Ya transcurrida la primera mitad del año, las crónicas sobre la situación en los territorios ocupados del Sáhara Occidental abundan en detenciones, persecuciones, huelgas de hambre y muertes, como la de Mohamed Lamin Haidala. A pesar de ello, el Consejo de Seguridad renovó en abril el mandato de la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental) sin otorgarle competencias para la supervisión de los derechos humanos, lo que motivó múltiples manifestaciones en las zonas ocupadas repudiando el statu quo. Sobre eso dialogamos con Mohamed Luali Akeik, Ministro para los Territorios Ocupados y la Diáspora de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), quien también nos habla de lucha armada, expectativas sobre África y América Latina y la posibilidad de replicar la experiencia de Eucoco (conferencia europea de solidaridad con el pueblo saharaui) en otras regiones del mundo.
-¿Cuál es la situación hoy en los territorios ocupados?
El pueblo saharaui y el Frente Polisario (como representante único del pueblo saharaui) han recibido las decisiones del Consejo de Seguridad con una decepción bastante profunda y generalizada porque, en el momento en que esperábamos que las Naciones Unidas llamaran la atención y pusieran un “frenazo” a la intransigencia marroquí por bloquear los esfuerzos de la ONU durante diez meses, al final, le dan un premio alegando que existen mejorías y que Marruecos ha avanzado en el tema derechos humanos. Esto no es lo que esperaba el gobierno saharaui ni los ciudadanos saharauis, sobre todo en las zonas ocupadas. Allí, las violaciones a los derechos humanos en cambio de disminuir han aumentado muchísimo, sobre todo después del 6 de noviembre pasado tras el discurso del rey de Marruecos, quien dijo que ni la ONU ni nadie lo moverán de su posición. Ha incrementado el número de efectivos en la zona y la represión contra los ciudadanos saharauis es en todos los sentidos y con todos los medios disponibles. Esto nos ha golpeado muy duro y hoy en día [la población saharaui en los territorios ocupados] cree muy poco en las Naciones Unidas y la Minurso y está exigiendo buscar una alternativa a lo que hasta el momento se ha llevado a cabo, que es una lucha de forma muy justa y muy pacífica. Notan que esto no lleva a nada, porque la comunidad internacional no ha respondido a lo que se espera de ella.
-Y entonces, ¿qué se debería hacer?
La pregunta se está exponiendo en todos los lugares y niveles… casi siempre la respuesta es “ir a la guerra”. Entonces, mucho más el ciudadano saharaui, el joven saharaui que no esperaba que pasaran veinticuatro años para aplicar unas resoluciones, que exige volver a las armas. El Congreso [del Frente Polisario, previsto para diciembre de 2015] es la próxima etapa en la que se puede discutir duramente eso.
-Teniendo en cuenta el contexto internacional, ¿es posible fácticamente una guerra hoy?
Se trata de que hay un pueblo oprimido a lo largo de cuarenta y tantos años, veinticuatro de los cuales las Naciones Unidas y la comunidad internacional se han responsabilizado en aplicar un derecho que tiene desde 1960; todas las resoluciones de la ONU han apoyado este derecho del pueblo saharaui pero resulta inaplicable. La comunidad internacional, que es la que tiene que dar luz verde y ayudar al pueblo saharaui en su lucha, debería encontrar la fórmula para realizar el referéndum de autodeterminación que Marruecos aceptó. Si no se logra, la situación sería catastrófica. La responsabilidad quedaría sobre el Consejo de Seguridad. Es tarea de todos los defensores de los derechos humanos a través del mundo, que no permitan que se le impida un derecho a un pueblo que bien merecido lo tiene.
-¿Qué se espera de los países latinoamericanos y africanos?
Tanto América Latina como África tienen un deber y un papel que jugar muy fuerte en llevar a la causa saharaui y el derecho del pueblo saharaui hasta el máximo posible en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Porque con África y Latinoamérica apoyando y reconociendo a la República Árabe Saharaui Democrática, se presionaría más para que la RASD pueda obtener un puesto de observador y que se reconozca que se trata de una invasión ilegal a un Estado. No solo a un pueblo o a un territorio sino a un Estado reconocido internacionalmente. También es necesario condenar lo que está haciendo Francia, que es quien está bloqueando en el Consejo de Seguridad cualquier decisión en contra de Marruecos, aunque siempre se trate de decisiones en favor de aplicar la legalidad internacional.
-Y a nivel sociedad civil latinoamericana, ¿qué cree que se debería hacer?
Primero, sensibilizar a las sociedades civiles para que jueguen el papel de presionar a sus gobiernos. Queda mucho por hacer en ese sentido en esos países muy lejanos, donde no está el pueblo saharaui. Aunque compartimos muchos factores como el idioma y la cultura -que nos podrían ayudar-, la distancia geográfica hace muy difícil la misión de sensibilizar y hacer conocer y entender la causa saharaui a nivel amplio y no solo de las cúpulas. Se podría hacer algo como lo que se hace en Europa con la Eucoco: crear plataformas de ayuda al pueblo saharaui, con un programa que lleve al objetivo deseado.
N. de R.: se puede escuchar un fragmento de la entrevista aquí.
Imprimir artículo
Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.

Suscribete a los comentarios de este artículo

0 comentarios :
¿Que opinas de este articulo? Tus comentarios siempre serán bien recibidos, ¡¡ Gracias !!