Nómadas taciturnas
tras los rebaños de dromedarios,
las risas de los niños, los frigs de jaimas,
los pozos verdes y las melfas cantarinas...
Todo es distinto.
Se fueron...
y vino el silencio
a cubrir la infinidad
de narcótica pausa.
Adormece al río,
al viento enmudece,
vacío... en la mirada,
en la palabra... intención.
No queda nada.
La sombra de las nubes consuela a una huérfana acacia.
Poema de la gran poeta saharaui, Zahra Hasnaui.
Ilustración de otro gran artista saharaui, Fadel Jalifa.
Gracias a Xabier Susperregi
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