Ambos fueron interrogados horas antes de su expulsión y permanecieron indocumentados.
Las autoridades marroquíes expulsaron la tarde del jueves a dos investigadores que pertenecen a la organización Amnistía Internacional por indagar sobre el trato a los migrantes y a los solicitantes de asilo sin autorización previa, según informó el jueves el Ministerio de Interior en un comunicado. La decisión ha sido tomada de acuerdo con la Ley 02.03 sobre la entrada y residencia de extranjeros en Marruecos.
Se trata de John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central y Irem Arf, investigador de los derechos humanos de los migrantes y refugiados. El primero fue deportado desde Rabat a Londres y el segundo desde Oujda a París. Pero ambos fueron interrogados por la policía horas antes de su expulsión y permanecieron indocumentados mientras la policía confiscaba sus pasaportes.
"La decisión de expulsar a nuestro personal de Marruecos por sus investigaciones sobre la situación de los derechos humanos de los migrantes y refugiados plantea serias sospechas de que las autoridades tienen algo que ocultar", expresaba Anna Neistat, directora de investigación de Amnistía Internacional, nada más conocer la noticia.
Según declaraciones del Ministerio de Interior marroquí, las autoridades del país magrebí habían solicitado, a través de la Delegación Interministerial para los Derechos Humanos, a Amnistía Internacional, no llevar a cabo esta misión hasta la conclusión de un acuerdo entre las dos partes.
Sin embargo Amnistía Internacional desmiente las palabras de interior. Dice haber informado a las autoridades de que había planeado la visita al Reino alauí y que habían "recibido garantías escritas y verbales, la última en mayo en una reunión con funcionarios marroquíes, de que la organización podía visitar el país sin necesidad de obtener una autorización previa". Ambos investigadores había aterrizado el lunes para empezar a buscar respuestas sobre la inmigración en las fronteras del norte de Marruecos con España.
La policía marroquí detuvo primero a Irem Arf y a su traductor en torno a las 11.40 en Oujda. Incautaron su pasaporte y le interrogaron durante horas. Dos horas más tarde le informaron de que tendría que abandonar el país y le llevaron al aeropuerto dónde estuvo en observación policial hasta que saliese el próximo vuelo a París el jueves por la noche.
Por su parte, John Dalhuisen fue detenido por la policía en su hotel situado en Rabat el jueves por el mediodía e interrogado durante más de cuatro horas en una comisaría de la capital hasta que recibió una orden de expulsión por ser "una amenaza para el orden público" que le prohibía volver a entrar en el país.
La organización Amnistía Internacional lleva meses sintiéndose perseguida y obstaculizada por Marruecos. En septiembre de 2014 les prohibieron un campamento juvenil a escasos kilómetros de Rabat que ya se había realizado en 16 ediciones posteriores y el mes siguiente, el vecino del norte de África negó la entrada a una delegación de investigación.
La organización internacional cree que la relación entre las autoridades marroquíes y la ONG se deterioró notablemente después de la puesta en marcha de la campaña Stop Tortura en 2014 que detallaba el abuso y la tortura en las cárceles y prisiones marroquíes.
"En lugar de expulsarnos, las autoridades marroquíes deberían demostrar que no tienen nada que ocultar concediendo el acceso a investigadores de derechos humanos sin restricciones", finaliza Anna Neistat.
Fuente: elmundo.es
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