
El vendaval a favor del sí a la nueva Constitución de Mohamed VI se confirmó una vez finiquitado el recuento de papeletas de los colegios instalados en Marruecos y en el Sáhara Occidental. A falta de los síes y noes de las urnas en el extranjero -los emigrantes podrán votar hasta hoy y los resultados se conocerán el próximo viernes- el índice de participación llegó al 73,46% de un electorado de más de 13 millones de personas.
Sin embargo, al menos siete millones de adultos no estaban inscritos en las listas. Una cifra que la Coalición por una Monarquía Parlamentaria Ahora (CMPA) incrementa hasta los 23 millones. Lo que significa que el índice real de participación es mucho menor del que ofrecieron las autoridades.
Según Interior, más de 9,6 millones de votantes -el 98,50%- se pronunció el viernes a favor de la Constitución. Y sólo 146.718 marroquíes -el 1,5%- la rechazó.
Los jóvenes del Movimiento del 20 de Febrero, auténtico motor del cambio, habían llamado al boicot de una reforma elaborada por una comisión que, según ellos, no tiene ninguna legitimidad popular y cuyas propuestas no tienen el objetivo de instaurar una verdadera monarquía parlamentaria, a pesar de ampliar los poderes del primer ministro y del Legislativo.
Por ello, el 20-F llamó ayer de nuevo a sus militantes -apoyados por asociaciones de derechos humanos, partidos de izquierda y los islamistas de la ilegalizada Justicia y Caridad- a manifestarse en contra de la iniciativa. En el otro bando, formaciones como el Istiqlal, el PAM o el Partido Justicia y Desarrollo expresaron su satisfacción con la consulta y creen que el país ya se encuentra en una nueva fase.
La presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, Jadiya Riyadi, apuntó que han recibido denuncias de electores que señalaron que no se les requirió la documentación para identificarse antes de votar. «Otros informaron de que no estaban inscritos pero depositaron igualmente su papeleta, o que los colegios estaban plagados de propaganda por el sí; todo esto hace que dudemos de la veracidad de los resultados», opinó.
La Coalición por una Monarquía Parlamentaria Ahora denunció que el referéndum ha sido irregular porque nunca se emitió un decreto por parte del Consejo de Ministros para anunciar la consulta, tal y como exige la Constitución. Para el 20-F, la votación no ha sido «transparente», en palabras de uno de sus integrantes en Rabat, Omar Radi, que asegura que fue el propio Ministerio del Interior quien organizó la consulta, y no instituciones independientes. Y señala que sólo hubo 640 observadores para 40.000 colegios. «Y todos miembros del Consejo Nacional de Derechos Humanos, que depende del Estado».
«La mayoría de la gente que fue a votar lo ha hecho sin conocer un solo artículo de la Carta Magna», sentencia Radi. En su opinión, el sistema se ha aprovechado de la vulnerabilidad y el analfabetismo de gran parte de la población para presentar una Constitución sin mediar debate nacional y hacer de ella una consulta maniquea con un trasfondo: estar a favor o en contra del rey.
ERENA CALVO / Rabat
Especial para EL MUNDO
Fuente: El mundo Especial para EL MUNDO
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