Fuente: Hablemos del Sahra
De todos es conocido que la administración de los EEUU tiene el “derecho divino” de hacer y deshacer lo que le plazca con la ayuda de los regímenes cobardes del petrodólar.
Y muestra de ello, os traemos una prueba. La que sigue:
¿ Recuerdan al señor Wiliam Colby ?
Director General de Inteligencia desde septiembre de 1973 hasta enero de 1976.
Director de Inteligencia para el Presidente Richard Nixon y el Presidente Gerald Ford y sería reemplazado el 30 de enero de 1976 por el futuro Presidente George H.W. Bush.
En 1974 declaró que “Estados Unidos tiene derecho a actuar ilegalmente en cualquier región del mundo, acumular investigaciones en los demás países y hasta llevar a cabo operaciones tales como la intromisión en los asuntos internos chilenos”.
De Gaceta.es.
“A finales de septiembre de 1975 la situación española en el Sáhara era muy complicada. El rey de Marruecos, Hassan II, se había comprometido a apropiarse los territorios españoles del norte de África antes de acabar el año y amenazaba con el uso de la fuerza. Los servicios secretos norteamericanos se pusieron en marcha para intentar evitar la desestabilización en una zona que consideraban segura.
Gaceta.es ha tenido acceso al memorandum realizado por la CIA a petición del Secretario de Estado de EEUU, Henrry Kissinger. El documento está firmado por el propio director de la Agencia, William Colby, y analiza la situación de la zona y los riesgos que se corría de llegar a un conflicto bélico.
El texto es fundamental para entender el apoyo que desde entonces ha mantenido la administración norteamericana con la dinastía Alauí. Además, deja clara la forma de pensar de Colby y su defensa de la participación de America en la política internacional, algo que ya dejó claro en el caso de Chile: “Estados Unidos tiene derecho a actuar ilegalmente en cualquier región del mundo, acumular investigaciones en los demás países y hasta llevar a cabo operaciones tales como la intromisión en los asuntos internos chilenos”.
El memorandum lleva por asunto “Planes de Marruecos para invadir el Sáhara español” y está fechado el 3 de octubre de 1975, solamente un mes antes de que se produjera la “Marcha Verde”, consecuencia lógica de las recomendaciones que hace este documento a la administración presidida por el republicano Gerald Ford.
DOCUMENTO HISTÓRICO
La presentación del memorandum, firmada por Colby, explica la situación política en el Sáhara: “La presencia militar española en el Sahara puede provocar un conflicto. Si Marruecos pierde esta apuesta puede provocar la caída del actual Gobierno en Rabat (…) también podría provocar una crisis política en Madrid”. Y a continuación explica la posible intervención de otros países en el conflicto señalando el interés de Argelia por debilitar a Marruecos y las pretensiones de Mauritania, aunque de ésta última señala que es probable su interés por “evitar una participación militar”.
A continuación explica que el memorandum -calificado como secreto y solamente para uso interno- explica las implicaciones de cada país presente en el conflicto.
El primer punto del documento analiza la situación política a la que se enfrentaba Hassan II: “En agosto pasado reiteró su intención de apropiarse el Sahara Español antes del fin de año, por la fuerza si es necesario”. Y explica que entonces “prometió esperar la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre las reclamaciones territoriales Marruecos-Mauritania”. Pero señalan que esta actitud ha cambiado porque percibe la debilidad en el Gobierno español -una clara referencia a la enfermedad que unas semanas después pondría fin a la vida de Francisco Franco-. Esta circunstancia le llevaba, según el texto de la CIA, a tomar una decisión más ambiciosa. Dentro de estas medidas, el monarca Alauí estaría valorando que “una intervención militar en la zona podría provocar una mediación internacional favorable”.
Según el memorandum de la CIA el rey de Marruecos considera que España solamente podría presentar una respuesta inmediata con los 5.000 legionarios españoles desplegados en el territorio del Sáhara, que recibirían apoyo aéreo de las unidades de las Islas Canarias y, probablemente de unidades militares de Argelia. Aunque, señala, “Marruecos se muestra escéṕtica” ante la intervención de Argelia, pero asegura que se están concentrando tropas “con carácter disuasorio” con presencia sobre el terreno. Estas tropas habrían llegado en apoyo de Marruecos frente a Argelia desde “Siria, Egipto, la OLP, y de Arabia Saudí”.
De esta presencia de tropas en ayuda de Hassan II, el informe de la CIA se mostraba muy escéptico y solamente daba validez a la presencia de tropas palestinas, que “serían una excepción” a la llegada de contingentes.
En cuanto al potencial militar de Marruecos en la zona, la Agencia de Inteligencia explica que “Tiene aproximadamente un cuarto de sus 55.000 soldados” en la zona desde mediados de 1974. Pero explica que “padece considerables problemas (…) baja moral de la tropa por sus condiciones primitivas”. El documento también explica que en los meses que llevan desplazadas esas tropas marroquíes a la zona se ha establecido una estructura de mando y logística, pero que tendrían muchos problemas a la hora de enfrentarse a las tropas españoles y a las argelinas.
A continuación explican a Kissinger la situación militar de España, claramente más favorable que la marroquí: “Madrid tiene fuerzas suficientes para repeler una invasión de Marrruecos (en el Sahara). Los españoles tienen unos 16.000 hombres armados y personal de las fuerzas aéreas en el Sáhara, más otros 20.000 situados cerca, en las Islas Canarias”. A continuación explica que tiene 51 carros de combate y 35 vehículos armados. De las tropas españolas dice que “están bien equipadas y entrenadas, comparadas con las marroquíes”. También explica su superioridad aérea con bombarderos, dos escuadrones de F-5 y cuatro escuadrillas de defensa aérea formadas por aviones Mirage III y F-4C.
Una vez explicadas las fuerzas que podrían enfrentarse, el apartado 6 de memorandum analiza qué ocurriría en caso de haber una guerra: “En caso de decidirse a favor de la guerra, creemos que el rey Hassan habría juzgado mal la respuesta de España ante una invasión”. En frente, España no consideraría la posibilidad de una guerra colonial y se limitaría a “resistir un desalojo por la fuerza”. Y aquí es donde viene el problema para los norteamericanos porque España recurriría a la ONU para restablecer la paz en la zona y Washington se vería obligado a actuar ante la reclamación de España. Y en virtud de los acuerdos entre Estados Unidos y España de “defensa y cooperación justificarían una acción diplomática de apoyo, contrarias a las garantías iniciales [dadas por EEUU a Marruecos en sus reivindicaciones sobre el Sáhara]”.
A continuación explica que Hassan, que tendría esas garantías de EEUU, recurriría a su ayuda y no podrían dársela en caso de guerra, lo que pondría en peligro sus relaciones bilaterales.
El memorandum continúa explicando que “Un conflicto armado con Marruecos uniría a la mayoría de los españoles y ayudaría al régimen a desviar la atención del público de los problemas internos”.
En lo que respecta a la situación política en España y las complicaciones que supondría una guerra, el informe señala lo siguiente: “Si la lucha se prolongaba, sin embargo, la guerra podría convertirse en otro tema que dividiría a los españoles. La división también aparecería en el ejército -el elemento más estable de la sociedad española- que eventualmente estaría en desacuerdo sobre los méritos de la lucha por una guerra por un territorio que el gobierno ya ha anunciado que está dispuesto a renunciar”
A continuación explica que la realidad de Argelia, que pretende obtener una salida directa al Atlántico a través del Sáhara, apoyaría con material y hombres al Frente Polisario, lo que contribuiría a que peligrase la estabilidad en la zona y pondría en riesgo la supervivencia misma del régimen de Hassan II. Argelia también podría desplazar tropas a su frontera con Marruecos para obligarle a desplazar tropas a la zona y retirarlas del Sáhara.
En caso de un enfrentamiento directo entre Argelia y Marruecos, los segundos podrían tener un éxito inicial con sus entre cuatro y seis mil afectivos en la frontera con Argelia, pero esta ventaja sería compensada rápidamente por la presencia aérea de Argelia -200 aviones de combate, frente a 40 de marroquíes- y por la mejor preparación técnica y entrenamiento de los argelinos.
Según el memorandum, Estados Unidos apoyaba la reivindicación de Marruecos sobre el Sahara español, pero sus intereses se verían perjudicados por una guerra en la zona. Los intereses norteamericanos se vieron cumplidos. No hubo guerra. Un mes después tenía lugar la Marcha Verde con 250.000 civiles no armados avanzando en el territorio español.”
No obstante, el documento se queda corto; porque aqui tambien, intervinieron personalidades del movimiento de Franco y de su confianza que a su vez tenian relaciones (negocios) con la monarquia alauita. A saber: Solis Ruiz y Juan Carlos.
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