Marruecos cada día que pasa ve que su sueño expansionista en el Sahara Occidental se va diluyendo un poco más. Las exigencias cada día son más altas, los Derechos Humanos son su talón de aquiles, ya no engaña a nadie con sus fantasmagóricas comisiones y consejos creados para tal fin, la poca o nula credibilidad de sus informes, encaminados en la línea oficial del majzén, y la dependencia absoluta de este, echaron por tierra estas iniciativas, condenándolas al fracaso absoluto. La permisividad de sus aliados en este sentido se vuelve cada día más insostenible, contrastando con las exigencias de las más prestigiosas Organizaciones Humanitarias (AI., HRW., RFK. Center,..), hasta el punto que los EEUU presentaron en abril del año pasado una iniciativa para dotar a la MINURSO de la supervisión de los DDHH en el Sahara Occidental. Marruecos está muy presionado en la cuestión del Sahara Occidental, todas sus maniobras políticas siempre han ido encaminadas a ganar tiempo y esperar a que el Polisario se fragmentase, la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) desapareciese de la escena internacional o que Argelia deje de apoyar incondicionalmente al pueblo saharaui, cosas que no han ocurrido, más bien ha ocurrido todo lo contrario, Argelia, ahora más que nunca ha reiterado su apoyo incondicional al pueblo saharaui, la RASD afianzó sus credenciales en la escena internacional, a través de la última cumbre Africana, y el Polisario persiste en el tiempo, como único y legitimo representante del pueblo saharaui. Frente a esta realidad, Marruecos acorralado por las Organizaciones Humanitarias, ha optado por buscar desviar la atención (táctica repetidas muchas veces) en estos momentos delicados para él, hacia un posible enfrentamiento armado con Argelia, en realidad improbable, pero eficaz para elevar el nivel de prioridades de los Organismos Internacionales, en la zona y la cuestión de los DDHH en el Sahara Occidental quedaría relegada a un segundo plano.
Esta táctica de elevar la tensión con Argelia se ha repetido dos veces en los últimos cuatro meses. La primera, en octubre del pasado año, Marruecos llamo a consultas a su embajador en Argel por unas declaraciones del Presidente Butaflika, y azuzó a sus ciudadanos a manifestarse frente a la embajada Argelina en Rabat, llegando incluso estas masas enfurecidas a penetrar en el interior de los terrenos de la embajada y pisotear la bandera argelina frente las cámaras de televisión. La segunda más reciente, a finales de enero del presente año, a consecuencia de las acusaciones lanzadas por el régimen marroquí, sobre la supuesta expulsión de más de 70 sirios por las autoridades argelinas a territorio marroquí. El detonante puede ser cualquier pretexto con tal de desviar la atención sobre el problema principal, la ocupación ilegal del Sahara Occidental y la violación sistemática de los DDHH en los Territorios Ocupados. Lo más probable, en los próximos meses antes de la renovación del mandato de la MINURSO, se produzca una nueva escalada de este tipo, de mayor intensidad, y puede que sea la tónica general de aquí hasta el final del mandato del Sr. Barack Obama y su Secretario de Estado John Kerry, intuyendo Marruecos que al final de la legislatura del Sr. Barack Obama, querrá dejar un buen legado para la historia. Otro factor a tener en cuenta en este contexto de importancia hegemónica en la zona es el poder militar, que esta desencadenando una carrera armamentística sin precedentes. Según el último informe del SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute) año 2013, Argelia ocupa el 6º puesto en el ranking mundial de importadores de armamento pesado con un gasto aproximado del 4% del PIB, mientras que Marruecos ocupa el puesto 12º con un gasto aproximado del 3% del PIB. El mes pasado, Argelia contrato la adquisición de 30 drones de última generación, de tecnología Rusa y Marruecos 3, curiosamente de tecnología Sionista, siendo el sátrapa Mohamed VI, presidente del comité Alquds (siendo uno de los objetivos de este comité la recuperación de los derechos de los palestinos), y en el poder un partido islamista. Indudablemente Argelia esta desequilibrando la balanza hegemónica en la zona a su favor.
Por otra parte, conviene que las autoridades de la RASD y el Polisario no pierdan de vista el último movimiento marroquí, la visita del líder Tuareg, Bilal Ag Cherif del MLNA (Movimiento Nacional de Liberación del Azawad), a Rabat. En el recuerdo reciente (año 2011) está el secuestro de los dos cooperantes españoles y una italiana de los campamentos de refugiados saharauis. Marruecos en su juego sucio es capaz de cualquier tentativa por muy improbable que parezca.
Articulo por gentileza de Mahayub Labaihat
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