La vedad es que pocos o ningún periodista fueron vistos haciendo preguntas en el lugar de los hechos en aquellos momentos, sobre todo en los previos a la cesión definitiva, de tanteo previsor de las consecuencias de futuro que se arrastraron y arrastran en la actualidad de aquellos territorios.
Sí, se dedicaron a verificar comentarios, como dicen en su argot periodístico, a toro pasado, hablando sin conexión de la argucia lógica que realizó el astuto y zorro de Hassan II en la permitida y teatresca Marcha Verde de 1975, sin oposición pactada en los cánones citados, cuanto tal astuto marchoso, en su harén de Rabat, no ceja en aprovechar cualquier ventaja, que son muchas, en la miseria cultivada de la política española, llena de divisiones, de caos interno, que él percibe.
Hasta puede que crea en los sobornos, que nunca faltaron alquileres de Judas a las cenas de negocios programadas, donde se vende hasta lo ajeno y sentimental, que para ellos no cuenta, esos mismos periodistas que nunca tienen problemas (éstos suelen ser siempre de los demás), que cuando los tienen son efímeros hasta en la duración en el tiempo, pues siempre tienen algún amigo pudiente que se lo resuelve.
Ellos, por arte de magia, siempre encuentran su propia solución para encontrar pescado barato, aunque los pescadores estén en paro, provocado éste, precisamente, por el efecto de la mala cesión. Sin importarles, a la hora de engullirlo en sus depósitos estomacales, que sean los marroquíes quienes los pesquen y lo traigan a subastar a las lonjas españolas.¡Que aproveche señores periodistas!.
Sin entrar en juicios de valor, aunque sí exponiendo fiel y testimonialmente para poder demostrar el haber estado allí, y ellos no, haber estado tres años ininterrumpidos, en un lugar de mucho espanto, para defender el pabellón español a tierras saharianas de servicio militar para los quintos, hijos o familiares de pudientes aristócratas para no ir, pagando favores, cambiando destinos o librando argucias consentidas. Y eso hay que citarlo con verdad. La Legión, a quien algunos corretintas tildan de cuerpo de descarriados, permanecía firme en el cumplimiento del deber, perdiéndose puerilmente en una muy impropia descalificación incomprendida.
Y parece increíble que muchos escritores e historiadores hagan alarde absurdo de desconocimiento de la historia veraz de su propio país, a la que la Legión no puede ser ajena, teniendo un concepto de ella plenamente equivocado. Dejan claro que no la conocen, queriendo aparentar lo contrario, o voluntariamente quieren hacer olvido de la historia real, inventándose otra.
Ver tambien "La venta del Sahara al fiado (II)"
Por Jose Hermida (ex legionario y guardia civil retirado en acto de servicio)
Fuente: laduda.net
Imprimir artículo
Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
0 comentarios :
¿Que opinas de este articulo? Tus comentarios siempre serán bien recibidos, ¡¡ Gracias !!