El arqueólogo Andoni Sáenz de Buruaga (Vitoria, 1956) se siente un "catalogador de la realidad". El lugar en el que el equipo que dirige cataloga es la región del Tiris, una vasta llanura del Sáhara occidental, que se encuentra bajo el control del Frente Polisario. La zona es rica en yacimientos arqueológicos y tierra de una cultura nómada en retroceso que ha quedado reflejada en el libro Pinceladas de un desierto vivo desde la región del Tiris, en las tierras libres del Sáhara occidental, editado por el Gobierno vasco.
Profesor del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco, Sáenz de Buruaga se dedica en exclusiva a la investigación del Tiris desde hace tres años. Su trabajo de campo en el Sáhara comenzó en 2005 con el apoyo económico del Gobierno vasco. Desde entonces, ha realizado 10 misiones en el Sáhara, de una duración media de un mes cada una. En los últimos tres ejercicios dos campañas anuales intensivas han permitido ampliar las investigaciones arqueológicas hacia la antropología y la lingüística. Ya no sólo observan las piedras, los abundantes monumentos funerarios y rituales que encuentran en el desiertos o las pinturas rupestres, ni los restos de en las orillas de los antiguos lagos y los pozos que relatan los cambios climáticos a lo largo de miles de años. Gracias a la convivencia con los beduinos están estudiando una cultura nómada que camina hacia su desaparición. "Tenemos la responsabilidad de salvaguardar esos elementos antropológicos", explica.
El proyecto del Tiris empezó con una subvención anual de 27.000 euros. Este año, el Departamento de Cultura ha destinado al proyecto 66.500 euros. Ayer, Sáenz de Buruaga presentó sus investigaciones y el libro que las recoge ante la Comisión de Cultura del Parlamento vasco. El arqueólogo se siente orgulloso de haber dedicado ese esfuerzo a "poner en valor la riqueza patrimonial de un territorio". "Hemos sido capaces de levantar la primera secuencia de poblamiento del lugar", destacó. "Una región científicamente desconocida pasa a ser una referencia". Cuando empezaron a trabajar en 2004 estaban localizados 15 yacimientos en el Tiris; a finales del pasado año habían elevado el número de registros a más de 500.
El trabajo de Sáenz de Buruaga es científico pero también una forma de cooperación con el pueblo saharaui. Ante la comisión de Cultura defendió la necesidad de proseguir las investigaciones en el Tiris para seguir difundiendo la riqueza patrimonial de la zona e instruyendo a los saharauis. "No debemos olvidarnos, con un fraternal aliento del pueblo saharaui, con el deseo del reconocimiento de la dignidad y la soberanía y de un futuro más venturoso", dijo.
Fuente: elpais.com
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