El único festival de cine del mundo que tiene lugar en un campo de refugiados, el FiSahara, presentó en Madrid su octava edición con las cintas premiadas en los Goya españoles y “con las revueltas del mundo árabe como telón de fondo”, según el representante del Frente Polisario en Madrid, Ali Mojtar.
El festival tiene lugar del 2 al 8 de mayo en el campo de refugiados de Dajla (Argelia), por quinto año consecutivo, y volverá a mezclar el arte con la reivindicación de la autodeterminación del pueblo saharaui con la ayuda de cintas como “Pa negre”, de Agustí Villaronga, “También la lluvia”, de Icíar Bollaín, o “Entrelobos”, de Gerardo Olivares.
“La comunidad internacional interviene en Libia y en Costa de Marfil y vuelve a dar la espalda al Sahara Occidental“, aseguró Mojtar, quien reivindicó al Frente Polisario como representante legítimo del pueblo saharaui.
Además, el FiSahara procura el acercamiento del séptimo arte a los refugiados a través de talleres como la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, así como la inmersión de la prensa extranjera en las tradiciones saharauis, con desfiles folclóricos o carreras de camellos.
Entre los asistentes, estarán viejos conocidos del festival como Guillermo Toledo y Javier Corcuera, que estuvieron presentes en la rueda de prensa en Madrid, así como otros intérpretes de la talla de Luis Tosar, Nora Navas, Miguel Ángel Silvestre, Joan Cornet y Carlos Bardem y el rapero El Chojín, quien cerrará el certamen con un concierto.
Además, el Fisahara tendrá este año a Venezuela como país invitado, por la proyección de los filmes “La clase“, de José Antonio Varela, y “Libertador morales, el justiciero“, de Efterpi Charalambidis, y se proyectará el corto realizado por cineastas saharauis “El grito de Agdaym Izik“, de Hayetna Mohamed Deidi.
El codirector del festival, José Taboada, definió el certamen como “una reivindicación por la democracia y el respeto a los Derechos Humanos” y aseguró que no ceja en su empeño de “luchar contra el olvido y contribuir a la causa saharaui en pos de su autodeterminación”.
El pueblo saharaui reclama su autodeterminación desde que era colonia española y en 1975 el gobierno español firmó el Acuerdo Tripartito de Madrid que adjudicó el Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania, pese a las disposiciones de la ONU que ya establecían el proceso de autodeterminación.
En la búsqueda de resolución de esa deuda histórica, el FiSahara se define como “el único festival que nace con vocación de desaparecer“.
Fuente: El Nacional
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