Pretende la revista ´HOLA´ que sus lectores, entre los que
se incluyen algunos incautos para los que la Historia no es su fuerte,
crean a pies juntillas que el Sáhara es marroquí, que siempre perteneció
al Reino de Marruecos y que todas las maravillas, debidamente
almibaradas que nos muestra en sus fotografías y comentarios, el ya
mencionado Muñoz, se deben al buen gobierno de Mohamed VI.
Los subtítulos y el texto del reportaje están intencionadamente
manipulados y falseados, y repiten por doquier que el Sáhara es
marroquí. Curiosamente a Muñoz le da por llamarlo “Sáhara atlántico”,
¿será para diferenciarlo del Sáhara Occidental así reconocido por la
ONU, e intentando, por tanto, que quede libre de polémica?
Para vergüenza del lector, en el último ejemplar de la revista,
fechada el 5 de enero de 2011, los comentarios realizados por el
“aventurero” Muñoz y su mujer Kalina, hija del ex Rey en el exilio, Simeón de Bulgaria, significan un atentado moral contra los verdaderos saharauis, al que Muñoz dice defender pero sin reconocerlos como pueblo, ¡que ironía!.
Muñoz es embajador de buena voluntad de la UNESCO y dice textualmente en ese reportaje que “mi deber es mantener las tradiciones y la identidad de los pueblos”,
pero si sigue por estos derroteros no se hará merecedor de ese título,
pues el territorio saharaui y su pueblo siguen reconocidos por la ONU
como pendientes de descolonizar y son merecedores de toda la protección,
cosa que no hace Muñoz al hablar solo de “las tribus saharauis de Marruecos”, y por lo tanto dando por sentado que lo saharaui es marroquí.
La larga y oscura mano de los servicios de Inteligencia marroquíes hace tiempo que, supuestamente, se coló en la revista ´HOLA´ a través de este pseudoagente encubierto y revestido de “glamour”,
con la aquiescencia de los directivos de esa publicación, pues es de
suponer que no son idiotas. Es lógico deducir que ellos prefieren
presentar bellos reportajes manipulados, con fotografías de las mil y
una noches, a pesar de que el precio a pagar sea atentar contra el
derecho internacional y los derechos del verdadero pueblo saharaui, que
nunca ha sido marroquí, y que sigue esperando el referéndum de
autodeterminación, aprobado en todas las resoluciones de la ONU.
Ni una palabra de esto dice el supuesto “aventurero” y “embajador del Sáhara”, Kitín Muñoz, ni una sola referencia a la ocupación ilegal del territorio por parte de Marruecos. ¿Podría aportar Muñoz
un solo argumento jurídicamente válido y aceptado por la comunidad
internacional que pruebe que esa ocupación no es ilegal? No,
rotundamente no podría.
Lo grave de este asunto es que la revista´HOLA´ se publica
en muchos países y en diversos idiomas y penetra sigilosamente en las
mentes de aquellos que desconociendo la Historia solo conocen del Sáhara
Occidental lo que ve en esos reportajes falseados. Y mientras tanto Mohamed VI encantado de que sus tesis vayan calando sin que se note.
Militares Españoles en el Sahara |
¡Repite siempre una mentira y la convertirás en verdad! Por su parte, el “aventurero” Muñoz´HOLA´
está del lado de la Justicia y no debería prestarse a seguir haciendo de
altavoz del dictador. Todavía tiene tiempo de rectificar.
Nota aclaratoria
Entre 1937 y 1940 era Gobernador del Sahara el teniente coronel Antonio de Oro Pulido. Nada más terminar la guerra civil española, ordena al capitán Enrique
Alonso Allustante que elija un lugar donde construir un destacamento
militar que reuniera condiciones de habitabilidad. El capitán Allustante se fijo en un lugar denominado por los nativos Aaiun, debido a las numerosas fuentes de agua que había.
El primer pozo que abrió lo cubrió con adobes dándole forma de igloo,
pues este tipo de construcción permitía una cámara de aire que evitaba
en parte el excesivo calor interior. Esta forma de medio huevo en los
techos se generalizó en la nueva ciudad que nacía, al punto de que en
lo sucesivo la gente se refería a ellos como los “huevos de Alonso“.
Esta nota viene a cuento de los intentos de Marruecos de popularizar la forma francesa al denominar a El Aaiún como l’Aiun con apostrofo. Lo mismo ocurre con el cabo Bojador que los marroquíes le dan forma francesa llamándolo Boujdour.
Pero tanto El Aaiún como Bojador no son palabras francesas y su grafía
debe ser Aaiún y Bojador. Esto debería saberlo el intrépido señor kitín Muñoz. En la actualidad la ciudad del Aaiún es la más importante del sur y no es marroquí, sino saharaui.
Fuente: Sahara Today
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