Saïd Mohamed Fadel nació muy cerca de la ciudad santa de Smara, en territorio ocupado por Marruecos.
Antes de la guerra era campesino, más tarde trabajó para una empresa española de construcción cuando el Sahara Occidental aún era colonia española.
En 1975 se alista en el Polisario y huye, como muchos, hacia el desierto para luchar contra el ejército marroquí.
En 1982, cuando viajaba en un coche, tratando de llevar víveres de Tifariti a los campamentos de alrededor, fue víctima de una mina anti-carro. El coche voló por los aires y murieron sus dos acompañantes, él sobrevivió pero quedó tetrapléjico, sólo puede ejecutar un simple movimiento con su brazo izquierdo. Para darle la mano le coges el codo.
Saïd lleva sin moverse del Centro desde 1994, nunca ha salido, además tiene que estar en un clima especial en su habitación, no frío ni calor.
En nuestro último viaje ( Junio del 2011 ), las temperaturas llegaban a 45
grados y el centro sufría varios cortes de luz al día , todos estábamos pendientes de Saïd y lo mal que lo estaba pasando sin su aire ( no comió en un par de días ), al final lo tuvieron que trasladar a un lugar cercano más fresco. Afortunadamente el último día nos despedimos como la primera vez, echándonos los dos encima de la cama y llenando de besos su frente. No paraba de reírse, que gran tipo!!!!!
Antes de la guerra era campesino, más tarde trabajó para una empresa española de construcción cuando el Sahara Occidental aún era colonia española.
En 1975 se alista en el Polisario y huye, como muchos, hacia el desierto para luchar contra el ejército marroquí.
En 1982, cuando viajaba en un coche, tratando de llevar víveres de Tifariti a los campamentos de alrededor, fue víctima de una mina anti-carro. El coche voló por los aires y murieron sus dos acompañantes, él sobrevivió pero quedó tetrapléjico, sólo puede ejecutar un simple movimiento con su brazo izquierdo. Para darle la mano le coges el codo.
Saïd lleva sin moverse del Centro desde 1994, nunca ha salido, además tiene que estar en un clima especial en su habitación, no frío ni calor.
En nuestro último viaje ( Junio del 2011 ), las temperaturas llegaban a 45
grados y el centro sufría varios cortes de luz al día , todos estábamos pendientes de Saïd y lo mal que lo estaba pasando sin su aire ( no comió en un par de días ), al final lo tuvieron que trasladar a un lugar cercano más fresco. Afortunadamente el último día nos despedimos como la primera vez, echándonos los dos encima de la cama y llenando de besos su frente. No paraba de reírse, que gran tipo!!!!!
Fuente: teamargosahara
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