Hay muchas
cosas que desconocemos, que no podemos entender y que no lo haremos
hasta que llegue el momento. Pero de lo que si estamos seguros es que
participar en el programa “vacaciones en paz” es el regalo más
maravilloso de la vida.
Es una gran labor la que hacéis las familias, porque no
importa lo que hagáis siempre dudareis si hicisteis lo suficiente; no
importa que tanto os preparéis, nunca te sientes completamente
preparado; No importa que tanto deis, siempre cabe la duda de si falto, y
si das mucho la duda de habernos dado demasiado. Pero es así, es
complicado, es complicado porque tienes en tus manos la responsabilidad
más grande que se te haya presentado.
Por otro lado nosotros tampoco sabemos qué se siente al ser acogido, qué se siente al saber que hay alguien a tu lado para recogerte después de una caída; que hay alguien que reza por tí todas las noches; que te enseña lo desconocido; que te agarra de la mano y te muestra playas y museos; que te cuenta las historias más asombrosas, que te hace creer en un ratoncito que recoge tus dientes en la noche, en un ángel que te visita una vez al año.
Y todo eso, todo lo que nos dais, todo el amor, el sacrificio, el tiempo, el cariño, las enseñanzas, son cosas que nunca vamos a poder agradecer lo suficiente, porque son las cosas que os hacen la persona que sois hoy. A las familias de acogida, queremos decirles que no se preocupen, que hacen un buen trabajo, porque lo hacen con corazón, con ganas, con empeño, nosotros nos damos cuenta de eso aunque no mostremos nuestros sentimientos. Gracias por brindarnos tanto tiempo de sus vidas, por cada palabra de amor, por cada abrazo, por cada lección, por cada valor, por mostrarnos el mundo, por pensar en nosotros primero que en ustedes y por darnos la luz de la esperanza.
Por otro lado nosotros tampoco sabemos qué se siente al ser acogido, qué se siente al saber que hay alguien a tu lado para recogerte después de una caída; que hay alguien que reza por tí todas las noches; que te enseña lo desconocido; que te agarra de la mano y te muestra playas y museos; que te cuenta las historias más asombrosas, que te hace creer en un ratoncito que recoge tus dientes en la noche, en un ángel que te visita una vez al año.
Y todo eso, todo lo que nos dais, todo el amor, el sacrificio, el tiempo, el cariño, las enseñanzas, son cosas que nunca vamos a poder agradecer lo suficiente, porque son las cosas que os hacen la persona que sois hoy. A las familias de acogida, queremos decirles que no se preocupen, que hacen un buen trabajo, porque lo hacen con corazón, con ganas, con empeño, nosotros nos damos cuenta de eso aunque no mostremos nuestros sentimientos. Gracias por brindarnos tanto tiempo de sus vidas, por cada palabra de amor, por cada abrazo, por cada lección, por cada valor, por mostrarnos el mundo, por pensar en nosotros primero que en ustedes y por darnos la luz de la esperanza.
Simplemente GRACIAS.
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