Así lo anunció ayer ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, quien confirmó la primera visita de Ross a la antigua colonia española desde que en mayo pasado canceló un viaje a la zona después de que Rabat le retirara su confianza durante meses, por su supuesta parcialidad y porque "no había conseguido ningún avance significativo".
Ross buscará en esa gira intercambiar puntos de vista con interlocutores clave en el conflicto del Sahara para "acelerar los progresos" que lleven a una solución política que tenga en cuenta el principio de libre determinación del pueblo saharaui, según Nesirky.
El portavoz de Naciones Unidas añadió que una vez concluya la gira, a mediados de noviembre, el enviado especial para el Sáhara Occidental mantendrá un encuentro con los miembros del Consejo de Seguridad.
A finales de agosto pasado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, acordó con el rey Mohamed VI la permanencia en el cargo de su enviado especial "para seguir negociando y respaldar el trabajo de Ross y su equipo".
Marruecos criticó su insistencia en aferrarse a la independencia de la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sahara Occidental (Minurso) y su supuesto intento hacer que esa misión tuviera un mandato sobre temas relativos a los derechos humanos.
Rabat considera que su soberanía sobre el territorio que ocupó en 1975 es plena y no admitirá ningún menoscabo ni permitirá que un organismo no marroquí tenga alguna clase de autoridad por encima de la del Gobierno.
Las diferencias entre Marruecos y el Frente Polisario se basan en que Rabat sostiene que su plan de autonomía es la única salida al conflicto, mientras que los saharauis defienden la celebración de un referéndum en el que la independencia sea una opción.
Fuente: noticiasterra.com
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