FUERTE PRESENCIA POLICIAL Y MILITAR EN LAS CIUDADES OCUPADAS DE EL AAIUN Y SMARA.
Tras el desmantelamiento violento de Gdeim Izik, la población saharaui de
los territorios ocupados del Sahara Occidental, sigue sufriendo la
represión, con una ocupación permanente de tropas y efectivos de las
fuerzas armadas de seguridad que operan indiscriminadamente en el
territorio.
Los
miembros de esta Fundación, desplazados a las ciudades de El Aaiun y
Smara, entre los días 1 al 3 de abril, han podido constatar las
consecuencias de los violentos sucesos sobre la población, mediante la
recogida de testimonios y de las secuelas en las ciudades ocupadas.
El control del aeropuerto de El Aaiun es férreo, produciéndose interrogatorios a los viajeros extranjeros que no tienen relación con los servicios secretos
o que no son conocidos por las autoridades marroquíes, pudiendo
comprobar que a algunos viajeros españoles que saludaban efusivamente a
la policía, que vestía de paisano, no se les requirió información
sobre los motivos de su viaje. Sin embargo, a los miembros de esta
misión se les interrogó sobre los motivos del viaje, a pesar de conocer
sus profesiones e identidades.
El hotel donde residía la misión en El Aaiun fue controlado permanentemente,
tanto dentro como fuera. Igualmente, los desplazamientos dentro de la
ciudad, fueron seguidos y controlados en todo momento. Incluso, unas
horas que los miembros de la misión estuvieron en lugares distintos,
cada uno de ellos tenía un grupo de policía secreta siguiendo su
recorrido.
En los desplazamientos de la ciudad de El Aaiun hacia Smara, la misión sufrió3 controles:
2 de la policía de los GUS y 1 de la Gendarmería Real. En todos ellos
se procedía a la identificación de los ocupantes del vehículo, sufriendo interrogatorios
respecto de los motivos del viaje, mientras que otros vehículos
pasaban sin ser retenidos. En el último de los controles fueron
convocados al puesto situado un kilómetro antes de la ciudad de Smara, los responsables de los diferentes cuerpos, muchos de ellos de paisano. Hasta que no llegaron 3 vehículos de las fuerzas de seguridad, no se permitió continuar al camino a la misión. Tras
reanudar la marcha, siempre seguidos por los 3 vehículos antes
mencionado, la misión entró en la ciudad de Smara y en una parada en una
gasolinera, se pudo comprobar como, desde esos vehículos, se
estaba fotografiando a los miembros de la misión, así como a sus
acompañantes con claro fin intimidatorio ya que, en ningún momento,
ocultaban sus máquinas fotográficas.
En
el camino hacia Smara, pudo comprobar la misión como el lugar donde se
estableció el Campamento de Gdeim Izik, está fuertemente custodiado
por un destacamento militar, del que se pudo identificar camiones ligeros y gran cantidad de efectivos.
A
64 kilómetros de El Aaiun, arriba del río Ouad El Jat, la misión se
encontró con un luctuoso accidente que había sufrido, momentos antes, un
vehículo que era ocupado por 4 jóvenes saharauis. Según relato de uno
de los chicos,su vehículo había sido apedreado y, como
consecuencia de la acción de esquivar el impacto, había volcado,
produciendo un fallecido en el acto: Faleh Uld Ahmed Salem Uld Lebchir
(nacido en 1993) y otro de los ocupantes: Ahmed Nayem Toubali (nacido en
1985) que falleció al día siguiente. A la llegada de la misión al
vehículo, se encontraba allí uno de sus 4 ocupantes, que había salido
ileso y que custodiaba los restos del vehículo a la espera de una grúa y
que fue quien relató lo sucedido. Igualmente se encontraban en las
proximidades efectivos del ejército marroquí. El testimonio del accidentado nos puso de manifiesto de los requerimientos que le hicieron a estos efectivos de que persiguiesen al autor o autores de este atentado ya que le indicaba el lugar por donde se había ido
y, teniendo en cuenta que los hechos sucedieron en medio del desierto,
la localización de personas a pie, resultaría extraordinariamente
fácil. Pero mostraron una absoluta indiferencia y pasividad, lamentándose el testigo de que su condición de saharauis era la razón para que las fuerzas de seguridad no intervinieran. Por lo que esta misión DENUNCIA al Reino de Marruecos, como viene haciendo durante años, en su actitud de marginación y desprotección de la población saharaui.
La ciudad de Smara, que acogía la celebración de la boda de un defensor de derechos humanos y expreso político, era una cárcel;
sus calles, repletas de policía, controlando todos los accesos e
impidiendo y vigilando los movimientos de los saharauis y de esta
misión. Pudo constatarse que, la casa del fallecido en el accidente de tráfico,
natural de Smara, donde se realizaba el duelo por tan trágico
acontecimiento, y a pesar de las muestras de dolor y sufrimiento de
familiares y amigos, estaba rodeada por fuerzas de ocupación marroquíes. Igualmente la casa de los activistas, defensores de derechos humanos y miembros de comités, a las que tuvo acceso esta misión en entrevistas personales, tenían en las puertas e inmediaciones, números de la policía marroquí, que de forma permanente
y desde hace meses, vigilan, controlan e intimidan, día y noche,
cualquier movimiento que se produce en la casa, constituyendo un estado
de sitio para la población saharaui de Smara, igual que sucede en el
resto de las ciudades del Sahara Occidental ocupado por Marruecos.
Entre los cometidos previstos de esta misión estaba el encuentro con Le Bada Uld Daddi Uld Mah
y, con ocasión de estar celebrándose actos de la boda que eran
seguidos por los servicios secretos marroquíes, mantuvo en una vivienda
de Smara, un encuentro en el que se volvieron a reproducir los testimonios de torturas y represión
que los Organismos Internacionales han venido, desde hace años,
denunciando y que miembros de esta misión han podido conocer de forma
directa desde el año 2002. En este relato se detalló pormenorizadamente
como el preso político Sidi Mohamed Daddach, que se encontraba desaparecido, fue buscado insistentemente hasta
dar con su paradero en 1989, sufriendo el encarcelamiento más largo de
la historia del Sahara Occidental y la segunda más larga conocida de
la Historia.
Igualmente, en visita al domicilio del anciano padre, que se encuentra muy enfermo, del preso político y activista de derechos humanos, Ahmed Nasiri(del Grupo de los 7) marcó a las personas que mantuvieron dicha entrevista. Se mostró profundamente entristecido por la situación que está viviendo su hijo y los demás presos políticos saharauis, agradeció la solidaridad y pidió justicia para el pueblo saharaui.
Tras los encuentros con ancianos y activistas en Smara y de lostestimonios recogidos de existencia de enterramientos masivos y represión durante años en esta ciudad, podemos concluir que la situación que se vive en las ciudades del Sahara Occidental, es DE
GENOCIDIO DE UN PUEBLO, EL PUEBLO SAHARAUI, PRIVADO DE TODOS SUS
DERECHOS Y SOMETIDO A LA REPRESIÓN CIEGA DEL REINO DE MARRUECOS,
DENUNCIANDO A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y A LAS POTENCIAS EUROPEAS POR
SU APOYO, CONNIVENCIA Y FINANCIACIÓN DEL PAÍS OCUPANTES Y REPRESOR QUE
ES EL REINO DE MARRUECOS.
Fuente: Fundación Sahara Occidental
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