Quizás el problema sean las señales de exclamación. Al no llevarlas, parece que el entusiasmo con el que se dice esa terrorífica frase, si no es gritada, no funciona. Seis saharauis que llegaron en patera a Gran Canaria hace unas semanas han pedido asilo político en España. Y lo hacen, según han contado, porque temen volver al Sahara Occidental, donde policías y paramilitares marroquiés les persiguen. El Frente Polisario dice que si vuelven “pueden desaparecer”. Y ellos imploran: “Auxilio, me quieren matar”. En estas líneas se puede aportar que efectivamente han tenido ya problemas ideológicos en su lugar de origen y son perseguidos por ello.
España reacciona entonces ante tal salvajada presuntamente producida a pocas decenas de kilómetros de las Islas Canarias y los mantiene encerrados en un Centro de Internamiento para Extranjeros hasta 60 días si la situación no se resuelve antes. Si se resuelve antes, lo probable es que acaben con sus huesos en el lugar del que intentan escapar y la espiral vuelva a comenzar.
No mentimos, ni engañamos, si decimos que el presunto en este caso es un mero elemento decorativo, un oficialismo. Una premisa errónea por todos conocida.
Están pidiendo auxilio. Piedad española. No quieren volver a un lugar en el que no se pueden expresar con libertad y cada vez que suspiran su deseo en alto una bandada de policías y paramilitares les hacen la vida imposible. Un lugar dividido en dos, con el corazón roto en mil pedazos y en el que todos y cada uno de ellos se puede escuchar un débil latir que da la sensación de que en cualquier momento se apagará para siempre. Un lugar cuyo padre se llama Olvido Español y su madre Violencia Marroquí. Un lugar en ocasiones desconocido y permanentemente ocupado. Un lugar del que han decidido huir por miedo.
Podemos ahora mismo girar la cabeza para otro lado y dejarnos llevar por la marejada. O podemos mirar a los ojos a nuestros vecinos naturales, poner el oído y escuchar lo que dicen. Es muy grave. Palizas, persecusiones, desapariciones y torturas. Miremos esta vez a la luna y dejemos el dedo a un lado.
Fuente: Guin Guin Bali
Imprimir artículo
Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
0 comentarios :
¿Que opinas de este articulo? Tus comentarios siempre serán bien recibidos, ¡¡ Gracias !!