Hoy 10 de diciembre de 2013, los miembros del Parlamento Europeo están llamados a votar sobre el nuevo protocolo pesquero UE-Marruecos. Ese protocolo, aunque -como los anteriores- no incluye las aguas del Sahara Occidental, se utiliza para pescar ilegalmente en las aguas del Sahara Occidental. Por eso nadie puede llamarse a engaño sobre lo que significa un voto favorable a dicho protocolo. La responsabilidad de todos los eurodiputados es grande, pero mayor aún es la que corresponde a los eurodiputados de España, la potencia administradora del Sahara Occidental. Un joven saharaui condenado a cadena perpetua, Hassana Alia, acaba de publicar una carta abierta a un eurodiputado español, Antonio Masip, que, a mi juicio, resulta extendible a muchos otros eurodiputados españoles, en especial a aquellos del PP y del PSOE que dicen apoyar a la causa saharaui.
I. LA VOTACIÓN DEL PROTOCOLO PESQUERO DE 2011, LOS EURODIPUTADOS AL DESNUDO
La publicación de los nombres de los parlamentarios que votaron a favor o en contra del protocolo pesquero de la UE con Marruecos en 2011 arrojó algunas llamativas sorpresas.
No resultaba sorprendente que eurodiputados como Carmen Fraga Estévez, Luis Fernando López Aguilar y otros votaran a favor de los intereses marroquíes.
Pero sí resultaba sorprendente que ciertos eurodiputados que decían apoyar los derechos internacionalmente reconocidos del pueblo saharaui votaran a favor de un acuerdo que abría la puerta a la violación de esos mismos derechos. Entre esos eurodiputados los había del PP (Santiago Fisas Ayxela, José Ignacio Salafranca) y del PSOE (Antonio Masip Hidalgo o Iratxe García Pérez -con la que, por cierto, estuve personalmente en Tifariti siendo testigo del apoyo que decía dar a la causa saharaui).
A pesar de esos sorprendentes votos, el protocolo pesquero fue rechazado por la mayoría del Parlamento Europeo lo que puso de manifiesto, más si cabe, la conducta de estos diputados.
II. LA VOTACIÓN DEL PROTOCOLO PESQUERO DE 2013: HISTORIA Y DECENCIA
Hoy 10 de diciembre de 2013 se producirá la votación del nuevo protocolo pesquero de la UE con Marruecos.
Ahora las circunstancias son diferentes.
En primer lugar, porque sabemos lo que ha hecho Marruecos con quienes han protestado contra el expolio de sus recursos. El juicio inicuo de Akdeim Izik, paradigma de la violación del derecho a un juicio justo en una sociedad civilizada, fue la respuesta del majzen ante esas protestas. Ahora, un voto a favor del protocolo pesquero es un voto de complicidad con esas prácticas del majzen.
En segundo lugar, todo parece indicar que tanto PP como PSOE van a perder una buena parte de sus eurodiputados en las elecciones europeas que se van a celebrar en unos meses. Muchos de los eurodiputados del PP y del PSOE ahora presentes en el Parlamento van a perder su escaño. Es absurdo que puedan creer que una obediencia perruna a la dirección de su partido les va a garantizar la reelección. Antes bien, si la causa saharaui adquiere (como es probable que sea) mayor peso en la campaña de las elecciones europeas, este voto puede ser tenido en cuenta por los ciudadanos de las elecciones europeas.
Y, en tercer lugar, si como parece, no todos los eurodiputados van a poder ser reelegidos (bien porque sus partidos no les van a incluir en las listas o bien porque aunque les incluyan en las listas no hay puestos "seguros" para todos), esta votación es una ocasión de oro para demostrar que la política no tiene necesariamente que estar reñida con la decencia. Muchos eurodiputados tienen la oportunidad de terminar su mandato con la cabeza bien alta. Haciendo lo que es justo. Lo que su conciencia y el Derecho les invita a hacer: rechazar este nuevo Protocolo pesquero.
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