Por Alfonso Lafarga / Contramutis / El pueblo saharaui espera un pronunciamiento del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque las primeras señales no han sido alentadoras; mientras, el Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Horst Köhler, ha provocado la primera decepción entre los saharauis en su visita a los territorios ocupados por Marruecos.
Durante la estancia del Enviado de la ONU en el Sáhara Occidental que Marruecos invadió a finales de 1975, las manifestaciones saharauis a favor de la autodeterminación fueron duramente reprimidas en las ciudades de El Aaiún, Smara y Dajla: la policía marroquí, con efectivos uniformados y de paisano, hirió a más de 125 personas, entre ellas un joven de 18 años que se encuentra en estado crítico, y efectuó varias detenciones.
El Enviado de la ONU informó en una nota de sus reuniones “con autoridades locales, miembros de un gran número de organizaciones de la sociedad civil y miembros de la comunidad empresarial”, subrayando “la importancia de progresar hacia una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable para el conflicto que proporcionará la autodeterminación del pueblo saharaui”. Köhler fue informado “sobre la situación social y económica y sobre la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental”; “el uso correcto de los recursos naturales” fue otro tema que sus interlocutores “abordaron repetidamente”.
Ni palabra sobre la brutal represión contra la población saharaui, a pesar de que Köhler, según el Ministerio saharaui de las Zonas Ocupadas, fue testigo de las manifestaciones por la libertad de los presos políticos y la independencia “ante la mirada de dos patrullas de la MINURSO (la misión de NNUU) que, “por primera vez desde 1991”, salieron “de sus holgados hogares para ver lo que acontece a su alrededor”. Tanto la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos (ASVDH) como el Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA) informaron al Enviado de la ONU de la represión marroquí.
Por un Sáhara Libre / Köhler enfatizó en la necesidad de una solución que abra las puertas a la inversión extranjera y creación de empleo en la región, más preocupado por la economía y la inversión extranjera que con la ocupación y la máquina de represión del ocupante, con detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas, apropiación de la cultura, imposición de la nacionalidad marroquí a los saharauis, “marroquinización” de los nombres saharauis… Apuntó que la inversión extranjera crea puestos de trabajo que ocupan los colonos marroquíes que, con el beneplácito de las autoridades, maltratan, asaltan y ocupan las casas de los saharauis.
Hay esperanza
Mientras tanto, las autoridades saharauis esperan que el Gobierno de Pedro Sánchez se pronuncie sobre el conflicto del Sáhara Occidental, aunque el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Josep Borrell, apuntó en Rabat el 28 de junio que se trata de continuar el mismo camino de anteriores Gobiernos por ser un tema de Estado.
Para la delegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, aún hay esperanza a pesar de lo que dijo Borrell, “en la medida en que nos dicen que hay una nueva dinámica en la política” y confía en que “se subsanen errores no rectificados, que son una injusticia hacia la población saharaui”. ¿”La alternancia en el Gobierno no implica un cambio de política”?, se preguntó en rueda de prensa en Madrid la dirigente saharaui, que relató que aún no han tenido contacto con el Ejecutivo socialista.
Bulahi pidió al Gobierno de Pedro Sánchez que no mire hacia otro lado en el conflicto de Sáhara, que defienda los derechos de los saharauis, que abandone la “indiferencia” de España con la causa saharaui y que no contribuya al “saqueo” del Sáhara, según reflejaron las agencias EFE y Europa Press y Contramutis.
Ante la represión sufrida por el pueblo saharaui durante la visita de Köhler, el Intergrupo por el Sáhara Occidental del Congreso de los Diputados pidió al Gobierno que convoque al embajador Marruecos, que eleve una denuncia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, del que ahora España forma parte, y que solicite protección para la población civil saharaui hasta que la MINURSO no asuma la protección y promoción de los Derechos Humanos.
En la misma línea, en la masiva “Marcha por la paz” celebrada en Sevilla el 7 de julio y “ante la brutal represión marroquí en el Sáhara Occidental” se denunció “la escalofriante indiferencia de los sucesivos Gobiernos de España” y se exigió al Gobierno de Sánchez “que se haga eco del sentir mayoritario del pueblo español y denuncie esta grave y persistente situación de violación de los derechos humanos”.
En junio, como en meses anteriores, los Derechos Humanos fueron vulnerados a diario en los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos, en ciudades del sur marroquí con población saharaui y en cárceles marroquíes con presos políticos saharauis, según organizaciones sociales y medios de información saharauis, tanto oficiales como independientes, como muestra la siguiente relación:
Leer completo en pdf: Junio saharaui 2018
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