Resumen
Después del dictamen del tribunal internacional de justicia de la haya de 1975 el pueblo saharaui fue invadido por dos estados vecinos. Esto lo obligó a seguir la lucha armada que ya llevaba contra España. 1985 la unidad africana resuelve a favor de la RASD. 1988 las naciones unidas toman el conflicto entre sus manos y comienza a buscar la posibilidad de aplicar sus resoluciones. En 1990 se logra firmar el primer plan de paz, que le siguen otros tantos, sin poder llevarlos a la aplicación debido a los obstáculos que pone el Reino de Marruecos después de firmarlos todos. Son ya 17 años en los cuales las naciones unidas hace un avance muy limitado, debido a la política neocolonial francesa.
La comunidad internacional debe imponer la legalidad que consiste en la aplicación del principio de autodeterminación del pueblo saharaui, aunque eso exige la puesta en práctica del artículo séptimo en lugar del sexto de los estatutos del consejo de seguridad.
Después del dictamen del tribunal internacional de justicia de la haya de 1975 el pueblo saharaui fue invadido por dos estados vecinos. Esto lo obligó a seguir la lucha armada que ya llevaba contra España. 1985 la unidad africana resuelve a favor de la RASD. 1988 las naciones unidas toman el conflicto entre sus manos y comienza a buscar la posibilidad de aplicar sus resoluciones. En 1990 se logra firmar el primer plan de paz, que le siguen otros tantos, sin poder llevarlos a la aplicación debido a los obstáculos que pone el Reino de Marruecos después de firmarlos todos. Son ya 17 años en los cuales las naciones unidas hace un avance muy limitado, debido a la política neocolonial francesa.
La comunidad internacional debe imponer la legalidad que consiste en la aplicación del principio de autodeterminación del pueblo saharaui, aunque eso exige la puesta en práctica del artículo séptimo en lugar del sexto de los estatutos del consejo de seguridad.
Introducción:
La República Árabe Saharaui Democrática, (en adelante RASD) es el territorio llamado Sahara Occidental. Su población fue el resultado de la combinación habida a finales del siglo XIII de lo árabe-berebere y africano, fue colonia Española desde 1884 a 1976.
Limitada al norte por Marruecos (500 km de fronteras), al noreste por Argelia (70 km de fronteras), al este y al sur por Mauritania (1570 km de fronteras) y al oeste por el Océano Atlántico, el territorio de la RASD se extiende sobre una superficie de 266 000 km2. Provisionalmente, Bir-Lehlú, (en territorios liberados, bajo control saharaui), es la capital, mientras se espera la liberación de El Aaiún, capital política y administrativa, actualmente bajo la ocupación marroquí.
Antes de caer bajo el yugo de la colonización española, oficialmente en 1884, el Sahara resistió a numerosas tentativas, europeas y marroquíes, tendentes a su dominación, llevadas a cabo por países como Portugal, Holanda, Marruecos, Francia e Inglaterra principalmente. El primer objetivo de la mayoría de estas tentativas era comercializar libremente con oro y esclavos. Pero el objetivo final era apropiarse del Sahara. En este contexto, numerosas expediciones fueron rechazadas desde el siglo XV por los Saharauis, que han destruido varios establecimientos construidos en sus costas.
Pero, especialmente, durante el siglo XX, después de la colonización española del país, cuando la resistencia saharaui va a desarrollarse, de manera cada vez más organizada. Se opusieron a las fuerzas españolas, francesas y marroquíes luego a las españolas en 1933-34, y en 1957-58.
Habría que esperar hasta 1968 para que los Saharauis desarrollen una resistencia moderna, coronada por el nacimiento a finales de 1969 del Movimiento de liberación del Sahara (MLS), un partido pacifico que tenia el objetivo de llegar a la independencia por etapas, mediante acuerdo con la metrópoli. Para conducir pacíficamente el país, lentamente a la independencia. Pero la evolución social y económica del pueblo saharaui y la adopción de resoluciones de la ONU sobre el Sahara precipitaron los acontecimientos.
El MLS, que pretendía llegar a la firma de un tratado con España, en el que se reconociera el Estado saharaui independiente y se asegurara la defensa de este durante 10 o 15 años, remitió en junio de 1970 una carta al gobernador general del Sahara. En el mismo periodo, el MLS dirigió una carta al gobierno para informar del nacimiento del Movimiento y pedir su apoyo en la ONU.
La decisión del gobierno general del Sahara de convocar el 17 de junio de 1970 una reunión general en el Aaiún para proclamar la integración del Sahara en España fue utilizada por el MLS para salir de la clandestinidad y manifestarse para hacer fracasar dicha tentativa. La manifestación fue reprimida con fuego registrándose muertos y heridos. Basiri, líder del movimiento, fue detenido y desde entonces sigue desaparecido.
Se inicia la actual fase de resistencia en la cual los saharauis se convencen de la necesidad de la lucha armada contra el colonialismo. Nace el F. POLISARIO, el día 10 de mayo de 1973, que comienza la lucha armada el 20 de mayo del mismo año.
Desde mayo 1973 a finales de 1975, la lucha del pueblo saharaui por su independencia se tradujo en una gran actividad militar y política contra las autoridades y fuerzas españolas, que obligó a Madrid a negociar.
La República Árabe Saharaui Democrática, (en adelante RASD) es el territorio llamado Sahara Occidental. Su población fue el resultado de la combinación habida a finales del siglo XIII de lo árabe-berebere y africano, fue colonia Española desde 1884 a 1976.
Limitada al norte por Marruecos (500 km de fronteras), al noreste por Argelia (70 km de fronteras), al este y al sur por Mauritania (1570 km de fronteras) y al oeste por el Océano Atlántico, el territorio de la RASD se extiende sobre una superficie de 266 000 km2. Provisionalmente, Bir-Lehlú, (en territorios liberados, bajo control saharaui), es la capital, mientras se espera la liberación de El Aaiún, capital política y administrativa, actualmente bajo la ocupación marroquí.
Antes de caer bajo el yugo de la colonización española, oficialmente en 1884, el Sahara resistió a numerosas tentativas, europeas y marroquíes, tendentes a su dominación, llevadas a cabo por países como Portugal, Holanda, Marruecos, Francia e Inglaterra principalmente. El primer objetivo de la mayoría de estas tentativas era comercializar libremente con oro y esclavos. Pero el objetivo final era apropiarse del Sahara. En este contexto, numerosas expediciones fueron rechazadas desde el siglo XV por los Saharauis, que han destruido varios establecimientos construidos en sus costas.
Pero, especialmente, durante el siglo XX, después de la colonización española del país, cuando la resistencia saharaui va a desarrollarse, de manera cada vez más organizada. Se opusieron a las fuerzas españolas, francesas y marroquíes luego a las españolas en 1933-34, y en 1957-58.
Habría que esperar hasta 1968 para que los Saharauis desarrollen una resistencia moderna, coronada por el nacimiento a finales de 1969 del Movimiento de liberación del Sahara (MLS), un partido pacifico que tenia el objetivo de llegar a la independencia por etapas, mediante acuerdo con la metrópoli. Para conducir pacíficamente el país, lentamente a la independencia. Pero la evolución social y económica del pueblo saharaui y la adopción de resoluciones de la ONU sobre el Sahara precipitaron los acontecimientos.
El MLS, que pretendía llegar a la firma de un tratado con España, en el que se reconociera el Estado saharaui independiente y se asegurara la defensa de este durante 10 o 15 años, remitió en junio de 1970 una carta al gobernador general del Sahara. En el mismo periodo, el MLS dirigió una carta al gobierno para informar del nacimiento del Movimiento y pedir su apoyo en la ONU.
La decisión del gobierno general del Sahara de convocar el 17 de junio de 1970 una reunión general en el Aaiún para proclamar la integración del Sahara en España fue utilizada por el MLS para salir de la clandestinidad y manifestarse para hacer fracasar dicha tentativa. La manifestación fue reprimida con fuego registrándose muertos y heridos. Basiri, líder del movimiento, fue detenido y desde entonces sigue desaparecido.
Se inicia la actual fase de resistencia en la cual los saharauis se convencen de la necesidad de la lucha armada contra el colonialismo. Nace el F. POLISARIO, el día 10 de mayo de 1973, que comienza la lucha armada el 20 de mayo del mismo año.
Desde mayo 1973 a finales de 1975, la lucha del pueblo saharaui por su independencia se tradujo en una gran actividad militar y política contra las autoridades y fuerzas españolas, que obligó a Madrid a negociar.
La traición:
Pero mientras negociaba y, bajo la presión extranjera (de Marruecos, Francia y Estados Unidos), así como deseando preservar sus intereses económicos en el Sahara, optó por la conspiración contra el pueblo saharaui y entregó a este y a su territorio a Marruecos y a Mauritania. Los tres países se aliaron en una verdadera operación de atraco internacional y firmaron en Madrid, el 14 de noviembre de 1975, los acuerdos de reparto del Sahara entre Rabat y Nouakchott1.
De esta manera, el Sahara fue invadido y ocupado desde el 31 de octubre de 1975 por Marruecos y Mauritania con la complicidad de la potencia administradora, España, generando así un largo conflicto que dura hasta hoy.
Ironía del destino: dos ex-colonias árabes y africanas se convierten en colonizadoras y se reparten su colonia árabe y africana. Económicamente, la actitud marroquí está motivada por el deseo de Rabat de controlar el mercado mundial del fosfato y reforzar su situación económica nacional con la expoliación de las riquezas minerales y energéticas del Sahara. Políticamente, el rey Hassan II, víctima de varias tentativas de golpe de Estado y de revueltas populares, encontró en el asunto del Sahara el pretexto inesperado, la ocasión soñada para desviar la atención del ejército y del pueblo marroquí hacia el exterior. Mauritania, por su parte, intentaría establecer una zona barrera entre ella y Marruecos para prevenir las intenciones, ya conocidas2, expansionistas marroquíes.
Los dos países apoyados por Francia que ve en el nacimiento de un Estado saharaui hispanófono, según la lógica francesa, una puerta para América latina hacia Europa, África y el mundo árabe, lo pudiera dañar sus intereses.
Mauritania, El 5 de agosto de 1979 puso fin, mediante un acuerdo de paz, a su implicación en la guerra colonial contra el Pueblo Saharaui y no dudó en calificar a ésta de “injusta y fratricida”. Mas tarde reconoce la República Árabe Saharaui Democrática entablando relaciones diplomáticas con ésta. Marruecos continuó ocupando militarmente más de la mitad del territorio incluida una parte antes ocupada por Mauritania, en violación del derecho internacional y sin ningún reconocimiento oficial de ningún país de la comunidad internacional, construyendo el Muro de la vergüenza de 2500 kilometro con mas de 10 millones de minas, 165.000 soldados y gastando cerca de un millón de dólares en su mantenimiento dividiendo así el territorio saharaui y el pueblo saharaui en dos. Es un muro de Berlín pero 17 veces mas largo que aquel.
Pero mientras negociaba y, bajo la presión extranjera (de Marruecos, Francia y Estados Unidos), así como deseando preservar sus intereses económicos en el Sahara, optó por la conspiración contra el pueblo saharaui y entregó a este y a su territorio a Marruecos y a Mauritania. Los tres países se aliaron en una verdadera operación de atraco internacional y firmaron en Madrid, el 14 de noviembre de 1975, los acuerdos de reparto del Sahara entre Rabat y Nouakchott1.
De esta manera, el Sahara fue invadido y ocupado desde el 31 de octubre de 1975 por Marruecos y Mauritania con la complicidad de la potencia administradora, España, generando así un largo conflicto que dura hasta hoy.
Ironía del destino: dos ex-colonias árabes y africanas se convierten en colonizadoras y se reparten su colonia árabe y africana. Económicamente, la actitud marroquí está motivada por el deseo de Rabat de controlar el mercado mundial del fosfato y reforzar su situación económica nacional con la expoliación de las riquezas minerales y energéticas del Sahara. Políticamente, el rey Hassan II, víctima de varias tentativas de golpe de Estado y de revueltas populares, encontró en el asunto del Sahara el pretexto inesperado, la ocasión soñada para desviar la atención del ejército y del pueblo marroquí hacia el exterior. Mauritania, por su parte, intentaría establecer una zona barrera entre ella y Marruecos para prevenir las intenciones, ya conocidas2, expansionistas marroquíes.
Los dos países apoyados por Francia que ve en el nacimiento de un Estado saharaui hispanófono, según la lógica francesa, una puerta para América latina hacia Europa, África y el mundo árabe, lo pudiera dañar sus intereses.
Mauritania, El 5 de agosto de 1979 puso fin, mediante un acuerdo de paz, a su implicación en la guerra colonial contra el Pueblo Saharaui y no dudó en calificar a ésta de “injusta y fratricida”. Mas tarde reconoce la República Árabe Saharaui Democrática entablando relaciones diplomáticas con ésta. Marruecos continuó ocupando militarmente más de la mitad del territorio incluida una parte antes ocupada por Mauritania, en violación del derecho internacional y sin ningún reconocimiento oficial de ningún país de la comunidad internacional, construyendo el Muro de la vergüenza de 2500 kilometro con mas de 10 millones de minas, 165.000 soldados y gastando cerca de un millón de dólares en su mantenimiento dividiendo así el territorio saharaui y el pueblo saharaui en dos. Es un muro de Berlín pero 17 veces mas largo que aquel.
Las zonas ocupadas:
La población que esta bajo la ocupación marroquí encuadrados por un aparato represivo que cuenta con varios miles de agentes de seguridad marroquíes, donde los Saharauis que viven en las zonas ocupadas sufren cada día la dolorosa experiencia, desde hace veinticinco años, de la violación de los derechos del hombre más elementales. Fueron víctimas durante los años 1975-76 de los bombardeos de napalm, de fósforo blanco y de las bombas de fragmentación, cuyo uso está internacionalmente prohibido. Los testimonios abrumadores, relatando los horrores y las atrocidades cometidas por tales bombardeos casi no fueron escuchados3.
Desde la invasión del Sahara, los arrestos, las detenciones iban a sucederse con una velocidad impresionante. El drama de los Saharauis era tal que hoy ya no existe familia que no haya sido víctima de cerca o de lejos de la represión marroquí. Miles de personas fueron detenidas, entre las cuales cientos murieron en las cárceles marroquíes. Otros desaparecieron. El mundo se dio cuenta en 1991 de la verdadera cara de Marruecos cuando las autoridades marroquíes pusieron en libertad 301 desaparecidos saharauis, algunos detenidos desde 1976. «Cientos de desaparecidos saharauis, hombres, mujeres y ancianos, según Amnistía Internacional, tras la reaparición en junio de 1991 de 200 a 300 detenidos en secreto sin juicio en Kalaat M.Guna y en El Aaiun desde 1975 y 1978.
La gran cárcel en la que está encerrada la población saharaui en las zonas ocupadas, condenada al silencio, es tal que la información sólo llega al exterior cuando unos Saharauis logran huir y juntarse con sus hermanos en los campamentos de refugiados o cuando, raras veces, unos observadores exteriores, logran infiltrarse de incógnito en la región ocupada del Sahara.
Con el fin de alcanzar su objetivo, las autoridades no escatiman en los medios ni en los métodos para establecer el terror e imponer el orden colonial marroquí, en total impunidad.
El combate de los Saharauis en las zonas ocupadas ha llegado, en los últimos momentos, a hacerse oír. Las múltiples manifestaciones regularmente organizadas por los estudiantes, los trabajadores y la población en general desde 2005, son severamente reprimidas. Pero han sido sobre todo las grandes manifestaciones de febrero y marzo, asimiladas a una intifada saharaui, seguidas por los medios de comunicación, las que han recordado a la comunidad internacional que los Saharauis, donde quiera que se encuentren, rechazan la ocupación marroquí y están dispuestos a enfrentarse al terror, las ametralladoras y los blindados para defender su dignidad, y que la tentativa marroquí para imponer la integración del Sahara en Marruecos se quedará en un eterno espejismo.
La población que esta bajo la ocupación marroquí encuadrados por un aparato represivo que cuenta con varios miles de agentes de seguridad marroquíes, donde los Saharauis que viven en las zonas ocupadas sufren cada día la dolorosa experiencia, desde hace veinticinco años, de la violación de los derechos del hombre más elementales. Fueron víctimas durante los años 1975-76 de los bombardeos de napalm, de fósforo blanco y de las bombas de fragmentación, cuyo uso está internacionalmente prohibido. Los testimonios abrumadores, relatando los horrores y las atrocidades cometidas por tales bombardeos casi no fueron escuchados3.
Desde la invasión del Sahara, los arrestos, las detenciones iban a sucederse con una velocidad impresionante. El drama de los Saharauis era tal que hoy ya no existe familia que no haya sido víctima de cerca o de lejos de la represión marroquí. Miles de personas fueron detenidas, entre las cuales cientos murieron en las cárceles marroquíes. Otros desaparecieron. El mundo se dio cuenta en 1991 de la verdadera cara de Marruecos cuando las autoridades marroquíes pusieron en libertad 301 desaparecidos saharauis, algunos detenidos desde 1976. «Cientos de desaparecidos saharauis, hombres, mujeres y ancianos, según Amnistía Internacional, tras la reaparición en junio de 1991 de 200 a 300 detenidos en secreto sin juicio en Kalaat M.Guna y en El Aaiun desde 1975 y 1978.
La gran cárcel en la que está encerrada la población saharaui en las zonas ocupadas, condenada al silencio, es tal que la información sólo llega al exterior cuando unos Saharauis logran huir y juntarse con sus hermanos en los campamentos de refugiados o cuando, raras veces, unos observadores exteriores, logran infiltrarse de incógnito en la región ocupada del Sahara.
Con el fin de alcanzar su objetivo, las autoridades no escatiman en los medios ni en los métodos para establecer el terror e imponer el orden colonial marroquí, en total impunidad.
El combate de los Saharauis en las zonas ocupadas ha llegado, en los últimos momentos, a hacerse oír. Las múltiples manifestaciones regularmente organizadas por los estudiantes, los trabajadores y la población en general desde 2005, son severamente reprimidas. Pero han sido sobre todo las grandes manifestaciones de febrero y marzo, asimiladas a una intifada saharaui, seguidas por los medios de comunicación, las que han recordado a la comunidad internacional que los Saharauis, donde quiera que se encuentren, rechazan la ocupación marroquí y están dispuestos a enfrentarse al terror, las ametralladoras y los blindados para defender su dignidad, y que la tentativa marroquí para imponer la integración del Sahara en Marruecos se quedará en un eterno espejismo.
La comunidad internacional:
Ante esta flagrante invasión la comunidad internacional no estaba de espaldas. Pero todo lo que hizo y intenta hacer, todavía, no logra hacer que la paz llegue a esta zona en el Magreb Árabe, ya que la cuestión del Sahara Occidental lleva en la agenda de las Naciones Unidas más de cuarenta años; Sigue siendo para el Organismo citado el último Territorio No Autónomo de África pendiente de descolonización a través de un referéndum de autodeterminación.
La invasión carecía de todo fundamento jurídico o histórico para ser justificada por los aspectos que voy a mencionar brevemente.
Ante esta flagrante invasión la comunidad internacional no estaba de espaldas. Pero todo lo que hizo y intenta hacer, todavía, no logra hacer que la paz llegue a esta zona en el Magreb Árabe, ya que la cuestión del Sahara Occidental lleva en la agenda de las Naciones Unidas más de cuarenta años; Sigue siendo para el Organismo citado el último Territorio No Autónomo de África pendiente de descolonización a través de un referéndum de autodeterminación.
La invasión carecía de todo fundamento jurídico o histórico para ser justificada por los aspectos que voy a mencionar brevemente.
- El Sáhara Occidental, incluido desde 1965 en la lista de los territorios no autónomos establecida por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, cae dentro del ámbito de la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, en la que figura la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales.
- la Asamblea General, por iniciativa de Marruecos y de Mauritania, sometió la cuestión a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la cual, mediante una opinión consultiva de fecha 16 de octubre de 1975, estableció, con toda claridad que “los elementos e informaciones que se le proporcionaron no establecen la existencia de ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental, por una parte, y el Reino de Marruecos o la entidad mauritana, por otra. Así pues, la Corte no ha comprobado la existencia de vínculos jurídicos de índole tal que puedan modificar la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas en cuanto a la descolonización del Sáhara Occidental y, en concreto, la aplicación del principio de la libre determinación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad los pueblos del territorio” 4.
- Las Naciones Unidas, gracias a la responsabilidad asumida por el Continente africano, tomaron conciencia de las implicaciones gravísimas de estos desarrollos. Es así como la resolución 3437(1979) de la asamblea general denuncia vigorosamente la “extensión de la ocupación de Marruecos a las zonas evacuadas por Mauritania” y le pide que “ponga fin a la misma” y negocie con el Frente Polisario “las modalidades de un referéndum de autodeterminación”. Marruecos dio la espalda a este llamamiento hasta que en 1991, y tras 16 años de combates, la Comunidad internacional pudo persuadirle a que acepte la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sahara occidental que incluya la opción de la independencia, que éste aceptó y esta obstaculizando hasta el momento.
- la opinión emitida el 29 de enero de 2002 por el Asesor Jurídico de las Naciones Unidas, a petición del Consejo de Seguridad, estableció con igual claridad que Marruecos no era una Potencia administradora del territorio, que los Acuerdos de Madrid de 1975 no habían transferido soberanía alguna a sus signatarios y, finalmente, que la condición del Sáhara Occidental como territorio no autónomo no se había visto afectada por esos Acuerdos5.
En resumen, la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, la Corte Internacional de Justicia y el Departamento Jurídico de las Naciones Unidas han establecido claramente que la cuestión del Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización cuya solución exige la expresión libre y soberana del pueblo de este territorio.
Hay que recordar que la Unidad Africana ya en 1985 había tomado su firme decisión en aceptar la RASD, que hoy es miembro de pleno derecho de la misma, y actualmente más de 70 países del mundo ya tienen relaciones diplomáticas con la joven nación.
Se preguntaran ustedes sobre los caminos que la comunidad internacional ha seguido para llegar a la aplicación de sus dictámenes y resoluciones. Pues desde el Plan de arreglo, aprobado por las dos partes en el conflicto, Marruecos y el Frente POLISARIO, y por el Consejo de Seguridad mediante sus resoluciones 658 (1990) y 690 (1991), que preveía la instauración de una cesación del fuego que preludiara la celebración, en enero de 1992, de un referéndum libre, legítimo y sin restricciones administrativas ni militares, en el que participaran exclusivamente los saharauis identificados por el censo español de 1974. Marruecos después de firmarlo lo bloqueó y con sus maniobras, rechazos y cambios radicales de postura terminó, por paralizar el Plan y por acabar con los Acuerdos de Houston, negociados y firmados en septiembre de 1997 por las dos partes, bajo la égida del Sr. James Baker III, Enviado Personal del Secretario General, y que habían permitido resolver los problemas pendientes y fijar la celebración del referéndum para el 8 de diciembre de 1998. Luego se elaboró otro plan, titulado Plan de paz para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental, elaborado por el Sr. James Baker a petición del Consejo de Seguridad tras la impugnación por Marruecos del Plan de arreglo, y aprobado por el Consejo de Seguridad mediante su resolución 1495 (2003), que coincide en su concepción con el Plan de arreglo en cuanto a que prevé igualmente, tras un período de autonomía interna de entre cuatro y cinco años, un referéndum abierto tanto a los saharauis como a los residentes marroquíes establecidos en el territorio antes de diciembre de 1999. Aunque los marroquíes que vivan en el Sahara tenían derecho a votar por nuestro destino, cosa que aceptamos, aquel lo rechazó. No confiaba en sus súbditos.
Ante todas las trabas puestas por el Reino de Marruecos se llega uno a una sola conclusión: Marruecos aceptó el principio de un referendo de libre determinación sólo porque se vio presionado y obligado a ello por la Comunidad Internacional, convencido , también, de la imposibilidad de vencer a los saharauis militarmente, desarrolló una estrategia encaminada a lograr que nunca se llevara a cabo ese referéndum esforzándose por combatir, impugnar todos los pasos, sabiendo que tiene detrás potencias como Francia que tiene derecho al veto en el Consejo de Seguridad.
En resumen, la estrategia marroquí ha conseguido, hasta ahora, sus objetivos en la medida en que ha logrado impedir la celebración del referéndum de libre determinación decidido por las instancias internacionales; pero la cuestión del Sáhara Occidental sigue estando en la agenda de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y el derecho a la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental es ahora más pertinente que nunca pues fue reafirmado una vez más por el Consejo de Seguridad y por la Asamblea General en octubre y diciembre de 2006, respectivamente; además, ningún Estado del mundo ha reconocido hasta la fecha la soberanía marroquí sobre este territorio, que para las Naciones Unidas sigue siendo un territorio no autónomo al que se aplica la resolución 1514 (XV), como lo recordó el Sr. Baker en la entrevista concedida a la cadena PBS6.
- Las Naciones Unidas, tienen una responsabilidad particular con respecto al pueblo del Sáhara Occidental, si revisamos el primer Plan de paz firmado, incluso la de protegerlo y preservar sus recursos naturales, lo que le obliga no escatimar esfuerzo alguno, para garantizar que se haga justicia y que prevalezca al fin la legalidad internacional en el Sáhara Occidental como ha prevalecido en otras regiones del mundo.
- Pero, en este contexto, se mezclan factores de tipo geoestratégico, económico e ideológico, en suma las contradicciones de los intereses internacionales, principalmente las grandes potencias, que ponen frenos a la legalidad internacional en esta zona de Africa.
- Aquí nos surge la cuestión de quien obligaría al acatamiento del Derecho Internacional, cuando sea necesario. Si bien una sentencia o dictamen resuelto por un tribunal nacional sería automáticamente ejecutado por el Ejecutivo el Estado Nación, sin intervención de políticas u otros intereses, cuál sería lo paralelo a nivel mundial. Nos encontramos frente a unos poderes políticos, económicos y de otros índoles frenando, más de una vez , el acato a la Justicia Internacional y llevan a conflictos que estamos viviendo ayer y hoy sin llegar a resolverlos , estando conscientes que, de seguro, si se respetan los ordenamientos, habría más paz y menos catástrofes en el planeta.
- Entre éstos se encuentra, precisamente, el saharaui. Un conflicto, viéndolo en su contexto histórico, fácil de resolver habiendo dos dictámenes jurídicos, decenas de resoluciones contundentes en su mayoría sobre el derecho saharaui a elegir su destino. Pero la cuestión saharaui se encuentra con obstáculos de otros tipos que obstaculizan la llegada de una solución, jurídicamente definitiva. Es el papel de una nación de las potentes: Francia. Debido a sus intentos de mantener su influencia hegemónica en el Norte de África que fue prácticamente su colonia, menos la República Árabe Saharaui Democrática, que le tocó ser colonia de España, conocida por su débil política colonial. ve en el Estado Saharaui independiente, aunque no compartimos la idea, un Estado intruso en su zona. Pues siendo un país rico y grande, con poca población y hispanoparlante, abriría la puerta al mundo latino hacia África y el mundo árabe, por lo que, cree la elite francesa, dañaría sus intereses.
- Así hoy en el siglo de la globalización y la búsqueda de cómo se desarrollan los mecanismos de cooperación y respeto mutuo, se frena el Derecho Internacional por los vetos y las presiones de los grandes cuando no concuerda con sus políticas.
- Desgraciadamente, las Naciones Unidas se enfrentan, en varias zonas, con los intereses de las potencias. En este caso, siendo Marruecos uno de los bastones sobre los cuales se cuenta para las políticas francesas en África, pues hasta ahora es impensable que el Consejo tomara alguna medida de opresión o que pasara del capítulo seis al séptimo para presionar y llevar a cabo sus resoluciones y los dictamines jurídicos, arriba mencionados. Lo poco que intentó en alguna ocasión, se encontró con la presión de potencias con intereses en la zona.
- Estamos ante otro conflicto, donde lo político pone trabas al Derecho. Una controversia que está poniendo un reto a la Comunidad Internacional, en lo que se refiere a la paz y la justicia. Pues plantea serios problemas a los juristas, abogados, internacionalistas, estudiosos, amantes de la paz y la democracia ante la grave vulneración del como prevenir las desestabilizaciones, los conflictos, a través de un ordenamiento internacional aceptado y respetados por todos en este siglo lleno de armas sofisticadas.
- Creemos que lo único válido para quien no respeta el Derecho es la presión sin límites. Es la solidaridad de todos los justos del mundo para implantar un orden justo, favorable a la humanidad en estos tiempos. Es necesario tener el suficiente valor y el debido sentido de la responsabilidad, de todos para plantar cara a quien nos arrastra a otro caos y decirle: “No hay alternativa a la legalidad internacional” y aquí es donde entra este honorable congreso de AMEI, para poner su grano de arena en busca de ese mundo que anhelamos todos y pedirles en el nombre de mi pueblo todo el apoyo posible para que le llega la paz.
- El norte de África, solamente, encontrará paz y tranquilad mediante la única solución válida y duradera del conflicto del Sáhara Occidental que pasa por el respeto a las resoluciones adoptadas por la ONU durante cuatro décadas y principalmente por el dictamen de Tribunal Internacional de Justica del 1975.
- Quien se salga de este marco no le hace ningún favor ni al pueblo marroquí ni al pueblo saharaui ni a la paz y la estabilidad de la región. Ya es hora de que todo el mundo entienda y se convenza de que sólo la fuerza de la razón prevalece y no la razón de la fuerza.
Hay que recordar que la Unidad Africana ya en 1985 había tomado su firme decisión en aceptar la RASD, que hoy es miembro de pleno derecho de la misma, y actualmente más de 70 países del mundo ya tienen relaciones diplomáticas con la joven nación.
Se preguntaran ustedes sobre los caminos que la comunidad internacional ha seguido para llegar a la aplicación de sus dictámenes y resoluciones. Pues desde el Plan de arreglo, aprobado por las dos partes en el conflicto, Marruecos y el Frente POLISARIO, y por el Consejo de Seguridad mediante sus resoluciones 658 (1990) y 690 (1991), que preveía la instauración de una cesación del fuego que preludiara la celebración, en enero de 1992, de un referéndum libre, legítimo y sin restricciones administrativas ni militares, en el que participaran exclusivamente los saharauis identificados por el censo español de 1974. Marruecos después de firmarlo lo bloqueó y con sus maniobras, rechazos y cambios radicales de postura terminó, por paralizar el Plan y por acabar con los Acuerdos de Houston, negociados y firmados en septiembre de 1997 por las dos partes, bajo la égida del Sr. James Baker III, Enviado Personal del Secretario General, y que habían permitido resolver los problemas pendientes y fijar la celebración del referéndum para el 8 de diciembre de 1998. Luego se elaboró otro plan, titulado Plan de paz para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental, elaborado por el Sr. James Baker a petición del Consejo de Seguridad tras la impugnación por Marruecos del Plan de arreglo, y aprobado por el Consejo de Seguridad mediante su resolución 1495 (2003), que coincide en su concepción con el Plan de arreglo en cuanto a que prevé igualmente, tras un período de autonomía interna de entre cuatro y cinco años, un referéndum abierto tanto a los saharauis como a los residentes marroquíes establecidos en el territorio antes de diciembre de 1999. Aunque los marroquíes que vivan en el Sahara tenían derecho a votar por nuestro destino, cosa que aceptamos, aquel lo rechazó. No confiaba en sus súbditos.
Ante todas las trabas puestas por el Reino de Marruecos se llega uno a una sola conclusión: Marruecos aceptó el principio de un referendo de libre determinación sólo porque se vio presionado y obligado a ello por la Comunidad Internacional, convencido , también, de la imposibilidad de vencer a los saharauis militarmente, desarrolló una estrategia encaminada a lograr que nunca se llevara a cabo ese referéndum esforzándose por combatir, impugnar todos los pasos, sabiendo que tiene detrás potencias como Francia que tiene derecho al veto en el Consejo de Seguridad.
En resumen, la estrategia marroquí ha conseguido, hasta ahora, sus objetivos en la medida en que ha logrado impedir la celebración del referéndum de libre determinación decidido por las instancias internacionales; pero la cuestión del Sáhara Occidental sigue estando en la agenda de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y el derecho a la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental es ahora más pertinente que nunca pues fue reafirmado una vez más por el Consejo de Seguridad y por la Asamblea General en octubre y diciembre de 2006, respectivamente; además, ningún Estado del mundo ha reconocido hasta la fecha la soberanía marroquí sobre este territorio, que para las Naciones Unidas sigue siendo un territorio no autónomo al que se aplica la resolución 1514 (XV), como lo recordó el Sr. Baker en la entrevista concedida a la cadena PBS6.
- Las Naciones Unidas, tienen una responsabilidad particular con respecto al pueblo del Sáhara Occidental, si revisamos el primer Plan de paz firmado, incluso la de protegerlo y preservar sus recursos naturales, lo que le obliga no escatimar esfuerzo alguno, para garantizar que se haga justicia y que prevalezca al fin la legalidad internacional en el Sáhara Occidental como ha prevalecido en otras regiones del mundo.
- Pero, en este contexto, se mezclan factores de tipo geoestratégico, económico e ideológico, en suma las contradicciones de los intereses internacionales, principalmente las grandes potencias, que ponen frenos a la legalidad internacional en esta zona de Africa.
- Aquí nos surge la cuestión de quien obligaría al acatamiento del Derecho Internacional, cuando sea necesario. Si bien una sentencia o dictamen resuelto por un tribunal nacional sería automáticamente ejecutado por el Ejecutivo el Estado Nación, sin intervención de políticas u otros intereses, cuál sería lo paralelo a nivel mundial. Nos encontramos frente a unos poderes políticos, económicos y de otros índoles frenando, más de una vez , el acato a la Justicia Internacional y llevan a conflictos que estamos viviendo ayer y hoy sin llegar a resolverlos , estando conscientes que, de seguro, si se respetan los ordenamientos, habría más paz y menos catástrofes en el planeta.
- Entre éstos se encuentra, precisamente, el saharaui. Un conflicto, viéndolo en su contexto histórico, fácil de resolver habiendo dos dictámenes jurídicos, decenas de resoluciones contundentes en su mayoría sobre el derecho saharaui a elegir su destino. Pero la cuestión saharaui se encuentra con obstáculos de otros tipos que obstaculizan la llegada de una solución, jurídicamente definitiva. Es el papel de una nación de las potentes: Francia. Debido a sus intentos de mantener su influencia hegemónica en el Norte de África que fue prácticamente su colonia, menos la República Árabe Saharaui Democrática, que le tocó ser colonia de España, conocida por su débil política colonial. ve en el Estado Saharaui independiente, aunque no compartimos la idea, un Estado intruso en su zona. Pues siendo un país rico y grande, con poca población y hispanoparlante, abriría la puerta al mundo latino hacia África y el mundo árabe, por lo que, cree la elite francesa, dañaría sus intereses.
- Así hoy en el siglo de la globalización y la búsqueda de cómo se desarrollan los mecanismos de cooperación y respeto mutuo, se frena el Derecho Internacional por los vetos y las presiones de los grandes cuando no concuerda con sus políticas.
- Desgraciadamente, las Naciones Unidas se enfrentan, en varias zonas, con los intereses de las potencias. En este caso, siendo Marruecos uno de los bastones sobre los cuales se cuenta para las políticas francesas en África, pues hasta ahora es impensable que el Consejo tomara alguna medida de opresión o que pasara del capítulo seis al séptimo para presionar y llevar a cabo sus resoluciones y los dictamines jurídicos, arriba mencionados. Lo poco que intentó en alguna ocasión, se encontró con la presión de potencias con intereses en la zona.
- Estamos ante otro conflicto, donde lo político pone trabas al Derecho. Una controversia que está poniendo un reto a la Comunidad Internacional, en lo que se refiere a la paz y la justicia. Pues plantea serios problemas a los juristas, abogados, internacionalistas, estudiosos, amantes de la paz y la democracia ante la grave vulneración del como prevenir las desestabilizaciones, los conflictos, a través de un ordenamiento internacional aceptado y respetados por todos en este siglo lleno de armas sofisticadas.
- Creemos que lo único válido para quien no respeta el Derecho es la presión sin límites. Es la solidaridad de todos los justos del mundo para implantar un orden justo, favorable a la humanidad en estos tiempos. Es necesario tener el suficiente valor y el debido sentido de la responsabilidad, de todos para plantar cara a quien nos arrastra a otro caos y decirle: “No hay alternativa a la legalidad internacional” y aquí es donde entra este honorable congreso de AMEI, para poner su grano de arena en busca de ese mundo que anhelamos todos y pedirles en el nombre de mi pueblo todo el apoyo posible para que le llega la paz.
- El norte de África, solamente, encontrará paz y tranquilad mediante la única solución válida y duradera del conflicto del Sáhara Occidental que pasa por el respeto a las resoluciones adoptadas por la ONU durante cuatro décadas y principalmente por el dictamen de Tribunal Internacional de Justica del 1975.
- Quien se salga de este marco no le hace ningún favor ni al pueblo marroquí ni al pueblo saharaui ni a la paz y la estabilidad de la región. Ya es hora de que todo el mundo entienda y se convenza de que sólo la fuerza de la razón prevalece y no la razón de la fuerza.
CONCLUYENDO, quisiera acercarles dos ideas del gran experto llamado Hugo Grocio7, que aunque planteadas en siglos pasados, siguen teniendo vigencia en la actualidad: “Esta guerra que dura más de tres generaciones porque, desgraciadamente, nos enfrentamos a una monarquía de orden antiguo en la que todavía privan razonamientos que ya no tienen lugar en el mundo de hoy. Algo que la historia ha demostrado, afirmado por Grocio, al advertir que el clamor de las víctimas inocentes, tarde o temprano harán al violador por fuerte que se cree, sucumbir.”
- El Sr. Grocio afirma que el violador puede felicitarse, a corto plazo, pero al correr del tiempo, directa o indirectamente, comprobará que la violencia irrestricta le es dañina, y tendrá que dar marcha atrás.
Muchas gracias
Artículo de Ahmed Mulay Ali Hamadi (Embajador de la RASD en Mexico)
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