La quinta ronda de las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y Marruecos para un nuevo acuerdo de pesca entre las dos partes terminó ayer en Rabat, dijeron a Efe fuentes oficiales marroquíes, que adelantaron que habrá una nueva ronda en Bruselas.
La próxima ronda negociadora se celebrará en una fecha aún por concretar, añadieron las fuentes, que no quisieron desvelar grandes detalles de lo conseguido en estos dos días en Rabat, salvo que las discusiones se centran "en la parte técnica y financiera".
Con ello, dieron a entender que no hay obstáculos políticos, como la alusión a los territorios saharauis, ya que una de las razones de que el Parlamento Europeo rechazara el anterior acuerdo fue que no garantizaba que los beneficios obtenidos de las aguas saharauis fueran a su población. Las mismas fuentes dijeron ayer que Marruecos insiste en pedir una mayor compensación financiera que en el anterior acuerdo, hasta sumar cerca de 40 millones anuales de euros.
Esa cifra solo es aceptable para los europeos si se aumentan muy considerablemente las posibilidades de pesca, ya sea con más barcos, más millas de faenado o barcos de mayor tonelaje, señalaron.
Fuente: canalsur.es
Negociadores euro-marroquíes comienzan a esbozar textos del acuerdo pesquero
Rabat (Marruecos).- Los negociadores de la quinta ronda pesquera euro-marroquí comenzaron a redactar los borradores del que podría ser el nuevo acuerdo pesquero, mientras el principal escollo se centra en el aspecto puramente económico, informaron a Efe fuentes españolas.
Las fuentes indicaron que mientras se ha comenzado a trabajar en «buen espíritu» sobre textos concretos, Marruecos se muestra muy firme en su petición de contrapartida económica, pero no inflexible en los aspectos técnicos (es decir, en fórmulas para aumentar la capacidad de capturas).
Tal y como se ha filtrado en los últimos días, parece que Marruecos desea que la compensación financiera alcance los 40 millones de euros mensuales, frente a los 36,1 millones del anterior acuerdo más la tasa que pagaban los armadores.
La clave de las negociaciones para la Unión Europea es obtener más derechos de pesca que hagan rentable el convenio, y más cuando la escasa rentabilidad fue una de las razones por las que el Parlamento Europeo (PE) suspendió el acuerdo en diciembre de 2011, lo que obligó a los barcos europeos (en su mayoría españoles, de Andalucía y Canarias) a abandonar el caldero marroquí.
Lo que parece casi seguro es que las cuotas que pagan los armadores van a subir, pero no en la misma medida para todos: las cuotas para la flota artesanal podría aumentar hasta un 10% o un 15% y un 300% en las licencias de los « grandes pelágicos » y los barcos que poseen una gran capacidad de tonelaje.
Asimismo, los negociadores crearon dos grupos de trabajo (uno que se ocupa de la parte técnica y el otro de la parte política) para perfilar los detalles del nuevo acuerdo, aunque todo parece indicar que está quinta ronda de negociaciones no será la definitiva.
Por otro lado, la preocupación de los armadores españoles es la parte política (concreción sobre el aprovechamiento para las poblaciones locales del acuerdo, y específicamente la población saharaui), ya que piensan que es « un elemento determinante » para alcanzar el acuerdo.
«Queremos que el acuerdo que se alcance sea viable técnicamente y económicamente, así como beneficioso para ambas partes», explicó Pedro Maza, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE).
Como motivo para tumbar el anterior protocolo, la Eurocámara también esgrimió que el acuerdo no garantizaba la sostenibilidad de los recursos y que no tomaba en cuenta a la población del Sáhara Occidental, por lo que las negociaciones buscan ahora una fórmula que garantice que los saharauis se ven beneficiados por unos acuerdos en los que el esfuerzo pesquero se hace en gran medida en sus aguas.
El primer acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos se remonta a 1995, momento en el que se convirtió en el más importante en la materia, pese a lo que en 1999 no se logró un acuerdo para su renovación.
Desde entonces, pasó casi una década hasta que en 2007 entró en vigor un nuevo protocolo pesquero entre los Veintisiete y el país, el mismo que fue suspendido a finales de 2011.
Negociadores euro-marroquíes comienzan a esbozar textos del acuerdo pesquero
Rabat (Marruecos).- Los negociadores de la quinta ronda pesquera euro-marroquí comenzaron a redactar los borradores del que podría ser el nuevo acuerdo pesquero, mientras el principal escollo se centra en el aspecto puramente económico, informaron a Efe fuentes españolas.
Las fuentes indicaron que mientras se ha comenzado a trabajar en «buen espíritu» sobre textos concretos, Marruecos se muestra muy firme en su petición de contrapartida económica, pero no inflexible en los aspectos técnicos (es decir, en fórmulas para aumentar la capacidad de capturas).
Tal y como se ha filtrado en los últimos días, parece que Marruecos desea que la compensación financiera alcance los 40 millones de euros mensuales, frente a los 36,1 millones del anterior acuerdo más la tasa que pagaban los armadores.
La clave de las negociaciones para la Unión Europea es obtener más derechos de pesca que hagan rentable el convenio, y más cuando la escasa rentabilidad fue una de las razones por las que el Parlamento Europeo (PE) suspendió el acuerdo en diciembre de 2011, lo que obligó a los barcos europeos (en su mayoría españoles, de Andalucía y Canarias) a abandonar el caldero marroquí.
Lo que parece casi seguro es que las cuotas que pagan los armadores van a subir, pero no en la misma medida para todos: las cuotas para la flota artesanal podría aumentar hasta un 10% o un 15% y un 300% en las licencias de los « grandes pelágicos » y los barcos que poseen una gran capacidad de tonelaje.
Asimismo, los negociadores crearon dos grupos de trabajo (uno que se ocupa de la parte técnica y el otro de la parte política) para perfilar los detalles del nuevo acuerdo, aunque todo parece indicar que está quinta ronda de negociaciones no será la definitiva.
Por otro lado, la preocupación de los armadores españoles es la parte política (concreción sobre el aprovechamiento para las poblaciones locales del acuerdo, y específicamente la población saharaui), ya que piensan que es « un elemento determinante » para alcanzar el acuerdo.
«Queremos que el acuerdo que se alcance sea viable técnicamente y económicamente, así como beneficioso para ambas partes», explicó Pedro Maza, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE).
Como motivo para tumbar el anterior protocolo, la Eurocámara también esgrimió que el acuerdo no garantizaba la sostenibilidad de los recursos y que no tomaba en cuenta a la población del Sáhara Occidental, por lo que las negociaciones buscan ahora una fórmula que garantice que los saharauis se ven beneficiados por unos acuerdos en los que el esfuerzo pesquero se hace en gran medida en sus aguas.
El primer acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos se remonta a 1995, momento en el que se convirtió en el más importante en la materia, pese a lo que en 1999 no se logró un acuerdo para su renovación.
Desde entonces, pasó casi una década hasta que en 2007 entró en vigor un nuevo protocolo pesquero entre los Veintisiete y el país, el mismo que fue suspendido a finales de 2011.
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