El país “amigo” de los países europeos, no se puede declarar amigo ni de los derechos humanos, ni del derecho internacional, que viola totalmente todos los acuerdos, convenios e incluso su propia constitución, que para el Majzen (gobierno en la sombra) del Rey no es más que trozos de papel con letras impresas.
Marruecos se ha adaptado a las exigencias internacionales de acuerdo con los consejos de sus gobiernos amigos, de los cuales Francia es el más visible, promoviendo una imagen distorsionada de su sistema político, mostrando una imagen democrática y moderna que no es más que una máscara que intenta esconder el verdadero régimen autoritario y totalitario, que sostiene una monarquía que acapara, según varios analistas económicos internacionales, el 80% de la riqueza.
De acuerdo con los consejos recibidos Marruecos creó el Consejo Nacional de Derechos Humanos y participa en las sesiones de derechos humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, realiza talleres y conferencias como una mujer maltratada y víctima de abuso utiliza el maquillaje para camuflar las manchas y cicatrices. Esta analogía no me surgió por casualidad, ya que la televisión estatal marroquí divulgó un “paso a paso” de cómo esconder con maquillaje los signos de maltrato en un rostro femenino (ver vídeo) en la semana del día internacional de la no violencia contra la mujer.
Mucho se podría escribir sobre los disturbios del RIF, totalmente silenciados por los medios, sobre el hambre de la población que llevó hace unas semanas a la muerte de más de una docena de mujeres que acudian a una distribución de alimentos de caridad, y los cientos de “mujeres mulas” que cargan mercancías con 70 kg peso a la espalda de Ceuta (España) a Marruecos para conseguir un beneficio que no llega a los 20 euros. Todo esto no es una noticia.
Pero una vez más me inclinaré sobre el Sáhara Occidental, por una razón muy simple, si es horrible lo que pasa en Marruecos dentro del propio reino, peor es lo que pasa debido a una ocupación ilegal sancionada a través del silencio cómplice de la mayoría de la comunidad internacional.
Al analizar los últimos años, y meses más recientes hemos visto que el Reino Alauita no puede salir de un comportamiento medieval que es necesario para poder perpetuar una Monarquía corrupta y la explotación continúa de un territorio que ocupó de forma brutal en 1975 y cuya población es masacrada a diario.
Sólo daré 4 ejemplos de este mes de diciembre, que no son desgraciadamente ni inéditos, ni excepción, y muchos más hay para relatar.
LA CAJA CASTIGO
Del 4 al 13 de diciembre Sidi Abdallahi Abbahah y Ahmed Sbaai, dos de los presos políticos saharauis del grupo de Gdeim Izik, condenados a cadena perpetua, presos en la cárcel de Kenitra fueron “castigados”.
Hay que informar que estos dos presos ya se encontraban bajo tortura cuando fueron “castigados” ya que pasaban más de 22 horas al día en confinamiento desde el 16 de septiembre de 2017. Este tipo de confinamiento es considerado tortura según las “Reglas Mandela”, que son una actualización de las Normas Mínimas de las Naciones Unidas para la detención de presos.
El castigo que duró 10 días fue denunciado por las familias de estos dos presos, consistió en palizas brutales y aislamiento total en dos espacios de 1 mx 2 m (tamaño de un colchón de soltero) con un retrete turco, lleno de excrementos, orina, cucarachas y otros insectos, sólo con una minúscula ventilación, con luces encendidas 24 horas, insultados, humillados y amenazados.
Ahmed Sbaai sufre de enfermedad cardiovascular y asma, a pesar de repetidos episodios de falta de aire nunca fue asistido.
Estuvieron en huelga de hambre durante todo el tiempo de castigo.
EL DERECHO A ESTUDIAR
Mohamed Mbarek Lefkir, condenado a 25 años de prisión, también del Grupo de Gdeim Izik y actualmente preso en la cárcel de Ait Melloul, está estudiando desde hace varios años, tenía un examen universitario el pasado lunes 25 de diciembre.
Cuando los guardias lo fueron a buscar a la celda (donde se encuentra en confinamiento diario de más de 22 horas desde el 16 de septiembre), y lo llevaron a la sala donde debía efectuar el examen, le dijeron que se desnudara totalmente y realizara la prueba desnudo. Mbarek Lefkir se negó a desnudarse y fue brutalmente golpeado hasta perder el conocimiento debido a los repetidos golpes y patadas en la cabeza. Los guardias le arrancaron la ropa y le dijeron que era Polisario y por lo tanto nunca le iban ni dejar aprobar un examen, ni estudiar, continuando con los malos tratos y llevándolo desnudo de vuelta a la celda.
EL DERECHO A LA SALUD
Abdel Jalil Laaroussi es el único miembro del grupo de Gdeim Izik en la prisión de Casablanca y está en aislamiento absoluto desde el 16 de septiembre.
A pesar de tener problemas de salud graves resultado de las torturas extremas a las que fue sometido, sigue siendo víctima de negligencia médica, sufriendo de perdidas de sangre diarias desde hace años y tensión arterial extremadamente elevada.
El próximo 15 de enero tendrá exámenes de la Universidad, pero todos sus libros han sido confiscados para impedir que pueda estudiar.
La dirección de la prisión no le entrega ni la comida, ni bienes de higiene esenciales que la familia lleva.
La medicación que se le recetó antes del traslado el 16 de septiembre, ha sido alterada y su estado de salud se está deteriorando de forma visible y alarmante, pero ninguna medida es tomada por la administración de la prisión.
Los contactos con el exterior están limitados a dos llamadas de tres minutos por semana y una visita semanal, pero en las últimas semanas los guardias alegan que el teléfono está averiado y el tiempo de visita de la familia se reduce a 15 minutos.
Laaroussi fue condenado a cadena perpetua y se encuentra a cientos de kilómetros de su tierra natal el Sáhara Occidental y de su familia.
REGLAS MANDELA
Artículo 43, titulado “Restricciones, disciplina y sanciones”, dice expresamente, que, en ninguna circunstancia se admitirán sanciones que caractericen penas crueles, inhumanas o degradantes, estando prohibidas las penas de aislamiento solitario por tiempo indefinido, aislamiento solitario por tiempo indeterminado, entre otras.
En el artículo 44, a su vez, se define el aislamiento solitario en los siguientes términos: confinamiento de presos durante 22 horas o más al día, sin contacto humano significativo.
Además, las reglas clasifican el aislamiento solitario prolongado como “confinamiento solitario por un período de tiempo superior a 15 días consecutivos”.
De acuerdo con una interpretación sistémica de los postulados arriba transcritos, podemos concluir que, en los términos de las Reglas Mandela, el aislamiento prolongado, o sea, el que sobrepasa el período de 15 días, es considerado como una pena cruel.
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