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EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

Carta abierta del Presidente de la RASD al Rey de Marruecos

Bir Lehlu (territorios liberados).- El Presidente Saharaui, Mohamed Abdelaziz, ha llamado al Rey de Marruecos, Mohammed VI, a suscribirse con el derecho internacional para la descolonización del Sáhara Occidental, para evitar más sufrimiento a los pueblos de la región y aislar aún más a Marruecos, en una carta abierta que envió en la víspera del 62 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
"Los que le aconsejan ya sea dentro de Marruecos o en el extranjero a rechazar la democracia a través de la celebración de un referéndum de autodeterminación, están llevando al aislamiento de Marruecos cada vez más y le trae más complicaciones, además de generar una explosión en la región. Esta situación va en contra de los intereses de Marruecos y su estabilidad", dijo el presidente saharaui en una carta publicada por el diario argelino echoroukonline.com.

Texto integro de carta:

CARTA ABIERTA A SU MAJESTAD MOHAMED VI, REY DE MARRUECOS

"Bir Lehlu, a 05 de diciembre de 2010

Majestad,
En una grave evolución de los acontecimientos referentes al arreglo pacífico del conflicto del Sahara Occidental, a la estabilidad en la región, a las relaciones de fraternidad y a la inexorabilidad de una buena vecindad entre los dos pueblos, el saharaui y el marroquí, como opción estratégica que siempre hemos aspirado a fortalecer y consagrar, lejos de cualquier eventualidad, hemos podido constatar cómo se hacía coincidir deliberadamente con el primer día de la nueva ronda de encuentros informales entre las dos partes en conflictos bajos los auspicios de Naciones Unidas en Nueva York. El mundo pudo ver lo que aconteció en la madrugada del pasado 08 de noviembre de 2010, las imágenes del pacífico campamento de Egdeim Izik en llamas y los desplazados al mismo no corrieron mejor suerte; las mujeres sufrieron los tratos más deshonestos en avanzadas horas de la noche, los ancianos vieron como se atentaba como contra su honor y su respeto de forma despectivas, y los niños se hallaron frente a un ejército que no tuvo reparo en enfrentarse a unos civiles inermes que para reprimirles no dudó en utilizar armas de fuego, la tortura, las violaciones, la intimidación y los secuestros.
Todo esto fue por una sencilla razón, y es que unos 30.000 civiles saharauis decidieron, desde principios de octubre pasado, concentrarse y reivindicar pacíficamente, de forma cívica que se corresponde con el espíritu del S. XXI, unas demandas legítimas referentes al derecho a una vida digna en sus tierras, a poder disfrutar de sus riquezas naturales y de que se respeten los derechos humanos de los saharauis en lo que referente a expresarse libremente sobre su derecho a la autodeterminación.
Acto seguido, las autoridades marroquíes decidieron deliberadamente involucrar a más dispositivos securitarios y militares para reprimir brutalmente a cualquiera que guarde relación alguno con los saharauis de forma indiscriminada; bien mediante asesinatos, secuestros colectivos, torturas salvajes, violaciones o bien mediante allanamientos de moradas para terminar azuzando a los civiles marroquíes para amedrentar a sus hermanos saharauis.
Al hilo de lo anteriormente citado, y con una indiferencia total a los cambios que se están experimentando el mundo que hay a su alrededor, constatamos como las autoridades marroquíes lanzan una campaña de confrontación con la Comunidad Internacional, que dista muchísimo de los compromisos que Vd. había contraído desde 1999 en lo que a aperturismo, transparencia, respeto de los derechos humanos se refiere. Una campaña que se traduce en el cierre del territorio a los observadores internacionales, a la prensa independiente, a los parlamentarios extranjeros así como el trato vejatorio que recibieron todos aquellos, que a duras penas pudieron acceder a la ciudad de El Aaiún, a la hora de comunicarles la expulsión que les tenían preparada.
El balance: miles de heridos, detenidos, desaparecidos y una lista incompleta de muertos. Además de las condenas que ha generado en diferentes latitudes en las que se tilda a su país de opresor, de genocida, de violar flagrantemente los derechos humanos, de censurar la libertad de expresión, de instigar al odio y al racismo entre marroquíes y saharauis.
Supongo, que un momento como éste, debe constituir para Su Majestad un motivo más que suficiente para buscar con cierta lucidez la respuesta de quién asume verdaderamente la responsabilidad de esta grave deriva, y al servicio de quién están aquéllos que no dudan en aprovechar cualquier incidente para complicar aún más el conflicto, valiéndose de cualquier excusa para conducir el mismo al estancamiento, que con toda certeza no augura nada bueno.

Majestad,
En lugar de que el Gobierno marroquí tome la iniciativa para depurar responsabilidades entre aquéllos que transformaron la concentración pacífica, que tuvo lugar a las afueras de la ciudad ocupada de El Aaiún, en una grave herida que sigue sangrando hasta el día de hoy; prefirió adoptar la antigua política de “huida hacia delante”, escogió un discurso equívoco, que contribuyó y sigue contribuyendo, salvo que asumamos nuestras responsabilidades ante la Historia, en generar las causas para una nueva deriva que puede resultar mucho más catastrófica para todos nosotros.
A nivel de la opinión pública internacional, y pese al marcado carácter pacífico y pacifista del campamento de Egdeim Izik desde el primer día en que se levantó como reconocen todos incluido el Gobierno marroquí, las autoridades marroquíes no cesan en endilgar un discurso estrambótico que lleva por título pescar en aguas turbias propenso a estigmatizar a los miembros del Comisión Organizadora del citado campamento al inculparles sin fundamento alguno de su pertenencia a una organización terrorista y calificar a los mismos de criminales, traficantes de droga y fugitivos de la justicia.
Todas estas falsas acusaciones entre otras, de la misma forma que refleja una clara intención para alejar la vista con la máxima celeridad posible de la escena del crimen mediante la ocultación de las pruebas incriminatorias al levantar una polvareda con acusaciones infundadas y la falsificación de pruebas, denotan la falta de la más mínima voluntad entre las autoridades marroquíes para realizar un esfuerzo responsable ante el mundo, y ante los dos pueblos, el saharaui y el marroquí, de asumir y hacer que se asuman las responsabilidades derivadas de una brutal agresión de esta envergadura.
La versión oficial marroquí de esos lamentables incidentes ha resultado ser tan inverosímil como ridícula al mismo tiempo, puesto que es imposible por mucho que se recurra a la “confusión, la falsificación e incluso tratar de burlarse descaradamente de la inteligencia humana” convertir a las numerosas unidades del ejército y los dispositivos policiales muy bien pertrechadas, que intervinieron en el violento desmantelamiento del campamento, en miles de artistas plásticos de gran sensibilidad que diseñan con colores el camino de retorno a El Aaiún; y por el contrario los miles de mujeres, niños ya ancianos que se había desplazado al lugar desde hacía 30 días se convirtieron en asesinos violentos, sedientos de sangre, unos forajidos en manos de unos peligrosos terroristas.
Son acusaciones que rápidamente fueron desmentidas por diversas partes internacionales, organizaciones de los derechos humanos, observadores independientes y despachos de prensa desde la misma ciudad de El Aaiún que sitúan esas demandas en su contexto natural por enmarcase dentro del proceso de la resistencia popular pacífica, que está teniendo lugar en el Sahara Occidental desde 2005, y que recrimina al Estado marroquí su incumplimiento a sus compromisos internacionales en lo referente a la organización del referéndum de autodeterminación así como su rechazo a sus políticas que pretenden marginar de forma sistemática a los saharauis, debilitar el poder adquisitivo de los mismos y explotar sus recursos naturales.
Sería menester recordar, particularmente, los informes elaborados por prestigiosas organizaciones internacionales de los derechos humanos sobre el marcado carácter pacífico del campamento, de sus reivindicaciones cívicas, del dialogo pacífico y de buen talante que demostró la Comisión Organizadora desde el primer día. Añádase a eso, el posicionamiento de los representes de algunos países influyentes que no solo desmiente categóricamente dichas acusaciones sino que afirman la falta de pruebas y de razones estratégicas que avalen las alegaciones marroquíes referentes a la existencia de alarma terrorista en el Sahara Occidental. Esas mismas fuentes calificaron a los incidentes del pasado 08 de noviembre de 2010 de una manifestación más de la violencia política existente en ese territorio desde hace años.
A nivel de la opinión pública marroquí, las autoridades marroquíes, y en particular algunos círculos muy influyentes, siguen jugando un partido, en el que no hay más que un solo equipo, en el que se juega con fuego al avivar las llamas del odio, instigar a las trifulcas de tintes racistas, azuzar algunos sectores de la población civil marroquí contra la población civil saharaui e incitarles a cometer los peores crímenes contra los mismos, allanar sus moradas y saquear sus bienes con el propósito de generar una espiral de violencia, cuyos términos, son préstamos, lamentablemente del diccionario del Apartheid que tuvo lugar durante la época de la segregación racial en Sudáfrica.
El lamentable resultado fue que se desató una ola de odio, que terminó llegando a las aulas entre los estudiantes y por extensión a todos los puntos de convivencia entre saharauis y marroquíes, en las esquinas de las avenidas y de las calles, a la entrada de las cafeterías y en las plazas públicas, generando una auténtica espiral de violencia que amenaza no solo con socavar todos los esfuerzos tendentes a alcanzar un arreglo pacífico al conflicto sino a la estabilidad de nuestros dos países y a la región en su conjunto.

Majestad,
Todavía estáis a tiempo para meditar con cierta lucidez de cómo se ha deteriorado la situación y que podría seguir deteriorándose si el Gobierno marroquí continúe empecinándose en incumplir el compromiso para el arreglo internacional en base a la organización de un referéndum de autodeterminación que fue acordado por las dos partes en conflicto, y adoptado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en junio de 1991, por tratarse de un arreglo democrático, justo e imparcial que va más allá de las posiciones de las dos partes al estar supeditado de forma transparente a la soberana voluntad del pueblo saharaui, lejos de cualquier forma de coacción.
Cuando Vuestro difunto padre, Hasan II, compareció ante la 37º Sesión de la Asamblea General (septiembre de 1983), dirigiéndose a los presidentes y monarcas de todo el mundo dijo que “Marruecos quiere haceros testigos de que opta por el referéndum, y estaría dispuesto a organizarlo mañana mismo si así lo deseáis. Está dispuesto a facilitar el despliegue de los observadores internacionales, declarar el cese al fuego para que tenga lugar un plebiscito popular justo y transparente...Marruecos se compromete ante Vds. de que respetaría cualquier resultado que arroje el referéndum”. Eso fue la encarnación del inicio de un cambio de actitud que denota una firme convicción en la imposibilidad de que se corone con éxito la lógica de la fuerza en silenciar la voz del pueblo saharaui y de la necesidad de que se acate de forma democrática la voluntad del mismo.
El anuncio de Vuestro difunto padre, que hizo coincidir con la visita que realizó a Londres en (julio de 1987) de que “Marruecos estaría dispuesto a abrir una embajada en cualquier ciudad que los saharauis pudieran elegir como capital para su país en caso de que el referéndum de autodeterminación arrojara la independencia del territorio”. Eso denota realmente un conocimiento profundo de la naturaleza del conflicto y del elevado precio que tuvieron que pagar los dos pueblos, el saharaui y el marroquí, a lo largo de esos largos años de guerra cruenta.
Al responder Vuestro difunto padre al ex Enviado Personal de Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. James Baker, durante el primer encuentro entre ambos (abril de 1997), reiterando “no quiero más que un referéndum de autodeterminación”, tres veces; él que es célebre por sus vaticinios, anuncia con antelación el insalvable fracaso al que estaría abocada cualquier concepción que se pudiera tener para un arreglo que no se enmarcara dentro del referéndum de autodeterminación.
Tras muchos años de cruentos enfrentamientos y de dilapidación de los recursos de los dos pueblos, el saharaui y el marroquí, en sufragar el elevado coste de la maquinaría de guerra, llegó Vuestro difunto padre a esa firme convicción y decidió, con toda valentía, entrar en un parteneriado para lograr una paz justa sobre esas bases.
Y pese a que continuamos creyendo de que todavía estáis a tiempo para sacar las conclusiones necesarias de esa retahíla de sucesos lamentables e incesantes que han acaecido en el territorio desde que el Gobierno marroquí anunciara su rechazo frontal a la celebración de un referéndum de autodeterminación; el últimos de estos crueles episodios es el que tuvo lugar durante el desmantelamiento del “campamento de Egdeim Izik” con todo lo que ha supuesto en cuanto a crueldad se refiere, y por consiguiente tomar la decisión adecuada para retomar el espíritu del arreglo pacífico y justo, pero nos tememos más de lo que Vd. pudiera temer, de que algunos empujen a Vuestro Reino para que persista en el camino errático, que conduciría, Dios no lo quiera, a otros años de escaladas y de enfrentamientos para que podamos volver nuevamente a la normalidad. No existe otra vía para un arreglo al conflicto salvo la de allanar el camino para que los saharauis se pronuncien mediante un referéndum, libre, democrático y transparente bajo los auspicio de las Naciones Unidas.
“Egdeim Izik” constituye el resultado natural de la posición del Gobierno al renunciar a sus compromisos internacionales, y por consiguiente no es un caso aislado ni el tiempo ni el espacio, sino la coronación lamentable de un cúmulo de desaciertos y una prueba fehaciente de lo que veníamos advirtiendo y que habíamos alertado a su Majestad sobre el mismo en el pasado al referirnos al conjunto de amenazas y retos que nos acechan a todos debido a la renuncia del Gobiernos marroquí al proceso de paz que debe asegurar al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación.
Esas mismas advertencias las recogió un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y que enfatiza en el primer párrafo de sus recomendaciones en que todas las violaciones de los derechos humanos registradas en el Sahara Occidental son el resultado de forma directa de negarle al pueblo saharaui a ejercer su derecho a la autodeterminación: y mientras Su Majestad no tome la iniciativa de saldar la mayor deuda del Reino de Marruecos con la Historia permitiendo la celebración de un plebiscito popular y democrático, tanto el territorio como la región, incluido el Reino de Marruecos, estarían expuestos a una serie de eventuales peligros.

Majestad,
La apremiante situación y delicado viraje en el proceso de arreglo pacífico y en la región en su conjunto a raíz de la masacre de “Egdeim Izik” deben constituir motivo más que suficiente para evitar que no sea aprovechada por algunos círculos que se esmeran en instigar para que las cosas vayan en una dirección contraria a los intereses de Vuestro Reino, a generar más desaciertos y un clima de tensiones y escaladas cuyos resultados sería catastróficos para todos.
El delicado viraje hace que Vuestra cita con la Historia, esta vez, sea de mayor calado dado la gravedad de la herida que sigue sangrando en El Aaiún como en el resto de las ciudades saharauis, así como el olor del odio chovinista que se desprende en cualquier punto del mapa del territorio como en el interior de Marruecos contra cualquier saharaui siguiendo directrices claras de círculos de poder marroquíes muy influyentes y que realmente engendra indicios muy preocupantes para el futuro de nuestro dos países como para nuestra región a no ser que Vd. personalmente interceda para poner término a este peligroso deriva.
Derramar la sangre de los saharauis durante los sagrados meses del Islam, las violaciones de las saharauis, deleitarse con la tortura de los saharauis y disfrutar escuchando sus gemidos así como amedrentarles a diario no podrán constituir motivo de orgullo ni un elemento de gloria para su trono.
La Historia más reciente, en Timor Oriental, Sudáfrica y Namibia entre otros, nos ha demostrado que prácticas de esa índole fueron sinónimo del abuso una vez que se halla en fase terminal, y del oscurantismo antes de salga el sol de la justicia al final; y denota debilidad pese a la brutalidad de la represión.
En el Frente Popular para la Liberación de Saguia El Hamra y Riode Oro no deseamos ver un Marruecos débil porque tenemos la firme convicción de que la paz justa solo la pueden alcanzar los valientes; de igual forma que no nos gustaría ver a un Marruecos aislado internacionalmente, como es el caso, porque el aislamiento conduce a una introversión acentuada que a su vez podría suponer una amenaza de suicidio.
Todos aquéllos que aconsejen, sea desde dentro o desde fuera, alegando la preservación de la estabilidad del Reino, el rechazo frontal a seguir la lógica de la época y aceptar la práctica democráticas que encarna la celebración de un referéndum de autodeterminación; lo que están logrando es un mayor aislamiento, complicar las cosas más de lo que están, que genera un clima de tensiones y escaladas que puede derivar en una situación explosiva dando lugar a diversos escenarios que distan muchos de los grandes intereses estratégicos del Reino de Marruecos y de su estabilidad.
En un momento en que nos disponemos a celebrar el 50º Aniversario de la adopción de la Resolución 1514 (XV) por parte de la Asamblea General relativa a la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales; y nos preparamos para enviar a nuestras dos delegaciones para participar en una nueva ronda de encuentros directos bajo los auspicios de las Naciones Unidas, nos complace instaros a sacar la mayor conclusión de esos lamentables incidentes y de que unáis vuestras manos a las nuestras que la tendemos para lograr una paz verdadera, justa y duradera, para hacer que cicatricen las heridas de un pasado sangriento mediante los bálsamos de un futuro próspero; aprovechar la histórica oportunidad que se nos brinda para evitar mayores sufrimientos a nuestros dos pueblos y sentar las bases necesarias para hacer realidad nuestras legítimas aspiraciones en la edificación de un Magreb , unido, próspero, que aglutine a todos los países de la región en pie de igualdad.
Para tal propósito, Vuestra Majestad está llamada, mas que en cualquier otro momento, para honrar las memorias de Vuestro difunto padre, Hasan II, y de cumplir los compromisos y los acuerdos internacionales que suscribió con el Frente POLISARIO que estipulan respetar la voluntad del pueblo saharaui mediante la organización de un referéndum de autodeterminación, libre, democrático y transparente bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

Reciba, Majestad mi más alta y distinguida consideración

Mohamed Abdelaziz,

Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática

Secretario General del Frente POLSARIO
Fuente: SPS 

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