Dibujos extraños sobre las arenas del Sáhara

Sobre las arenas del desierto del Sáhara Occidental existen formaciones artificiales que podrían ser túmulos funerarios de una cultura desconocida. Para cualquier persona interesada en la arqueología y sus misterios probablemente no le serán desconocidas las asombrosas líneas de Nazca o el llamado "candelabro" de Paracas, enormes figuras realizadas sobre la arena del desierto y cuya finalidad , pese a que existen numerosas explicaciones y algunas de ellas muy probables, aún constituyen un enigma. Sin embargo existen lugares en nuestro planeta donde también aparecen geoglifos y que sin embargo son prácticamente anónimos para la mayor parte del conjunto de la población. Un ejemplo de esto se encuentra en las arenas de lo que fue el Sáhara español, el actual y conflictivo Sáhara Occidental.

Observables desde el cielo

Los geoglifos del Sáhara eran totalmente desconocidos hasta que en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX fueron observados, y fotografiados por los pilotos de los aviones españoles que efectuaban vuelos de reconocimiento sobre el territorio saharaui.

Estas figuras realizadas sobre la arena aparecen en muchos lugares, ampliamente distribuidas por el territorio de la que fue colonia española, cerca de ciudades como El Aaiún, Chej Merebbi Raban, Lehmeira, Musa, Sallat Aseraui, Moroba, Habchi, Chabien, Jang Saccim y Quesar, entre otras.
Según las observaciones aéreas da la impresión de que las figuras fueron realizadas con grandes piedras oscuras, quizás basálticas, aunque habría que examinarlas de cerca y estudiarlas sobre el lugar para determinar de forma exacta cuál fue el material que se empleó para construirlas.
Esto, según los pilotos que las observaron desde el cielo, no es tarea fácil, ya que aunque se conoce la ubicación de las figuras no es sencillo llegar hasta ellas ya que las dunas del desierto las han semienterrado y dañado en muchos casos. De lo que están seguros es de que no se trata de formaciones naturales, sino de construcciones artificiales claramente diseñadas siguiendo un patrón desconocido.
Los geoglifos del Sáhara se dividen en dos tipos distintos, según los denominaron los pilotos que las fotografiaron, por sus formas.
Al primer tipo de ellos, más frecuente, le llamaron tipo "bumerán" por ser semejante su silueta al del célebre arma australiana, y al otro se le denominó "mosca" por sus semejanzas con el insecto del mismo nombre.

Bumeráns orientados hacia el oeste

El primer tipo, como se ha indicado, tiene una forma similar al de un bumerán australiano y su diámetro llega a ser el de un kilómetro y medio.
Las proporciones y dimensiones de las figuras pertenecientes a este tipo son muy similares y están todas orientadas hacia el oeste, es decir, que parecen señalar, como una especie de flecha indicadora, hacia la costa atlántica, siendo imposible precisar si este hecho se debe a la casualidad o por el contrario es deliberado.
El otro tipo de geoglifos saharianos, los llamados "moscas" son menos extensos, ya que ocupan un diámetro aproximado de cincuenta metros y tampoco siguen una formación ni orientación específica. Son, por lo tanto, estructuras más anárquicas.

Explicación arqueológica sobre los geoglifos

Sobre la función exacta de estas estructuras en el desierto sahariano no hay una conclusión definitiva. Ni la habrá hasta que un equipo arqueológico pueda llegar al lugar donde estas estructuras se encuentran. Para los arqueólogos podrían tratarse de lugares ceremoniales o de enterramientos de una antigua cultura nómada.
Esta hipótesis puede verse reforzada por el testimonio de los beduinos de la zona, que mantienen con orgullo que esas construcciones son obra de sus "espléndidos antepasados" y que son considerados lugares sagrados por ellos.
Realmente al observar las fotos aéreas de los geoglifos cualquier observador iniciado en las construcciones megalíticas y prehistóricas los pone en relación con estructuras similares como los cromlech o los círculos de piedra.
Sin embargo qué cultura megalítica las construyó y cuándo es un enigma que aún no tiene una respuesta. Seguramente fueran obra de una sociedad bereber, pero, como afirmamos, aún no hay argumento científico sólido sobre su origen.

Fuente: http://www.suite101.net/view_image.cfm/238508

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