaya Beyun, culpa a la comunidad internacional de “empujar a los saharauis a volver a la guerra” por su inactividad en el Sáhara Occidental al considerar que es “un conflicto de baja intensidad, en el que no corre la sangre, como en Bosnia o Kosovo”.
Bucharaya Beyun, miembro de la dirección nacional del Frente Polisario, hizo esta denuncia en las VIII Jornadas de las Universidades Públicas Madrileñas sobre el Sáhara Occidental, celebradas en el Rectorado de la Universidad Autónoma, en una intervención no programada y en respuesta a la pregunta de una estudiante.
El dirigente del movimiento de liberación nacional saharaui dijo que desde 1991, en que el Frente Polisario llegó a un alto el fuego, los saharauis esperan que se celebre el referéndum de autodeterminación prometido por la ONU, pero Marruecos pone constantemente obstáculos y consigue que la situación se adapte a sus conveniencias.
“Quienes forzaron una resolución para que se entrase en negociaciones no lo hicieron con la sana voluntad de encontrar una salida, lo hicieron para aparcarnos, para buscar un resultado al margen de la ONU. Esa es la intención que tenían franceses, americanos, británicos y españoles. Francia lideró la vía internacional en el conflicto y países como España han ido a remolque”, aseveró.
Ante un auditorio mayoritario de estudiantes y jóvenes saharauis que plantearon qué no ven salida a un conflicto que dura ya 40 años, Bucharaya insistió en que los habitantes del Sáhara Occidental no están interesados en la guerra y que se apuntaron al “plan de arreglo pacífico” como solución. “Pero eso no significa –agregó- que los saharauis no vuelvan a utilizar instrumentos legítimos de lucha para defenderse, como un retorno a las hostilidades. Nunca hemos estado más cerca de ese momento desde 1991 como hoy”.
Enumeró una serie de hechos: “No hay perspectiva de un referéndum a corto plazo, se siguen cometiendo violaciones de los Derechos Humanos en las zonas ocupadas con un cómplice silencio internacional, se expolian los recursos naturales, la crisis económica afecta a los campamentos de refugiados y a las zonas ocupadas y el apoyo internacional en materia humanitaria se está recortando”.
”¿Qué pueden hacer los saharauis?”, se preguntó, a lo que respondió tajante: “Nos están empujando a posiciones extremas, nos están empujando a la guerra”.
Los saharauis no confían ya en la ONU
A esto añadió el mensaje, negativo, que llega a los jóvenes saharauis: “El Sáhara es un conflicto de baja intensidad y la comunidad internacional intervino en Kosovo, Bosnia o los grandes lagos porque había mucha sangre. Nos están diciendo: hacer correr sangre; ese es el mensaje que nos están mandando”.
Comentó que en los campamentos de refugiados y en las ciudades saharauis se ha llegado a una situación de desconfianza total en Naciones Unidas, en la comunidad internacional, y puntualizó: “La ONU, en el territorio, se está convirtiendo en un instrumento para legitimar la ocupación marroquí, en lugar de ser un instrumento para hallar una solución. Después de 22 años del compromiso internacional para hacer un referéndum, lo que se quiere es desmovilizar a los saharauis, desorganizarlos, agotarlos”.
El delegado del Polisario calificó el actual momento de “difícil y delicado”, tras lo que emplazó a lo que diga el Frente Polisario en su próximo congreso, a finales de 2015: “¿Aceptará seguir en este proceso? No estoy tocando tambores de guerra, pero esta es la realidad. O la comunidad internacional manda señales de que va a adoptar una solución definitiva al conflicto o, por el contrario, está empujando a nuestra población a una situación extrema, a posiciones radicales. Y el derecho del uso de la fuerza es legítimo. Espero que eso no ocurra, trabajamos para que eso no ocurra, pero también tienen que trabajar los demás, la ONU y España sobre todo”.
Prometer en la oposición, olvidar en el gobierno
El primer ministro de la RASD, Abdelkader Taleb Omar, dijo en la clausura de las jornadas de las universidades públicas madrileñas que la saharaui es una cuestión clara desde el punto de vista del Derecho Internacional. El problema sigue, dijo, “porque estamos entre un conflicto de la fuerza del derecho que tiene el pueblo saharaui, frente al derecho de fuerza que quieren utilizar otros”.
Citó como causa principal de este largo conflicto haber perdido al padrino que debía acompañarlos y defenderlos: “La potencia administradora, España, como han hecho todas las potencias coloniales”. “La sociedad civil ha demostrado siempre su simpatía y apoyo, pero los gobiernos han defraudado a los saharauis y a esa sociedad civil”.
En otra intervención, el primer ministro de la RASD recordó a España que el drama que vive el pueblo saharaui “es causa de los infames acuerdos tripartitos de Madrid”, que ninguno de los sucesivos gobiernos ha podido rectificar”. Lamentó que las esperanzas que nacen cada vez que hay un cambio de gobierno “no tardan en despejarse convirtiéndose en nuevas decepciones, enterrando todo lo prometido en periodos de oposición”.
Abdelkader Taleb Omar instó a España, como miembro del grupo de amigos de Sáhara Occidental en la ONU, a la toma de una posición más comprometida con el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y defensa de los Derechos Humanos, ante el próximo Consejo de Seguridad que debe renovar el mandato de la MINURSO.
En esta línea pidió a Francia un posicionamiento acorde con su “tradición de defensa de los Derechos Humanos!” y que no sea “un protector de la política colonialista y represiva marroquí”. Igual solitud hizo a los Estados Unidos, para que continúen con su iniciativa de dotar a la MINURSO de mecanismos para el control de los DDHH.
Marruecos, el principal productor de cannabis
El primer ministro de la RASD destacó las dificultades que suponen la obstrucción marroquí en la búsqueda de una solución y la incapacidad de la ONU para aplicar sus resoluciones, la demanda creciente de la juventud para volver a las armas y los recortes en las ayudas internacionales y sus consecuencias en la vida de los refugiados.
También citó el saqueo permanente de los recursos naturales en las zonas ocupadas por Marruecos, sin que se beneficie la población saharaui, a lo que sumó la gravedad de la implicación de terceros “sabiendo que Marruecos no ostenta soberanía sobre el territorio” y que cualquier acuerdo en este marco carece de legitimidad. Puso como ejemplo el de pesca, firmado entre la Unión Europea y Marruecos, “que constituye una contribución vergonzosa e ilegal al saqueo de los recursos naturales de un pueblo indefenso”.
Abdelkader Taleb denunció la política expansionista de Marruecos, que defiende las llamadas “fronteras históricas” sin límite en el tiempo, que nadie reconoce y que “no existen más que en su fantasía”. “Esto podría suponer para el continente africano y el mundo fuentes permanentes de tensión y desestabilización”.
Y como algo no menos grave citó el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (ONUDD) en el que se determina que Marruecos “es el principal productor y proveedor del mundo de cannabis”, destinado sobre todo a África y Europa, y que el 65 por ciento de las incautaciones a nivel mundial provienen de este país.
El primer ministro dijo que hoy “sobran pruebas para demostrar la conexión que existe entre el narcotráfico y el terrorismo: financiación y colaboración”. Y aseguró que las compensaciones de la Unión Europea para que disminuya el cultivo del cannabis están teniendo un efecto contrario al deseado: “En Marruecos a mayor compensación, mayor cultivo”.
Fuente: elespiadigital.com
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