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EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

Los malos

El domingo acabó el FiSahara, el Festival de Cine del Sáhara que unos locos maravillosos llevan organizando más de una década. Gracias a su empeño, los saharauis, que carecen de todo, por lo menos tienen películas (también hay una escuela de cine: puedes ayudar a mantenerla en su grupo de teaming.net).
Las escasas noticias sobre el festival me hicieron recordar que los españoles somos responsables de parte del dolor de África. Y no ya por nuestro papel de diligentes matones fronterizos, por esos racimos de personas trepadas a las vallas como gorriones hambrientos mientras los guardias les brean a bastonazos y les fumigan. No: me refiero a nuestra culpa directa.
Se nos olvida que hemos sido un país colonial que abandonó de manera indecente a su colonia. Porque en 1975, tras prometer la independencia a los saharauis, firmamos un acuerdo que troceaba despiadadamente el Sáhara y lo repartía entre Mauritaria y Marruecos: “Nos traicionaron y vendieron como ovejas”. Después nos retiramos a toda prisa mientras Marruecos invadía a sangre y fuego. Todos los saharauis que pudieron, con sus ancianos y sus niños, huyeron despavoridos al desierto, perseguidos y bombardeados por los marroquíes.
Y allí siguen, a pesar de las resoluciones favorables de la ONU. Son 120.000 y llevan 40 años en la hamada argelina, un lugar feroz en donde solo medran las víboras. Cuarenta años en campamentos de refugiados, en condiciones inhumanas y dependiendo de la ayuda internacional, que se ha desplomado con la crisis (dos tercios de las mujeres padecen anemia). Cuarenta años sin recurrir al terrorismo (así se lo pagamos). Vuelvo a contar todo esto porque las nuevas generaciones no lo saben. Qué gran filme épico podría hacerse sobre el sufrimiento de ese pequeño, estoico pueblo: y nosotros seríamos los malos de la película.

Por Rosa Montero

Fuente: elpais.com 

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