En su enésima Reunión de Alto Nivel hispano-marroquí el Gobierno de Rabat ha impuesto al de España ignorar la cuestión de la descolonización del Sáhara Occidental, problema de responsabilidad común que mientras no se resuelva hará que las relaciones entre ambos países estén basadas en el chantaje y la desconfianza.
Marruecos no escatima esfuerzos para arrastrar a España a un permanente escenario de violación de la legalidad internacional y violación de los derechos humanos, como en el caso de la ciudadana saharaui Takbar Haddi, en huelga de hambre desde hace más de 21 días frente al Consulado marroquí en Las Palmas de Gran Canaria para reclamar el cadáver de su hijo, asesinado en los territorios ocupados del Sáhara Occidental por colonos con la complicidad de las autoridades marroquíes.
A modo de ejemplo, tal y como denunció Amnistía Internacional en su informe sobre la tortura en Marruecos y el Sáhara Occidental “La sombra de la Impunidad”, publicado el pasado mes de mayo, “…la tortura y otros malos tratos siguen siendo una práctica demasiado frecuente y que continúa quedando impune. De hecho, las autoridades continúan sin tomar medidas para abordar la impunidad”.
De igual forma, el Relator de Naciones Unidas contra la Tortura, Juan E. Mendez, había señalado con anterioridad tras su visita a la zona “que persiste la práctica de los tratos crueles en las causas penales ordinarias y que, cuando se producen acontecimientos con repercusiones importantes, como actos que se perciben como una amenaza para la seguridad nacional, acciones terroristas o grandes manifestaciones, aumenta paralelamente el número de actos de tortura y malos tratos durante el proceso de detención e ingreso en prisión”.
Esta es la realidad que de forma cotidiana sufre el Pueblo Saharaui mientras España, responsable legal y político de esta tragedia, mira para otro lado o, peor aún, se comporta como cómplice silencioso (y necesario) de la represión sistemática de los derechos humanos de nuestras hermanas y hermanos saharauis.
Por eso, haciéndonos eco del sentir de cientos de miles de españoles y españolas, de un buen número de partidos políticos y sindicatos, de los parlamentos y ayuntamientos que han demandado la autodeterminación del pueblo saharaui y la defensa de sus derechos cívicos y personales, de las diferentes instituciones y colectivos que han unido sus voces para pedir el respeto a la dignidad y a la voluntad de ese pueblo hermano ultrajado, desde CEAS-Sáhara, pedimos al Gobierno de España que nos represente y tenga la decisión y el coraje de asumir las responsabilidades nunca asumidas y se implique decididamente en la búsqueda de una solución política que reconozca los legítimos derechos del pueblo saharaui para reconocer su propia responsabilidad en el ámbito de las naciones contemporáneas.
De forma urgente exigimos le sea entregado a Takbar Haddi el cuerpo de su hijo y, así, evitar el sufrimiento de una madre que solo quiere que sea enterrado dignamente y que los responsables de su muerte sean juzgados.
Fuente: sanborondon.info
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