¡SAHARAUI, SAHARAUIA, EIDA FEIDAK LILHURRIA! (tu mano junto a la mia hasta la libertad) ¡Rompamos el bloqueo informativo. Derribemos el Muro de Silencio! ¡LABADIL, LABADIL, AN TAGHRIR ALMASSIR! (No hay otra opcion que la autodeterminación)

EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

«La labor de los cooperantes debe continuar en el Sáhara»

El gaditano Ricardo Baena tuvo que dejar un programa de educación y volver a España ante el riesgo de conflictos en los países del entorno de Argelia.
Hay un dicho que asegura que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Ricardo Baena, un isleño de 32 años que se estaba preparando las oposiciones para ser profesor vio cerrarse su puerta laboral cuando se congeló la convocatoria de exámenes y decidió asomarse a la ventana de la cooperación. Su destino fue uno de los campamentos del Sáhara. Hasta allí viajó este mes de enero de la mano del Ministerio de Educación saharaui dentro de un programa de cooperación para impartir clases de inglés y de francés a adolescentes que viven en los campamentos. «Conocía un poco la situación del pueblo saharaui pero hasta ahora no me había implicado mucho». La oportunidad le llegó, casi como la oferta, de casualidad, e hizo las maletas para pasar tres meses impartiendo clases.
Pero nada salió como esperaba. Una semana después de llegar se vio obligado a regresar. El conflicto bélico que atraviesa Argelia, y en concreto el secuestro de una planta de gas en el este del país por parte de un grupo radical de islamistas, que se saldó con al menos 69 muertos de 39 nacionalidades distintas, obligó al Ministerio de Educación saharaui a suspender el programa y repatriar a los cooperantes. «Sabíamos algo de los que estaba pasando en los países cercanos por nuestras familias pero no había sensación de inseguridad dentro del campamento, de hecho, había mucha tranquilidad», cuenta Ricardo. «En los últimos años no ha habido ningún problema grave en los campamentos. Es cierto que hace un año y medio secuestraron a un cooperante pero no ha vuelto a pasar». De hecho: «Han reforzado bastante la seguridad, han levantado muros de arenas para proteger al poblado y siempre había alguien que nos acompañaba».
Con toda la comunidad internacional pendiente del secuestro de la planta de gas, se vieron obligados a volver no sólo por la seguridad de ellos mismos sino también la de los propios saharauis. «Que esté un occidental allí es un caramelo para los radicales y eso no solo nos pone en peligro a los cooperantes, también a ellos porque pueden atacar a los campamentos. En situación de guerra no te puede asegurar nadie».
Ricardo relata que cuando le informaron de su vuelta no sintió miedo. «Ya te digo que el día a día de allí era bastante tranquilo, además, desde el Frente Polisario nos explicaron la situación y recogimos nuestras cosas».

Educar para prosperar
Este isleño se lamenta del poco tiempo que ha podido participar en el programa. «Fui con mucha ilusión y una vez que estás allí te das cuenta de lo importante que es que haya personas trabajando allí». No sólo los que traen ayuda humanitaria o los sanitarios «cuya labor es primordial», «la educación es una parte fundamental». La gran mayoría de los adolescentes que vive en los poblados estudiará en institutos de Argelia y lo hará en francés; de ahí la importancia que tiene que conozcan la lengua. «Lo mismo pasa con el inglés e incluso con el español, de ello dependerá gran parte de su futuro». Ricardo se encargó de contagiarles las ganas de saber matemáticas. «Las clases allí son bastantes rudimentarias, apenas hay material. Por eso cuando vamos un grupo de cooperantes llevamos material escolar y todo lo que podamos».
Tal vez sea por el poco tiempo que estuvo o por las ganas de poder hacer algo más, pero Ricardo confiesa que le encantaría volver. «De momento han parado todos los programas por el riesgo que supone. Pero los cooperantes deben volver, no hay que olvidar que hace unos cuarenta años ellos eran tan españoles como nosotros». Aún así no sabe si podrá: «El viaje hasta el aeropuerto de Tindouf corre de nuestra cuenta. Pero el esfuerzo merece la pena».

Por Pilar Solís


Imprimir artículo

Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.







0 comentarios :

Los contenidos de este blog son propiedad de su autora y de los medios de donde han sido duplicados, citando la fuente o autor de los mismos.
Para suprimir cualquier contenido con derechos de copyright que no permita ser duplicado, contacta conmigo en teofermi1@gmail.com
teofermi1@hotmail.com