Nos llama la atención que el periodista del diario ´El País´, llame “movimiento independentista” al Frente Polisario, cuando él conoce de sobra que los saharauis lo único que pretenden es liberar su territorio del invasor marroquí.
Hay que recordar que los españoles Ainhoa Fernández de Rincón, Enric Gonyalons y la italiana Rosella Urru fueron raptados con violencia el 23 de octubre de 2011, en los campamentos de refugiados saharauis, situados en el suroeste de Argelia.
“La rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) desmintió, el 8 de diciembre, en un comunicado enviado a EL PAÍS, ser la autora del triple secuestro, que dos días después reivindicó en un escueto comunicado un grupo terrorista desconocido: el Movimiento para la Unidad de la Yihad en el Oeste de África. Poco después hizo llegar al Gobierno español una prueba de vida de los rehenes”, escribe Cembrero.
Argelia y el Frente Polisario han puesto todo su “empeño en tratar de localizar a los que la llevaron a cabo y a los que la encargaron”, afirma el periodista. Para ello, las patrullas del “Polisario han surcado, con apoyo logístico argelino, el noreste de Mauritania y el norte de Malí”.
El 8 de diciembre una patrulla del Polisario se enfrentó a un grupo de traficantes, compuesto por malienses y algún saharaui. En el enfrentamiento murió el jefe de los contrabandistas y el resto fueron conducidos a Rabuni, para ser interrogados. Poco después –tras la confesión de uno de los detenidos que reconoció haber participado en el secuestro de los cooperantes-, Mohamed Lamine Buhali, ministro de Defensa saharaui manifestó que la “inteligencia marroquí está detrás del secuestro de cooperantes europeos”.
Las autoridades de Malí permiten a los saharauis adentrarse en su territorio para colaborar contra el terrorismo y la delincuencia, ejerciendo el “derecho de persecución”. También las Fuerzas Armadas argelinas se adentran en territorio maliense colaborando con el Ejército de Malí en la lucha “contra la inseguridad y el terrorismo”, comenta el diario español.
La noticia del diario ´El País´ no aporta más datos sobre la “alerta al Polisario del peligro de los secuestrados” -literalmente-, realizada por el CNI (Centro Nacional de Inteligencia), nos embarga de preocupación.
Hay que recordar que los españoles Ainhoa Fernández de Rincón, Enric Gonyalons y la italiana Rosella Urru fueron raptados con violencia el 23 de octubre de 2011, en los campamentos de refugiados saharauis, situados en el suroeste de Argelia.
“La rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) desmintió, el 8 de diciembre, en un comunicado enviado a EL PAÍS, ser la autora del triple secuestro, que dos días después reivindicó en un escueto comunicado un grupo terrorista desconocido: el Movimiento para la Unidad de la Yihad en el Oeste de África. Poco después hizo llegar al Gobierno español una prueba de vida de los rehenes”, escribe Cembrero.
Argelia y el Frente Polisario han puesto todo su “empeño en tratar de localizar a los que la llevaron a cabo y a los que la encargaron”, afirma el periodista. Para ello, las patrullas del “Polisario han surcado, con apoyo logístico argelino, el noreste de Mauritania y el norte de Malí”.
El 8 de diciembre una patrulla del Polisario se enfrentó a un grupo de traficantes, compuesto por malienses y algún saharaui. En el enfrentamiento murió el jefe de los contrabandistas y el resto fueron conducidos a Rabuni, para ser interrogados. Poco después –tras la confesión de uno de los detenidos que reconoció haber participado en el secuestro de los cooperantes-, Mohamed Lamine Buhali, ministro de Defensa saharaui manifestó que la “inteligencia marroquí está detrás del secuestro de cooperantes europeos”.
Las autoridades de Malí permiten a los saharauis adentrarse en su territorio para colaborar contra el terrorismo y la delincuencia, ejerciendo el “derecho de persecución”. También las Fuerzas Armadas argelinas se adentran en territorio maliense colaborando con el Ejército de Malí en la lucha “contra la inseguridad y el terrorismo”, comenta el diario español.
La noticia del diario ´El País´ no aporta más datos sobre la “alerta al Polisario del peligro de los secuestrados” -literalmente-, realizada por el CNI (Centro Nacional de Inteligencia), nos embarga de preocupación.
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