El 30 de marzo, el Frente Polisario destruyó un arsenal de minas antipersona (AP) en Tifariti, Sahara Occidental, aunque el número total de minas destruidas está pendiente de ser confirmado. Esta es la quinta destrucción desde que el Frente Polisario se adhirió al Llamamiento de Ginebra en 2005, mediante la firma de la Escritura de Compromiso para la Prohibición de Minas Terrestres. Desde 2005, el Frente Polisario ha destruido más de 10.000 minas almacenadas.
De acuerdo con el Informe Monitor de Minas Terrestres, el Frente Polisario ha informado que hubo unas 2.500 víctimas de minas y otros restos explosivos de guerra (REG) desde 1975. En 2013 se reportaron 23 nuevas víctimas.
En el acto de destrucción estuvieron presentes funcionarios de alto nivel del Frente Polisario, entre ellos el Primer Ministro y el Ministro de Defensa, así como representantes de Llamamiento de Ginebra, la Campaña Saharaui de Prohibición de Minas Terrestres (SCBL), el Centro de Coordinación de Acción contra las Minas de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), Minas Tecnología Internacional, el Servicio de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas (UNMAS) y de la Asociación Saharaui de Víctimas de Minas.
Fred Meylan, director del Programa de Llamamiento de Ginebra para África, después de la destrucción aseguraba que “esperamos que pronto la población del Sáhara Occidental podrá vivir en un ambiente libre de minas terrestres. Desde la firma de la Escritura de Compromiso, en las zonas controladas Frente Polisario se han llevado a cabo acciones de limpieza del territorio, de educación y sensibilización sobre el riesgo de las minas y se ha establecido un centro ortopédico para ayudar a víctimas. Sin embargo, las minas terrestres siguen siendo una amenaza crítica para la población, especialmente en el otro lado de la berma y Marruecos deben ahora unirse a la Convención de Ottawa", añadió.
Para responder a una solicitud del Frente Polisario, el Llamamiento de Ginebra también llevó a cabo una capacitación de cuatro días de formadores en las normas internacionales humanitarias para 13 instructores militares del Frente Polisario y uno de los representantes de la Comisión de Derechos Humanos saharauis. El curso incluyó temas como los medios y métodos de hacer la guerra, la protección de los civiles y aquellos fuera de combate (como los detenidos), y los derechos civiles y políticos en campos de refugiados. Según las Naciones Unidas, alrededor de 90.000 personas saharauis siguen viviendo en varios campamentos de refugiados en Argelia.
El Frente Polisario ha estado comprometido en una lucha por la independencia del Sáhara Occidental desde 1973. Después de años de lucha, las Naciones Unidas negoció un alto el fuego en 1991. Sin embargo, la situación del territorio sigue siendo un tema de disputa frontal entre Marruecos y el Frente Polisario.
Como resultado del conflicto, el Sáhara Occidental está muy contaminado por las minas terrestres, las municiones de racimo y otros restos explosivos de guerra (REG). Está dividido por muro de tierra de 2.700 kilómetros de longitud, conocida como la ‘berma’, que fue construido por el ejército marroquí durante los años 1980 y fortificada con millones de minas terrestres.
Original: Geneva Call
Fuente: Dales Voz a Las Victimas
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