Entrevista, redacción y foto: Luz Marina Mateo
Ángel Sánchez Dueñas es el presidente de la Federación de Periodistas del Perú (FPP), entidad que oficialmente apoya la lucha del pueblo del Sáhara Occidental por su autodeterminación. Estuvo en Buenos Aires hace poco días, brindando conferencias y realizando actividades relacionadas con su trabajo institucional. En este diálogo que presentamos en Voz del Sahara Occidental en Argentina, abordamos la relación de la FPP con el Sáhara Occidental, la situación del pueblo saharaui (sobre todo, después de su reciente visita a los campamentos de refugiados), la persecución al colega Ricardo Sánchez Serra (otro reconocido periodista defensor de la causa) que se ha agravado incluyendo amenazas a su integridad y, por supuesto, el papel de América Latina en la búsqueda de libertad que lleva a cabo el pueblo saharaui.
-¿Cuál es la vinculación de la Federación de Periodistas del Perú con la causa saharaui?
Inicialmente, el compromiso que hay con la causa saharaui se inició por intermedio del colega Gary Ayala quien, en una oportunidad, me invitó a participar y a conocer sobre este tema que para mí era completamente desconocido. Al investigar un poco sobre la problemática del Sáhara Occidental es que, poco a poco, me vi involucrado en el tema y comprometido con la causa, básicamente por temas de principios.
-¿Qué principios?
Los principios libertarios, del derecho a la autodeterminación de los pueblos y, sobre todo, que un pueblo no puede estar subyugado por otro, por más fuerza militar o poder que tenga.
-¿Cómo siguió la historia en el seno del ámbito periodístico peruano?
Posteriormente, en otra reunión que tuvimos (que, justamente, coincidía con el Día del Periodista que se celebra el 1 de octubre de todos los años en el Perú), nos encontramos con el colega Ricardo Sánchez Serra, quien tiene mucha más facilidad de publicar sus artículos de opinión en diferentes medios de comunicación. Le hablamos y terminamos también comprometiéndolo. Él tampoco conocía sobre el tema; como siempre dice en sus disertaciones, cuando le hablamos esa vez del Sáhara Occidental nos dijo: –¿Sáharaqué? Esa fue su primera pregunta sobre el tema saharaui. Igual fue mi caso. Yo lo conocía como “saarauí”… no era muy buena nuestra pronunciación e, incluso, conocíamos al Sáhara como “sahara”, que es lo que más se sabe frecuentemente en los países de Latinoamérica.
-¿Y cómo se dio la evolución hasta hoy?
Esto ha ido creciendo una vez que yo ya formé parte de la directiva nacional de la Federación de Periodistas del Perú. Lo fui transmitiendo en las diferentes sesiones del Consejo Directivo Nacional, donde los otros periodistas preguntaban qué es el Sáhara Occidental… Esto ha permitido que los periodistas vayamos comprometiéndonos e, incluso, llevamos a uno de nuestros congresos nacionales (que se realizó en la ciudad de Sicuani) como uno de los invitados especiales, al embajador saharaui en Perú, Alisalem [Sidi Zein]. En este evento tan importante, la Federación acordó apoyar oficialmente la causa saharaui. Además, en los distintos encuentros que realizamos en el país, tratamos sobre el tema; siempre nos damos un pequeño espacio (ya sea en las convenciones macro regionales o en las disertaciones que tenemos en los diferentes medios de comunicación), aparte de las cuestiones institucionales que podamos tratar, vinculamos algún tema relacionado con el movimiento saharaui. Tan es así que, en el interior del país, ya hay comprometidos algunos catedráticos de Universidades que, a pesar de las dificultades que puedan tener para hacer eventos de grandes magnitudes, difunden el tema a través de sus alumnos.
-Profundicemos algo más en lo personal. Hace muy poco tiempo Ud. estuvo en los campamentos de refugiados y en los territorios liberados, en Tifariti, ¿qué significó esa experiencia?
Para mí fue un momento bastante trascendental, porque yo anteriormente había escrito sobre el tema saharaui por informaciones que hay en internet o a través de documentos que me acercaban. Pero no había tenido la oportunidad de conocer directamente la problemática, directamente a esta hermosa población y comunidad saharaui de la cual emana mucha fraternidad… es algo que muy poco he podido ver en ciudadanos de diferentes países: la hospitalidad que hay en ellos, sobre todo después del sufrimiento que han pasado y que están viviendo actualmente, prácticamente exiliados de sus territorios y sin poder disfrutar de los bellos parajes o de la comodidad que puede tener cualquier ciudadano al vivir en su casa, en su tierra. Ellos tienen que estar fuera de su nación, padeciendo la amenaza constante de tener que estar abandonando hasta el lugar que los está cobijando.
-Hábleme un poco más de esa amenaza que Ud. nota…
Sobre todo, la amenaza de una nueva invasión. Porque es constante lo que se está viviendo en relación con que Marruecos podría pasar los muros (¡Que ellos mismos han construido!)… Yo he logrado acercarme a escasos cincuenta metros y el movimiento militar que despliega Marruecos cuando ve gente extraña que se acerca a los muros es fuerte: empiezan a usar sus binoculares, a hacer movimientos de armamentos y eso es realmente bastante peligroso para los civiles. Porque generalmente son los civiles -tanto saharauis como otros ciudadanos del mundo que van a los territorios liberados para conocer y vivir lo que está ocurriendo- quienes se encuentran con grandes extensiones de territorios minados, que han significado la mutilación de muchas personas. Esto es completamente inhumano. Creo que acá, las Naciones Unidas y el mundo entero tienen una responsabilidad que saldar con el pueblo saharaui. Están en la obligación de empezar a tomar acciones más férreas y agresivas, para obligar al Reino de Marruecos a abandonar ese territorio que no le corresponde.
-Este mes se renueva el mandato de la Minurso. ¿Qué espera que pase?
Yo no pierdo las esperanzas en que la Minurso haga cumplir los acuerdos que ya han tomado anteriormente. Tal es el caso del compromiso que tiene el Reino de Marruecos de realizar el referéndum pero que sea verdadero, libre y que solamente participen los saharauis: que no se logre concretar la patraña que ellos han pretendido establecer, poniendo marroquíes y haciéndolos pasar por saharauis. Es algo completamente intolerable. La Minurso tiene esa obligación pero, a su vez, quiero manifestar también que hay una gran responsabilidad histórica que tiene España, que es el gran responsable y puede solucionar este problema inclusive hasta por encima de las Naciones Unidas, porque todavía tiene el control de poder determinar que el pueblo saharaui sea un pueblo libre. Lamentablemente, ellos se han dejado llevar y Marruecos aprovechó la coyuntura del momento en el que Franco se encontraba a punto de morir, para iniciar esa vergonzosa marcha verde.
-Volvamos a Perú ahora. Es de público conocimiento el enfrentamiento entre la representante diplomática marroquí y el periodista Ricardo Sánchez Serra, ¿cómo se está viviendo esto en la piel de un periodista?
Yo me pongo en la posición de Ricardo Sánchez Serra. Él ha tomado una postura bastante principista, que a cualquier otra persona la hubiera hecho claudicar rápidamente. Ricardo no es de esas personas y lo ha demostrado perseverando en su defensa del pueblo saharaui, que no es solo hacia un pueblo sino que es una defensa férrea a los derechos humanos: si esto estuviese ocurriendo no con el pueblo saharaui sino con otro, estoy plenamente seguro de que él estaría al frente. Como muchos se lo hemos dicho, Ricardo se colocó la “vincha de guerrillero”, para ponerse ante los políticos peruanos y enfrentarlos, aun siendo muchos de ellos amigos suyos muy cercanos. Ricardo es en el Perú (no solo para el periodismo nacional sino para cualquier otra organización) un ejemplo de principios, que sabe mantener una posición y no claudicar por una serie de acciones que pretenda realizar una embajadora, una extranjera que viene al Perú y, abusando de su investidura de diplomática, ha pretendido soslayar los derechos de un periodista. Y no solamente de un periodista sino de un ciudadano peruano, que está protegido por nuestra Constitución y nuestras leyes. Esta señora embajadora ha transgredido todas estas legislaciones.
-Como Federación, Uds. han emitido un comunicado de apoyo a Sánchez Serra. ¿Qué otras acciones realizaron?
Nosotros hemos puesto esto en evidencia a través de la Federación de Periodistas del Perú, en un comunicado al presidente de la República, haciendo notar todas estas trasgresiones que ella [la embajadora] está realizando en contra de nuestras leyes. El colega Ricardo Sánchez Serra no está solo: está acompañado por muchos periodistas y ciudadanos peruanos que no solamente están con la causa saharaui sino que están con los principios de los derechos humanos.
-¿Qué respuesta tuvieron del gobierno de Perú?
Personalmente, yo tuve una entrevista en la Cancillería de la República con la canciller, el vicecanciller y el representante de África del Norte. Allí presentamos todas las pruebas. Inclusive una carta que la embajadora le envió al cardenal del Perú cuando Ricardo Sánchez Serra era asesor de prensa en el Arzobispado; en ella, decía que las opiniones que el colega estaba vertiendo en diferentes medios de comunicación, podían ser entendidas por su Embajada como de conocimiento del Arzobispado y, además, la embajadora mostraba su extrañeza por cómo el Arzobispado podía tener como empleado en el área de prensa a Ricardo Sánchez Serra. ¡Esa es una acción directa de solicitar la separación de Ricardo de su puesto de trabajo! Ese documento lo hemos puesto en conocimiento del presidente de la República y de la Cancillería peruana y, a raíz de eso, la embajadora ha bajado su agresividad: ya no es la constante perseguidora de Ricardo Sánchez Serra y de los amigos prosaharauis…
-¿Esto significa que las aguas están calmas?
No. Ya está utilizando otro tipo de mecanismo. Se ha formado, principalmente en Lima, una asociación de residentes marroquíes en el Perú (que son muy pocos, no hay más de diez o doce marroquíes en el país) y utilizan las redes sociales encubiertos bajo las fachadas de otros nombres, para agredir e insultar, principalmente a Ricardo. Muy difícilmente se pueden meter con el que habla, porque represento a una organización y podrían salir muy mal parados; pero sí agreden directamente al colega con correos electrónicos en los cuales, incluso, lo amenazan y le sueltan palabras groseras, haciéndole preguntas como “¿Qué, todavía estás vivo?”*. Eso es una clara amenaza a su integridad física y ha sido reciente, de pocos días antes de que yo partiera de Lima hacia Buenos Aires. Pero en breve vamos a establecer contactos con la Policía del Perú que investiga los temas de delitos informáticos, para determinar mediante el IP de ese correo electrónico de dónde ha salido y a quién corresponde ese equipo. Y ahí, fácilmente se podrá identificar, tomaremos las acciones judiciales pertinentes y haremos las denuncias a las organizaciones internacionales, porque este tipo de amenazas que atentan contra la integridad física y los derechos humanos, tienen que ser de conocimiento público de la comunidad internacional.
-Finalmente, ¿cuál cree que es el rol de América Latina en coadyuvar a la solución del conflicto saharaui?
La comunidad latinoamericana tiene que ser consecuente con lo que postula y propone. Y esa consecuencia implica el reconocimiento de la República Saharaui como nación, como país. El Perú ya lo hizo hace muchos años atrás, en la década del ’80, cuando estaba el presidente Alan García y se estableció una Embajada oficialmente. Pero, lamentablemente, en el ’93 o ’94 se suspendieron las relaciones diplomáticas entre Perú y la República Árabe Saharaui [durante el gobierno de Alberto Fujimori]; esta suspensión fue propiciada por el entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos, quien ya había tenido previamente una visita a Marruecos y, a su retorno, misteriosamente se suspenden las relaciones diplomáticas. Y es más: cuando Vladimiro Montesinos estuvo perseguido [por la justicia peruana] en el año 2000, una de sus principales opciones de asilo (y eso es público) era, justamente, el Reino de Marruecos donde definitivamente iba a tener la impunidad que no ha alcanzado.
-Le reitero, entonces, ¿qué se puede hacer desde América Latina?
Se tiene que trabajar con el pueblo, para presionar a nuestros gobernantes a que actúen concretamente no solamente para reconocer a la República Árabe Saharaui como país sino también para obligar -a través de sus representantes en las Naciones Unidas- a que se cumpla el referéndum, de tal forma que el pueblo saharaui pueda tomar una autodeterminación: si quieren ser independientes o quieren ser un Estado anexado al Reino de Marruecos.
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* TRAS CONSULTAR AL DAMNIFICADO DIRECTO, HE PODIDO ACCEDER AL TEXTO COMPLETO DEL MENSAJE INTIMIDATORIO, EMITIDO EL 24 DE FEBRERO DE 2015, A LAS 17.56 (HUSO HORARIO PERUANO). EL MISMO DICE: “SIGUES EN VIDA RATA ASQUEROSA ? DEBISTE TENER UNA INFANCIA MUY INFELIZ”.
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UN FRAGMENTO DE LA ENTREVISTA SE PUEDE ESCUCHAR AQUÍ
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