Cefalopoderos y empresas mixtas se integran en una delegación de armadores hispano-marroquí para lograr un trato en mejores condiciones cuando en febrero venza el actual.
Los cefalopoderos españoles, en su práctica totalidad de capital gallego y con puerto base en Marín y Las Palmas, desean volver al caladero de Marruecos, que abandonaron en 1999 –77 barcos– y al que, pese a suscribir un par de años más tarde la UE otro acuerdo pesquero con Rabat, no han regresado porque tal pacto excluía esta pesquería y las alternativas de faena que se les presentaban eran en condiciones "inasumibles".También las sociedades mixtas constituidas por empresarios españoles con socios alauitas (muchas de ellas también de capital gallego y que suman una veintena de barcos de pesca industrial) aspiran a un acuerdo renovado y asumible.
La inminencia del vencimiento del actual acuerdo pesquero –el 28 de febrero de 2012, tras haber sido ya prorrogado por un año– ha motivado inquietud pero también expectativas tanto entre los empresarios españoles como entre los marroquíes.
A tal fin, se constituyó una comisión de empresarios de ambas orillas del Estrecho que se concretó ya en reuniones, una en Tánger y, las más reciente, hace unos días en Bruselas, para tratar de explicar y presionar a las autoridades comunitarias y también al Parlamento Europeo de la conveniencia de renovar y mejorar el pacto.
De tal comisión forma parte el gallego José Ramón Fontán, en su calidad de directivo y representante de la asociación Nacional de Cefalopoderos, Anacef, y del clúster de sociedades mixtas. Fontán señalaba a este diario el interés de los dos sectores de flota que representa por poder volver a operar en aquel caladero aunque consciente de las dificultades que entraña.
Hay que recordar en tal decisión de Bruselas pesan factores también de índole política. De hecho, varios eurodiputados promovieron una iniciativa –finalmente rechazada por la Eurocámara el pasado día 29– para llevar ante el Tribunal de Justicia de la UE el acuerdo actual, por considerar que vulnera la doctrina de la ONU sobre los territorios del Sahara occidental.
Condiciones "inasumibles"
Fontán recuerda que cuando se renovó el acuerdo con Marruecos con la UE a comienzos de la pasada década, no se incluyó a los cefalopoderos pero que, pese a todo, intentaron mantenerse en el caladero, al quedar abierta la opción de faenar con barcos arrastreros de profundidad. Tras alguna prueba desistieron, al comprobar que las condiciones lo hacían "imposible". Entre ellas, cita la "imposición" de un elevado número de tripulantes locales "a dedo, que ni eran marineros ni querían serlo; y en una tripulación de 18 hombres si 8 son de esas características es fácil deducir que la actividad era inviable". Otras imposiciones que la flota no pudo asumir, señala Fontán, tenían que ver con vedas o el tamaño medio de los buques.
El actual acuerdo, que expira en febrero de 2012, ofrece 119 licencias a la flota europea, más una cuota adicional para especies pelágicas como anchoa, caballa o arenque.De los cien permisos que el acuerdo ofrece para los barcos españoles, en la actualidad solo se utilizan unos 70, de los que 43 son de Andalucía y el resto de Canarias. A cambio, la UE paga al año 36,1 millones de euros al país magrebí, una parte para su sector y otra para medidas de desarrollo.
La flota cefalopodera española, que tras su salida de Marruecos se centró en los caladeros de Mauritania y Guinea Bissau, cuenta en la actualidad con 25 buques.
Fuente: farodevigo.es
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