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EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

Nómada del arte saharaui

El actor de la premiada película 'Wilaya', Moulud Yeslem, expone sus pinturas en Elorrio en su gira por todo el Estado.

Como define el diccionario, se desplaza de un sitio a otro sin una residencia permanente. Es nómada. Como su pueblo. Es trotamundos del arte de sus ancestros. Sin embargo, el corazón y la mente de Moulud Yeslem sí tiene residencia, patria, no vaga: es la identidad saharaui. Él viaja con ese conjunto de rasgos e informaciones que individualizan o distinguen a los suyos.
Gracias al pueblo de Elorrio, este pintor y realizador de audiovisuales visita Euskal Herria en su camino de dar a conocer lo que él denomina arte por la paz. "El arte es mi arma", previene este actor de la famosa película premiada en festivales internacionales de Abu Dabi, Egipto, Málaga o Argelia titulada Wilaya, del director Pedro Pérez Rosado.
Con la única exposición en Euskadi, asienta su jaima identitaria entre un pueblo, el vasco, que con el saharaui "no solo compartimos un sueño, sino que somos dos pueblos con el mismo sueño", abandera.
Mohammed Moulud Yeslem (Ausserd, 1977) expone hasta el día 15 en la casa de cultura Iturri de Elorrio. La muestra lleva por título "Los libros de madera" y demuestra que el artista comprometido "es el que pone sus habilidades al servicio de una causa, casi siempre noble". En el caso de Moulud, al servicio de la causa saharaui.

Los libros de madera devuelven la identidad a un pueblo atacado, invadido, desterrado… La historia tiene su magia, su liturgia, porque fueron (y deben seguir siendo) la voz de tradición saharaui. "Nosotros no tenemos nada escrito, todo lo hemos ido transmitiendo de forma oral. Estos libros de madera son el principio de todo. En ellos se escribían con carboncillo el Corán, capítulo por capítulo, o poesías y se memorizaban de principio a fin. Luego se borraban con agua y esa agua se bebía, así lo escrito quedaba en cuerpo y mente", explica este guerrillero del pincel y la palabra que va más allá con dolor: "Hasta el momento del exilio esto se hacía así. Hasta los 70 ese era el método de enseñanza. Luego se ha ido cambiando por las libretas…", lamenta.
Herido por la historia de Marruecos, herido por la de Mauritania, por España…, lanza un mensaje urgente a que se hable más de un muro de 2.700 kilómetros que ahoga a un pueblo soberano ancestral. Se habla del muro de Berlín, del israelí sobre Palestina… "pero nadie sabe nada del nuestro. No aparece en las noticias". Moulud informa de que está rodeado de 10 millones de minas antipersona sin contabilizar las anticarro, por 120.000 soldados marroquíes. El muro divide a familias enteras desde hace 37 años. En su interior, se estima que sobreviven medio millar de personas; refugiados, alrededor de 180.000. "Es un crimen contra la humanidad, también que nadie sepa de él y las miles de víctimas: personas sin brazos, sin piernas…".
No tan lejos de este conflicto, los cuadros hablan a quien los visita en la calle Elizburu. "Quiero plantar una flor por cada mina antipersona marroquí", explica quien nació libre, vivió también en Cuba, en los campamentos refugiados y continúa nómada por Sevilla, Santander, Almería, Alicante, León…

PINTAR CON PERSONAS 
Nómada también lo es la película Wilaya en la que cumple el papel de hermano de una protagonista. "En los campamentos he participado en cursos y talleres de cine. Un día vino el equipo de producción y me presenté para ese personaje. Tras varias entrevistas, me cogieron", resume. Wilaya es cada una de las provincias de los campamentos de refugiados de la República Árabe Saharaui Democrática. "Para mí, la pintura y el cine es lo mismo. En el primero pintas con los colores; en el segundo con las personas".
Su persona pinta bajo la identidad de Mohammed Moulud Yeslem. El primer término por el profeta Mahoma fundador del Islam; el segundo es "la casa del profeta", y el tercero "el nombre de mi padre". En su única visita, por ahora a Euskadi, concluye que no está "en contra de nadie", pero defiende lo suyo y lo de los suyos, y con mucho arte.

Fuente: deia.com


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