Regresamos. Han sido quince días plagados de vivencias, de trabajo en equipo, de compromisos renovados. Traemos un mensaje muy especial para todos los que apoyáis el proyecto Bubisher:
“ Lucharemos con ilusión y fuerza para que el Bubisher vuele bien alto, porque creemos en este proyecto, porque sentimos que es nuestro, porque somos conscientes de la importancia de sembrar semillas de cultura, porque tenemos en nuestras manos la oportunidad de ofrecer a nuestro pueblo un tiempo para pensar, crear, imaginar… y un lugar en el que compartir, rodeados de libros, ideas, sueños, creaciones artísticas…
Enviamos un saludo muy afectuoso a todos los que nos apoyáis, a quienes creéis en nosotros y a quienes alentáis con vuestro esfuerzo el nuestro.
Un abrazo cálido.
Equipo Bubisher saharaui de los campamentos de Smara, Bojador y Auserd”
Por nuestra parte, podemos asegurar que el proyecto está más vivo que nunca, que en las tres bibliotecas se van incorporando los lectores, aumentan los socios y se planifican nuevas actividades. Que los monitores están verdaderamente motivados y buscan la forma de llevar el proyecto hasta el último rincón de los campamentos.
Eso no significa que no haya problemas. Los tres bibliobuses están moribundos y es urgente renovarlos, por lo que, una vez más, pedimos vuestra colaboración.
Por otra parte, la biblioteca de Auserd no reúne las mejores condiciones de habitabilidad, la arena entra por sus muchas ranuras, al igual que los ratones; una de las paredes, después de las lluvias, corre el peligro de caerse, el espacio es muy reducido y el edificio en sí nada visible. Hay dos posibles soluciones: Cambiar la biblioteca por otra construcción mejor situada, lo cual depende de las autoridades de la wilaya, o reformar las instalaciones que tenemos. En ambos casos necesitaremos, también, hacer una inversión importante.
Pero las dificultades materiales no restan entusiasmo al equipo saharaui que busca soluciones allí, mientras nosotros tratamos de buscar financiación aquí.
Han sido quince días de trabajo intenso, de momentos únicos entre los que podemos destacar la noche en la que se proyectó Leyuad en Dajla, de risas, de largas conversaciones. De complicidad.
Regresamos, sí. Pero, como en cada viaje, algo de nosotros se ha quedado allí y algo de ellos se ha venido con nosotros. Y la suma de esos “algos” es un todo de ilusión por mantener vivo el vuelo del Bubisher.
Fuente: bubisher.org
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