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EL SÁHARA DE LOS OLVIDADOS اِل ساارا دي لوس اُلبيدادوس




"Háblale a quien comprenda tus palabras"
"Kalam men yafham leklam"

La Minurso no puede irse del Sáhara

Una imagen vale mas que mil palabras....

El conflicto del Sáhara Occidental, 31 años después de su inicio, experimenta un nuevo incremento de la tensión. Alguno pensará que no hay mal que por bien no venga, porque así, al menos, sale de su ostracismo mediático. No soy de los que opina de esa manera.

En esta ocasión, la crisis la ha provocado el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, al referirse, durante una reciente visita a la región, como “territorios ocupados” a los que durante décadas estuvieron bajo administración española como potencia colonial. En realidad, el máximo responsable de la ONU –que este año abandonará su cargo- no hizo otra cosa que replicar el lenguaje de las resoluciones internacionales: el Sáhara Occidental fue 'ocupado' en 1975 por Marruecos y Mauritania (país que pocos años más tarde lo abandonó).

Además, ocupado ilegalmente, porque el derecho internacional no tiene vuelta de hoja: cuando una potencia administradora de un territorio colonial lo abandona, no puede trasladar la administración a otra tercera, sino al pueblo titular la soberanía –que, por definición, nunca ha estado en manos de la metrópoli-, de forma que se autodetermine, o, transitoriamente, a la ONU.

Ocupar un territorio no es igual a ostentar la administración del mismo: España actuó ilegalmente al entregarla a Marruecos y Mauritania, por lo que todavía sigue figurando en la lista de territorios coloniales de la IV Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas como potencia administradora del Sáhara Occidental. Sin embargo, Ban ha sido víctima de su propia moderación.

Durante años, el todavía Secretario General adoptó una postura tan neutral –a fin de favorecer ciertos avances- que en sus discursos fueron despareciendo los términos propios de las resoluciones 'onusianas'. Es verdad que el nombramiento de Dennis Ross como su Enviado Especial para el Sahara Occidental soliviantó a Marruecos, pero el surcoreano nunca fue más allá.
Probablemente, la cercanía del fin de su mandato le ha alentado a acelerar el paso, consciente como es de que en el debe de su gestión figurará la no resolución del conflicto, algo que ni mucho menos debería adjudicársele, porque la verdadera razón deriva de la ausencia de voluntad de alguna de las partes para cumplir con los mandatos internacionales, empezando por la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.

La actual crisis, sin embargo, es especialmente peligrosa porque ha conllevado la expulsión por Marruecos de parte del contingente de la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental) y, quizás, la no renovación del mandato de la misma más que para algunos meses, en los que en realidad prepararía la partida del territorio de la totalidad de sus integrantes. Esto es, se pasaría de reclamar sin éxito que se ampliaría el mandato de la Minurso a la vigilancia del respeto de los derechos humanos a irse. Si así fuera, la legalidad internacional se vería no ya políticamente, sino físicamente, alejada del conflicto.

Eso no se debe permitir. El Consejo de Seguridad de la ONU no puede dar ese paso formalmente ni asumirlo de hecho. España, hoy miembro no permanente del mismo, debe estar a la cabeza de que la Minurso permanezca, aunque sea con el tan vigente como insuficiente mandato. Y a tal fin debe dialogar con Marruecos directamente y fomentar una posición positiva y activa de la UE, en el marco de Política Exterior y de Seguridad Común: Mogerini no puede hacer como si el conflicto no fuera con ella.

De lo contrario, si la Minurso se fuera, la ONU daría un paso atrás en defensa del derecho internacional, la solución del conflicto seguiría postergada, el pueblo saharaui continuaría sin poder vivir en libertad en su tierra y la Unión del Magreb Árabe continuaría siendo una entelequia. Mal asunto.

Por Carlos Carnero (Director gerente de la Fundación Alternativas)

Fuente: bez.es


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